El dicho popular «No hay nada nuevo bajo el sol», o el más popular todavía «Está todo inventado», lo podemos corroborar casi a diario… y es fácil, perdón por el símil escatológico que voy a soltar a continuación, que cuando llegamos al más recóndito paraje al que creemos ser los primeros en visitar, es fácil que nos encontremos que poco antes, alguien ya estuvo por allí ‘haciendo sus necesidades’. Hoy, en LasGastrocrónicas.com traemos un gastronómico ejemplo de ello, concretamente vamos a hablar de la etiqueta de una antigua marca de pimentón murciano, ‘El Pregonero’.
Hablando de etiquetas, concretamente de contra etiquetas, hace unos años, se hizo viral en redes sociales la de un vino murciano, Monastrellisimo, -lanzado hace unos años por Jesús Moreno, artífice de Viníssimo-, que dio la vuelta a Internet al explicar las características de su vino jumillano: «Tinto de fuerte color, rojo púrpura intenso con ribetes violáceos, muy expresivo y afrutado en nariz con taninos vivos en boca y con gran estructura. Como si te digo que… unos leperos vampiros, de buena familia, lo recolectan sólo en noches de apareamiento del cernícalo real mientras escuchan a Chiquetete (los leperos). Acto seguido se fermenta en barricas de tungsteno construidas por glamurosos enanos carlistas con crestas de colores. Te lo vas a creer igual».
Y es que uno de los lugares donde mejor podemos publicitar nuestros productos es en su propio envase y, donde más barato resultará hacerlo, es en sus propias etiquetas.
Y es que en las etiquetas encontramos textos de todo tipo. Unos son informativos, otros estrafalarios, algunos simplemente disparatados y también sobreviven unos cuantos que, llegan cargados de tanta poesía, que finalmente son tan insípidas como que no aportan casi nada. Y es que el mundo del etiquetado de productos es fascinante y en muchas ocasiones pasa totalmente desapercibido incluso para los propios clientes del producto.
Y no hablamos solamente de la información legal, que es de obligado cumplimiento. En algún que otro zumo de frutas hemos podido encontrar, cuando hablan del contenido, que incluye «mogollón» de fruta; en otros, se lo toman con más humor y, para explicar que el contenido de zumo natural es irrisorio, declaran que contiene «El zumo de ½ frambuesa, zumo de ½ fresa y zumo de 3 uvas», encima, esta marca también fabrica en Murcia, alucinante!!!.
Además de las advertencias legales, en muchas etiquetas aparece más información de la que sería necesaria y son muchas las ocasiones en las que al leer esos textos no nos quedará más remedio que soltar una tremenda carcajada, como es el caso del pimentón ‘El Pregonero’.
Porque algunos ejemplos son de lo más atroz, como le ocurre a la etiqueta antes mencionada del pimentón murciano, de Espinardo, producido por Francisco Navarro Conesa (’Paco Navarro’). Exportador de pimentón, azafrán, almendra, semilla de alfalfa y demás artículos del país, con cuenta corriente en el Banco de España, Banco Hispano Americano, Banco Central, Banco Internacional de Industria y Comercia y Banco Español de Crédito.
Paco Navarro, según hemos podido descubrir en alguna publicidad de la época, concretamente un anuncio de 1927 publicado en ‘España en la mano‘, (anuario ilustrado de la riqueza industrial y artística de la nación), también tenía una fábrica de sogas y lías de esparto en Ricote; su dirección telegráfica era «PREGONERO» y su teléfono en Espinardo era el número 1819.
Hace unos días, el corresponsal de La Opinión en Ricote, Alberto Guillamón Salcedo, nos descubría la fotografía de una antigua lata de pimentón ‘El Pregonero’ donde encontramos su sorprendente etiqueta y algún dato de su creador. «(…)El hijo de Jesús de Miguel (’el Quijote’), que Juan Antonio Palazón Bermejo, su bisabuelo, se casó, de segundas, con la tía Encarnación (Guillamón Moreno, que lo que abunda no daña) con la que tuvo dos hijas, de constitución física y caracteres, totalmente opuestos, Justa y Caridad. Soltera la primera y casada sin hijos la última, con el ya referido, Francisco Navarro Conesa (’Paco Navarro’).
Exportador de pimentón, cuya marca registrada más sonada fue ‘el Pregonero’ (pimiento extra, fino y dulce) en cuyo bote, de forma cuadrangular y vistosos colores, lucía el siguiente texto:
«Mi pimentón está fabricado con los peores pimientos, pero probarlos es aceptarlos para siempre»·
(Un oximorón*, diríamos ahora, en toda regla)».
(*) Oximorón: Figura lógica que consiste en usar dos conceptos de significado opuesto en una sola expresión,1 que genera un tercer concepto.
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