- Lugar: Paseo de El Rihuete, 1. Edificio Irene, Puerto de Mazarrón.
- Horario: De 08.00 a 00.00 horas. No cierra ningún día de la semana.
- Precio: Entre 20 y 25 euros. Menú diario: 12 euros.
- Restaurante Prova en Facebook
- Teléfono: 695 743 048.
El nombre de Prova, en albanés, en español significa probar, como podemos fácilmente interpretar sin necesidad de ningún traductor, y ‘probar una comida’ es ‘provoni një ushqim’, en albanés; ‘essayer un plat’, en francés; ‘try a food’ en inglés; prova un cibo, en italiano; o ‘provu manĝaĵon’, en esperanto… expresiones diferentes pero que todo el mundo entenderá si simplemente pronunciamos la palabra ‘prova’, que da nombre al singular espacio gastronómico de los hermanos Gjetaj. Nosotros hemos podido probar sus platos y garantizar que la ‘prueba’ ha sido superada con creces.
El restaurante Prova cuenta con tres espacios diferentes, dos amplias terrazas exteriores, una de ellas cubierta, frente a la fachada del local y otra terraza ajardinada, con césped artificial y una florida decoración, en el lateral del restaurante; una zona especialmente indicada a la hora del tardeo o de las cenas. Sillas negras y manteles blancos de tela, incluso en la terraza, le confieren un elegante aspecto que nada tiene que desmerecer a la tercera zona más noble, el elegante y amplio comedor interior de Prova, con paredes de madera y cortinas blancas.
En total, teniendo en cuenta las limitaciones de aforo por la crisis del COVID-19, pueden acoger a un centenar de comensales entre las dos terrazas y 28 en el interior, comodamente alojados manteniendo las preceptivas distancias de seguridad. Por supuesto, el local cuenta con el resto de medidas higiénico-sanitarias para desinfección.
Cuando accedemos a Prova encontramos la gran barra de madera, en forma de ‘ele’ a la izquierda y frente a nosotros donde encontramos una vitrina con las primeras sugerencias para tapear. A la derecha se encuentra su amplio y elegante salón, con sillas de madera y mesas con manteles blancos de tela.
Drilón Gjetaj lleva más de 20 años en España, desde sus comienzos en la construcción, tras los que se dedicó a conocer a fondo el oficio de la hostelería trabajando como camarero, durante los veranos, en diferentes locales, para pasar después a la cocina donde cuenta con una experiencia de más de cinco años. Drilón y Kasteriot Gjetaj cuentan con un profesional equipo, en sala y cocina, compuesto por una decena de trabajadores.
Una amplia oferta gastronómica
Sin lugar a dudas el plato estrella de Prova son sus chuletas de vaca gallega a la brasa, pero su oferta gastronómica es muchísimo más amplia, desde el momento del aperitivo, el tapeo, las comidas y las cenas. Una oferta basada en la mejor cocina mediterránea a partir del mejor y más fresco producto de calidad.
Entre su marisco fresco de la Bahía encontramos gambas, quisquillas, cigalas y coquinas.
Así entre sus entrantes nos ofrecen alcachofas romanas en cobertura crujiente con foie y Pedro Ximénez; sabrosísimas croquetas variadas; cecina de ternera con lascas de parmesano y rúcula rallada; tabla de quesos y mermeladas de violetas y rosas; escalivada braseada con ventresca de atún, chopitos con pimientos de padrón ahumados; calamar nacional a la plancha o a la romana; jamón ibérico; pulpo a la brasa sobre parmentier trufada; gambas al ajillo al toque de carbón (con piñones) o almejas al ajillo braseadas.
Entre sus refrescantes ensaladas encontramos la César con pollo braseado, la de rulo de cabra con frutos secos y guacamole y los tomates partidos con olivas o con olivas, piparras (guindilla de Ibarra) y bonito.
Elaboran todo tipo de arroces, especialmente su aplaudido arroz y bogavante (al ajustado precio de 14 euros por ración), el arroz y marisco, arroz a banda y el arroz con verduras de la huerta a la brasa.
Pero su apartado más fuerte son sus carnes a la brasa, elaboradas en su espectacular horno Josper (único por la zona), como la chuleta gallega, el solomillo de ternera gallega, la presa ibérica, el chuletón ‘Tomahawk’, de chato murciano; la hamburguesa de vaca con pan brioché de centeno y malta; las chuletitas de cabrito asadas con ajo tierno; o el sabrosísimo entrecot a la brasa.
Nos ofrecen sabrosas posibilidades de pescados a la brasa, el rodaballo o la lubina y cualquier otro pescado fresco del día, según sugerencia del chef.
Y llegamos a los postres caseros con coulant de chocolate, tarta de la abuela, tarta de queso, leche frita, tarta de zanahoria, además de piña natural o melón.
Cuentan con un menú diario, de lunes a viernes, por doce euros que incluye dos platos a elegir, bebida, postre, y café y su bodega cuenta con tintos de Jumilla, Ribera y Rioja, vinos blancos, rosados, cavas y champán francés.
En definitiva, una suculenta experiencia gastronómica que no debemos dejar pasar cuando nos acerquemos este verano al Puerto de Mazarrón.