La Champañería:
- Ubicación: Plaza Díez de Revenga, 2 . Murcia.
- Teléfono: 868 076 121.
- Horario: de 7.30 a 17 horas y de 20 horas a cierre. Viernes y sábados, jornada continua. Cierra los domingos.
- Precio medio: 15/20 euros.
- Facebook: La Champañería.
El pasado jueves 15 octubre, festividad de Santa Teresa de Jesús, celebró su segundo aniversario el restaurante La Champañería de la murciana Plaza de Emilio Díez Revenga, en la linde del popular barrio de Santa María de Gracia, un pequeño-gran restaurante al que su artífice, la hostelera catalano-murciana Margarita Freixenet ha sabido dotarle de personalidad, tanto en el aspecto decorativo y visual, como en el ámbito gastronómico. Dos años de tesón, profesionalidad y horas de trabajo que sin duda se notan nada más pisar el suelo del local y, sobre todo, al saborear cualquiera de sus elaboraciones gastronómicas, basadas en la sencillez, pero en las que cuidan con mimo cada uno de sus sabores y es que conocen el secreto de hacer una sofisticada cocina basada en la sencillez.
Teniendo en cuenta el ‘burbujoso’ apellido de su artífice cabría pensar que el nombre de La Champañería sería una alusión al famoso cava catalán de doradas burbujas navideñas, pero craso error. Tampoco tiene nada que ver con el antiguo bar de copas murciano, célebre a finales de los ochenta y principios de los noventa en la Plaza Preciosa de Murcia.
El auténtico significado del nombre de La Champañería, según nos explica Margarita Freixenet es un homenaje a un mítico bar barcelonés, la Champagnería Can Paixano, situado en “tierra de nadie”; entre el Puerto, el barrio del Borne y la Barceloneta y que abrió sus puertas en un antiguo almacén en 1969. Un lugar donde se revive el ambiente de las antiguas tascas de la Barceloneta (típico barrio marinero) y donde se disfruta de sus famosos cavas y vinos espumosos gasificados, además de poder degustar un amplio surtido de bocadillos y tapas sin demasiadas pretensiones gastronómicas.
Y es que la influencia catalana es también evidente en la decoración modernista de La Champañería murciana, no en vano Margarita nació en Manresa (de madre murciana) aunque ha desarrollado una amplia trayectoria profesional en la hostelería de Murcia.
Después de trabajar siete años en establecimientos hosteleros del Grupo Vera, y diferentes restaurantes, éste es su primer proyecto personal que lleva adelante, en estos tiempos especialmente difíciles para el sector, con la ayuda de Elio Bismarck Carranza Carrión, en la cocina, y Sheila Vanessa Guerrero Carrillo y María Moragón Juan, atendiendo sala, barra y terraza.
La champañería cuenta con dos accesos (estos días decorados con coloridos globos con motivo de su aniversario) ya que está situada en la esquina de la manzana, lo que le permite disponer de una socorrida terraza con ocho mesas y sombrillas en su fachada, algo fundamental para un negocio hostelero en estos tiempos que corren. También cuenta con una ventana a la calle donde poder tapear cuando las restricciones sanitarias lo permitan.
Cuando accedemos por cualquiera de los accesos nos encontramos de frente dos barras separadas por un muro de carga que termina en un artístico arco sobre la zona que ocupan los camareros. El comedor cuenta con un cómodo sofá apoyado en la pared, mesas de madera y elegantes y modernas sillas blancas con respaldo.
Tanto sus paredes blancas como las de piedra vista, están sembradas de multitud de elementos decorativos que nos llamarán la atención y que sin duda repasaremos en más de una ocasión, fotografías de sus clientes, botellas de vino colgadas de la pared, pósters en el techo con frases alusivas a la solicitud del Patrimonio de la Humanidad para los bares como «Nuestros chefs son un referente en la gastronomía mundial», «El primer restaurante se fundó en España hace 249 años», «Más de 10 millones de personas celebraron el Mundial en un bar», «Una de cada tres parejas han tenido su primera cita en un bar», «La tradición de preparar un buen café tiene más de 350 años», «Lorca, Hemingway y Valle Inclán escribían sus libros en los bares», «Tirar una buena caña es un arte» y «El tapeo tiene 750 años de historia» o frases de personajes célebres como la de «In vino veritas» (en el vino está la verdad), de Plinio ‘El Viejo’; otra de Ernest Hemingway o la del actor murciano universal Paco Rabal: «Qué bonito es el mar, que bonita es la vida. ¡Qué bien se está cuando se está bien!».
