Hace ocho meses, María Teresa López Hernández asumió la presidencia del Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de la Región Murcia y ha venido trabajando de manera interesa para visibilizar la profesión veterinaria, y para que la sociedad conozca la labor que realizan los veterinarios y veterinarias que trabajan en la Región de Murcia.
En la siguiente entrevista, se destacan los retos y desafíos a los que se enfrenta esta profesión sanitaria y subraya el empeño de la actual junta por “divulgarla y promocionar la profesión”.
-¿Qué balance podría describir de sus primeros ocho meses al frente de la familia veterinaria de la Región de Murcia?
Es un gran honor trabajar defendiendo y luchando por la profesión veterinaria murciana.
Están siendo unos meses muy duros, con mucho trabajo. Necesitamos dar visibilidad a la labor diaria de nuestros compañeros.
Queremos que la sociedad conozca realmente el trabajo que desempeñan, por eso estamos estableciendo nuevas líneas de comunicación tanto interna (mejorando la relación colegiado/colegio) como externa, de cara a la sociedad.
También pretendemos impulsar las redes sociales, que hoy en día son una de las mayores fuentes de información social, para tener una presencia activa en ellas.
-¿A qué retos y desafíos se enfrentan los veterinarios murcianos en tiempos del COVID-19?
Es muy importante resaltar que la veterinaria es una de las profesiones denominadas “esenciales”, de una importancia vital para la sociedad. De hecho, nunca, repito nunca, ni en el peor momento de la pandemia, hemos dejado de trabajar, pues teníamos y tenemos que asegurar la salubridad de los alimentos que consumimos y la salud de nuestros animales de compañía.
Nuestra profesión está sufriendo la pandemia del COVID-19 como cualquier otra profesión sanitaria: arriesgando sus vidas para asegurar el bienestar y la salud de los animales de abasto y compañía, controlando la salubridad de los alimentos que la sociedad ha de consumir, así como la trazabilidad de los mismos; inspeccionando plazas y mercados, lonjas y establecimientos de envasado de alimentos, establecimientos de restauración… y, casi siempre, con unas medidas de seguridad mínimas.
Otro reto, con pandemia o sin ella, como ya he dicho, es impulsar la divulgación y el conocimiento de nuestra profesión, dándole mayor visibilidad a través de los medios de comunicación y redes sociales.
Para nosotros es importante dar a conocer el trabajo que realizamos en distintos ámbitos como la producción, la seguridad alimentaria, las clínicas de pequeños animales, la investigación, en el área agroalimentaria, etcétera.
-¿Cuántos veterinarios están integrados en el Colegio? ¿Prevén la incorporación de más colegiados?
Actualmente hay colegiados más de 1.030 profesionales, pero somos muchos más en la Región.
Esperamos que las reformas y cambios en el modo de funcionamiento que estamos llevando a cabo, anime a nuestros compañeros no colegiados a hacerlo.
Al mismo tiempo queremos ser el faro que guíe a las nuevas generaciones de profesionales que egresan, cada año, de la magnífica Facultad de veterinaria que tenemos en nuestra Región.
-¿Cuáles son los proyectos en los que actualmente está trabajando su Colegio?
– Hemos colaborado con el Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz en su ordenanza de bienestar animal que está a punto de ver la luz. Asimismo, formamos parte de la mesa de bienestar animal del Ayuntamiento de Lorca, con la misma finalidad.
Estamos contactando con todos los ayuntamientos de nuestra Región, para establecer lazos de comunicación y colaboración.
Hemos mantenido una reunión de trabajo con el Hospital Clínico Veterinario de la UMU, con la finalidad de comenzar una serie de charlas que se realizarán a lo largo del año, destinado a los veterinarios de animales de compañía.
Estamos cambiando nuestras redes sociales y solucionando problemas menores de “intendencia”.
Pertenecemos al Comité Asesor de Caza.
Formamos parte de las reuniones técnicas de Interporc.
Formamos parte de la comisión consultiva del Consejo general de Colegios veterinarios para la elaboración de la nueva normativa sobre veterinario de explotación.
Considero que tenemos que estar en los lugares que nos corresponden, por conocimiento y profesionalidad.
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-¿La formación es otro capítulo muy importante para los veterinarios murcianos?
-Sí, por supuesto. Somos plenamente conscientes de que la formación es un “valor añadido” para nuestros colegiados. Por ende, ofrecemos cursos de distintas temáticas y estamos también trabajando para ofrecer formación procedente de empresas externas.
Debido a la pandemia que estamos viviendo actualmente, no nos ha quedado más remedio que apostar por la formación digital, y hasta ahora las actividades que hemos realizado en este sentido, han tenido un gran éxito de audiencia.
-¿Se están vacunando contra el COVID-19 los veterinarios murcianos?
-Sí, tenemos constancia de que ya se están vacunando a veterinarios y veterinarias en distintos puntos de nuestra Región. Además en las distintas reuniones que hemos mantenido con responsables de la Administración regional, hemos ofrecido nuestra ayuda y colaboración para la aplicación de las vacunas en la población.
-¿Hacia dónde camina la veterinaria murciana a corto y medio plazo?
Queremos que nuestro Colegio sea una institución activa, dinámica y participativa. En definitiva, que sirva para ayudar a los veterinarios murcianos en su trabajo diario. También queremos seguir desarrollando la comunicación, formación y la divulgación de nuestra actividad.
La veterinaria es una profesión histórica, hace siglos nos llamaban Albéitares, pero ya existíamos. Sin ir más lejos, es importante saber que la OIE (Organización Internacional de Epizootias, eminentemente veterinaria) es anterior a la OMS (organización mundial de la salud)
¿Hacia dónde se encamina?, creo que hay nuevos nichos de mercado por investigar y en los que participar.
Es una profesión histórica y versátil, con un gran futuro por delante.
-¿Qué futuro tiene, en su opinión, la profesión veterinaria?
Sin lugar a dudas, es una profesión muy enriquecedora, vocacional constructiva, y… muy dura.
Aprendemos todos los días. Eso, la hace fascinante y merece una vida ejercerla.
Creo que tiene un futuro brillante. Como ya he dicho, habrán nuevos nichos de mercado (medioambiente, resistencia antimicrobiana, control de enfermedades emergentes…) que hay que abrir y asegurar, pero ésta, mi profesión, es una profesión sanitaria que perdura y perdurará a través de los siglos.
En palabras de Louis Pasteur, “la medicina cura al hombre, la medicina veterinaria cura a la humanidad”.
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