La moda de realizar una dieta baja en gluten se ha vuelto cada vez más común en la población general, sin embargo, aún no están claros los efectos de una reducción de los alimentos ricos en gluten, incluidos los cereales de trigo, cebada y centeno, en adultos sanos, según publica la web de noticias para celíacos infoceliaco.com.
Y es que según las conclusiones de un reciente estudio, en comparación con una dieta alta en gluten, una dieta baja en gluten induce cambios moderados en el microbioma intestinal, además de reducir el ayuno y la exhalación de hidrógeno posprandial, conduciendo a mejoras en la hinchazón autoinformada, lo cual viene a decir que mejora la salud de los celíacos, evitando los gases y las flatulencias, pero también en la de los no celíacos que han decidido seguir una dieta sin gluten.
De esta manera, según las conclusiones del estudio, estas observaciones sugieren que la mayoría de los efectos de una dieta baja en gluten en adultos no celíacos pueden deberse a cambios cualitativos en las fibras dietéticas.
El estudio, realizado en Dinamarca, consiste en un ensayo cruzado, aleatorizado y controlado en el que participaron 60 adultos daneses de mediana edad sin trastornos conocidos con dos intervenciones de 8 semanas que compararon una dieta baja en gluten (2 g de gluten por día) y una dieta alta en gluten (18 g de gluten al día), separados por un período de lavado de al menos seis semanas con la dieta habitual (12 g de gluten al día).
¿Qué es el microbioma humano?
La microbiota intestinal forma parte de los humanos desde el nacimiento y afecta al funcionamiento de todo el organismo. Consiste en una amplia variedad de bacterias, virus, hongos y otros animales unicelulares que viven en el cuerpo.
El microbioma es el nombre que se le da a todos los genes dentro de estas células microbianas.
Todos los seres humanos albergan entre 10 billones y 100 billones de células microbianas en una relación simbiótica. Esto beneficia tanto a los microbios como a sus anfitriones, siempre y cuando el cuerpo se encuentre en un estado saludable. Las estimaciones varían, pero podría haber más de 1.000 especies diferentes de microorganismos formando la microbiota humana.