Una oferta gastronómica muy diferente
Tanto en sus aperitivos como en sus platos más contundentes está claro el esfuerzo de Margarita Freixenet por diferenciarse de los bares de tapas al uso. Aunque también vamos a encontrar la típica ensaladilla rusa y las marineras, a la hora del aperitivo nos sugieren otras posibilidades como sus aplaudidos buñuelos de bacalao, el caballito con mayonesa y wasabi, sus croquetas de gamba al ajillo, de queso mexicano o la cremosa de jamón ibérico, la empanadilla de carrillera o sus espectaculares (en tamaño y en sabor) champiñones al ajillo, elaborados con una deliciosa salsa «muy secreta» que nos pedirá rebañar con pan hasta que no quede ni una sola gota.
«Hacemos tapas muy sencillas, para nada sofisticadas, pero sí que nos esforzamos en que sean diferentes», nos explica Margarita y eso lo notamos también en sus platos para compatir como en sus alcachofas con salsa de foie; las berenjenas con miel de caña; el delicioso bacalao encebollado; el calamar a la romana con alioli de tinta negra; el lingote de de codillo de cerdo con base de Ras el hanut (una mezcla de hierbas y especias, entre 4 y 30, de origen marroquí); el carpaccio de ternera con setas y queso pecorino trufado; el entrecot de vaca adulta a la plancha; la pata de pulpo al horno y a la plancha sobre parmentier de trufa; el tiradito de salmón, al estilo peruano, marinado en salsa de cítricos y crema de aguacate; los huevos rotos; el tomate de temporada con bonito y wacame o sus patatas bravas.
Entre sus especialidades también preparan montaditos de solomillo con pimiento italiano, jamón serrano y alioli; de salmón con aguacate; de pollo empanado con mayonesa de kimuchi o kimchee y también sus pepito de margarita, de ternera con foie. También cuentan con una hamburguesa de ternera con patatas y salsa de kimuchi y burritos de cordero.
Todas sus elaboraciones también las ofrecen para llevar y cuentan con un menú diario por 10,50 euros que incluye dos platos, un postre, pan, café y bebida. El pasado jueves el menú incluía dos primeros a elegir entre macarrones gratinados y ensalada mixta; dos segundos a elegir entre codillo en salsa y lenguado rebozado y en el postre se podía elegir entre fruta, tarta selva negra o yogur de mango.
Como no podía ser de otra manera, cuentan con una nutrida cava de vinos donde, por supuesto, no faltan el cava ni el champán.
Y lo mejor de todo, sus precios, mucho más que ajustados, que sin duda nos sorprenderán en la relación entre calidad y precio.
Para celebrar su segundo aniversario y agradecer el apoyo de clientes y proveedores han editado un emotivo vídeo en el Margarita Freixenet nos habla de sus sensaciones y sus anhelos en esta etapa profesional al frente de La Champañería:
«Cuando levanto la persiana, la sensación que tengo es, otro día más, y que cada día es un día más para empezar y para tener una nueva oportunidad para tener más clientes y para dar un buen servicio -explica Margarita-. La Champañería nace en el 2018, el quince de octubre, por eso estamos celebrando el segundo aniversario. La verdad es que cuando empezamos con esta aventura, no tenía ni idea de todo lo que me encontraría, pero bueno, hemos ido superando muchos obstáculos y dándole forma. En cuanto a estos dos años, a mí me gustaría, aprovechando el aniversario, agradecer a todas las personas que han intervenido en mi sueño de alguna manera, que han sido proveedores, evidentemente el equipo humano que ha formado parte de este proyecto y por supuesto los clientes, que eso es lo al final le va dando forma a un negocio, a un local o a La Champañería en definitiva.
Este local es un local de ocio, para que la gente se olvide de sus problemas y se olvide de sus historias, o de su vida cotidiana, y que se tome una cerveza tranquilo, en un sitio tranquilo, donde sabe que va a tener un buen trato y que va a comer bien y sin pagar un precio excesivamente caro.
A mí lo que más me apasiona es que cuando viene la gente y come, se levanta y me da las gracias porque han pasado un momento muy agradable, porque han comido muy bien y porque han estado muy agusto y eso es lo que te anima a continuar y a superar todo lo que te vas encontrando porque, bueno, te da una satisfacción personal porque hay mucho trabajo detrás.
Desde que nace La Champañería ha existido una evolución, porque nosotros no estamos parados. Hay platos que no han funcionado, hay platos que no estaban bien y hemos ido mejorando, luego lo que a mí me aporta La Champañería es mejorar cada día, intentar hacerlo… pues bueno, esto no funciona, lo quito, y haciendo pruebas.
Recordaros que el día 15 de octubre ya hacemos dos años, invitaros a que vengáis y a seguir compartiendo todos los momentos que hemos vivido estos dos años y que podamos seguir viviendo muchos más».