Vinos Crápula, elaborados en Jumilla, ha anunciado que, para finales de este año o principios de 2021, lanzara el primer vino espumoso elaborado por la marca que irá destinado principalmente al mercado nacional español y a Estados Unidos.
El director gerente de Vinos Crápula, Gabriel Martínez Valero nos comentaba que es un proyecto en el que llevan trabajando un tiempo pero que se vio relentizado por la crisis que el COVID-19 ha provocado en el sector vinícola. El nuevo espumoso jumillano se encuentra ya en su última fase de producción y se elaborarán unas 7.000 botellas iniciales.
“Antes del Coronavirus, mi principal mercado era Estados Unidos, pero por culpa de los aranceles de Trump y a causa del COVID-19, se han detenido nuestras ventas este mercado, ya que gran parte de nuestro trabajo es con restaurantes y tiendas especializadas, que actualmente están cerradas por la pandemia”, destaca Gabriel Martínez.
El responsable de Vinos Crápula también comenta que “nuestros vinos se han exportado en Canadá, China, Japón, Alemania, Finlandia, Chequia, Brasil y México. Antes del coronavirus, el Gold se estaba vendiendo muy bien, pero con la pandemia todo se ha parado, y solamente estoy vendiendo a particulares debido al confinamiento”.
“Nuestro Crápula Soul tiene muy buena demanda por los particulares, y también el Gold, y estamos vendiendo tanto a particulares como a empresas, y hay una gran demanda, aunque esperamos pronto podamos volver a los mercados internacionales”, señala Gabriel Martínez.
El gerente de Vinos Crápula resalta que “hay dos mercados que han tenido mucho interés, por nuestros caldos, como son Rusia y Bielorrusia, y esperamos, cuando termine la pandemia, continuar trabajando con ellos exportando nuestros vinos jumillanos a estos mercados tan interesantes”.
El proyecto Vinos Crápula
El proyecto Vinos Crápula nació hace 6 años tras la unión entre tres amigos míos enólogos con la idea de elaborar y comercializar unos excelentes vinos de Jumilla ya que «estábamos seguros de su potencial cualitativo y comercial», comenta Gabriel Martínez Valero. «Prefiero, antes que tener muchos viñedos propios (tenemos en propiedad 20 hectáreas), comprar uvas seleccionadas por mi equipo de asesores y yo mismo, y que mejor se adapten a mis necesidades. Seleccionamos viñedos viejos de Monastrell, de 50 años de media y de un gran porte, autorregulados de forma natural. Intentamos que el agricultor reduzca al mínimo los tratamientos de campo y aunque no es un vino ecológico si que podemos decir que es un vino natural en el que se potencia el terroir a su máxima expresión».
La elaboración de Vinos Crápula se realiza a través de una selección manual en campo, cogiendo aquellos racimos que están en su estado óptimo de madurez y que tienen una gran concentración de antocianos y taninos, desechándose los racimos no aptos debido a su estado sanitario.
«La uva es transportada en cajas de 15 kilos hasta la bodega, donde se tratan por separado las distintas variedades, Monastrell (la base loica del proyecto), Syrah, algo de Cabernet Sauvigñon y Petit Verdot, posteriormente las pasamos por mesas de selección eliminando todas las uvas en mal estado, así como las partes extrañas de madera, hojas y demás, despalillando las uvas, sin estrujar y pasando por gravedad y por cinta directamente al depósito de fermentación.
Antes de comenzar la fermentación se realiza una maceración en frío de 3 días, se realiza la fermentación alcohólica con adicción de levaduras seleccionadas de gran calidad, todo ello en depósitos abiertos de 5.000 litros, no quiero mayor volumen porque quiero primar la calidad por encima de todo. Además estos formatos permiten hacer elaboraciones más largas y exquisitas y se controla mejor todo el proceso.
La fermentación alcohólica es aproximadamente de unos 17 días, realizándose remontados muy suaves y delestages también muy suaves, controlando densidad y temperatura. el sombrero se ha trabajado con bazuqueos manuales y a pie de cuba (pisado tradicional, para reventar los granos de la uva, ya que no habíamos hecho estrujado). Al término de esta fermentación se sangran los depósitos y se realiza el prensado.
Posteriormente se realiza el llenado de las barricas para realizar la fermentación maloláctica. Esta fermentación es lenta, tranquila, sin adición de bacterias y se controla la temperatura a unos 20 grados, durante unos 30 días; controlando los índices de málico y láctico.
Cuando el ácido málico está por debajo de 0,1 gramos por litro se hace la trasiega, separando lías y sin filtrar ni clarificar, ni pasar por frío se lleva directamente el vino a las barricas; posteriormente el vino se lleva a depósito para ensamblar las partidas, únicamente se filtra por placas (de poro abierto) y se embotella. Las barricas son francesas (70 %), americanas (30 %) de grano fino seleccionado, de 300 litros y de 225 litros que aporten fruta y estructura en su justa medida, sin que prevalezcan aromas maderizados».
Galardones
Crápula tinto 2009:
- Segundo mejor vino de España 2012 en la revista vino y gastronomía (nariz de oro).
- Robert Parker: 90 puntos plus.
- Medalla de ORO Bacchuss 2013.
- Medalla de ORO reino de la monastell 2013.
- Todovino: 1 lacre.
- Peñín: 92 puntos.
Carmine 2009:
- 90 puntos plus de Parker.
- 93 puntos Peñín.
Ndq Selección 09 (nacido del quorum):
- 93 puntos Peñín.
Célebre roble 2010.
- 93 puntos Peñín.
Célebre crianza 2009:
- 92 puntos Peñín.