El sector apuesta por la Inteligencia Artificial y mercados emergentes en Latinoamérica para paliar la problemática de los aranceles
Por Helena Molero/Valladolid
Bodegueros, enólogos y profesores universitarios se han reunido en Valladolid para debatir sobre desafíos y oportunidades que aguardan al sector del vino español: cambio climático, los aranceles estadounidenses, el cambio de tendencias en el consumidor y nuevos formatos, como tapones de rosca y vinos en lata.
En esta puesta en común, se consideró a la Inteligencia Artificial como mejor aliada para ayudar tanto en viñedo como en bodega. Y se citó a los mercados emergentes de Latinoamérica como posible destino de exportación ante el frente abierto con los aranceles de Trump. En su 14 edición, este curso de verano, bajo el lema “La trastienda del vino”, ha estado organizado por la Universidad Europa Miguel de Cervantes de Valladolid.
Sobre las señales evidentes del cambio climático en el viñedo, Sara Bañuelos, gerente y directora técnica de Bodegas Ramón Bilbao, advirtió que se nota en el adelanto de la cosecha y la necesidad de estar más atentos a ese momento. “El sector del vino está acostumbrado a adaptarse cada año a nuevas condiciones”. