El popular hostelero y alma de ‘La Távola’ que ha fallecido inesperadamente, deja un legado de sabor y pasión
Murcia despide con profundo pesar a Andrés Cutillas Pacheco, querido hostelero y gerente de las conocidas pizzerías ‘La Távola’, quien falleció el martes 11 de febrero de 2025 tras sufrir un inesperado derrame cerebral el pasado sábado. La noticia ha conmocionado al sector de la hostelería murciana, donde era conocido y muy querido no solo por su talento culinario sino también por su carácter afable y cercano.
A lo largo de casi cinco décadas, Andrés construyó un legado gastronómico que marcó a generaciones de murcianos. Su carrera comenzó en 1976 como botones en el Rincón de Pepe, un primer paso que lo llevó a trabajar en el chino Me Hua, amasar pizzas en La Cabaña de San Pedro del Pinatar, encargarse de La Tarantella y ser socio de San Doménico durante ocho años. Pero fue con la creación de La Távola cuando su nombre quedó grabado en la memoria culinaria de Murcia.
Con el apoyo incondicional de su esposa, Alicia Paños, y sus hijos Andrés y Luz, Andrés Cutillas supo mantener viva la esencia de la auténtica pizza italiana, elaborada con harina importada de Italia y queso cien por cien mozzarella, amasada a mano y cocinada a la vista de los clientes. La calidad era su máxima, como él mismo afirmaba: «Preferimos gastar en harina el doble de lo que costarían harinas más normales porque nuestra máxima es la calidad del producto que ofrecemos».
Desde sus inicios en la calle Fuensanta junto a la Catedral, pasando por El Ranero como horno de pizzas para llevar, hasta el actual local en la Avenida Marqués de los Vélez, La Távola ha sabido evolucionar sin perder su esencia. Su oferta gastronómica incluye no solo sus famosas pizzas, sino también platos italianos tradicionales como risotto de setas, fiocchis de pera y queso y su popular lasaña casera.
El legado de Andrés no solo reside en sus recetas, sino también en su capacidad de crear un ambiente familiar y acogedor. La lealtad de su equipo, que comenzó con Tete, Omar, Salvatore, Gladys, Ana, Andrés y Pablo como pilares fundamentales, es reflejo de su liderazgo humano y cercano.
Casado y padre de dos hijos, Andrés era un hombre de familia que supo combinar su pasión por la gastronomía con el amor por los suyos.
Sus restos serán incinerados esta tarde en una ceremonia íntima. Desde ayer, decenas de hosteleros y amigos se han acercado al Tanatorio Arco Iris para despedir a un hombre que transformó el concepto de la pizza en Murcia, creando un rincón italiano donde cada bocado contaba una historia de dedicación y pasión.
Murcia pierde a un maestro pizzero, pero su legado perdurará en cada horno encendido, en cada masa trabajada a mano y en cada sonrisa satisfecha de sus clientes.
En su página de Facebook podemos leer su frase de presentación:
«Ha estudiado DIGNIDAD en la calle se aprende mas que en el colegio».
Descansa en paz, Andrés Cutillas. Tu sabor y tu espíritu permanecerán siempre en La Távola y en el corazón de Murcia.