Desde que comenzaron las auditorias en este campo, hace unas semanas, y hasta el momento, los inspectores han abierto expedientes por distintas deficiencias anti COVID a cinco establecimientos y se han visto obligados a cerrar un local.
Los trabajos de inspección suelen desarrollarlos principalmente en los días del fin de semana que es cuando más movimiento y actividad tienen este tipo de establecimientos. La mayoría de las inspecciones las realizan en horario nocturno, hasta las 2.00 horas de la madrugada, con el fin de comprobar el cumplimiento del horario de cierre.
Según publica La Opinión, «desde la Consejería de Salud destacan el alto grado de cumplimiento, en general, por parte del sector de la hostelería de las medidas para la prevención del COVID. No obstante, las incidencias que el inspector detecta son puestas en conocimiento de los responsables del local y son subsanadas de inmediato.
En estos casos se avisa de las distancias insuficientes entre mesas, falta de señalización, utilización inadecuada de dispositivos tipo cachimba, excesos de aforo, entre otros aspectos».
En los casos de incumplimiento de medidas de forma grave, se propone el apercibimiento o el inicio de expediente sancionador al local. En esta situación se encuentran actualmente cinco establecimientos, a los que Salud Pública ha abierto expediente por no cumplir las medidas.
No obstante, también se registran casos muy graves en los que incluso se propone el cese de la actividad como le ha sucedido a un local, «en donde a la ausencia de medidas anti COVID se unía las deficientes medidas de higiene general», por lo que los inspectores han procedido a decretar su cierre.
La Consejería señala que este tipo de inspecciones se basan en controles oficiales para verificar el cumplimiento de las medidas establecidas en la normativa vigente.
En las visitas analizan temas como que las actividades de restauración y hostelería son compatibles con la licencia del establecimiento; se controlan los aforos máximos del interior de los locales destinados a restauración (salones de celebraciones), así como la cantidad y distancia de las mesas (tanto en interior como en el exterior); se vigilan el cumplimiento del uso obligatorio de las mascarillas; el cierre del interior de locales de ocio nocturno y discotecas, salas de baile, pubs y bares de copas con y sin actuaciones musicales en directo, así como la utlización, o n o, del servicio de barra. Los inspectores de Salud Pública de la Consejería de Salud también revisan si el establecimiento aplica un Plan de Contingencia frente al COVID-19, como marca la normativa.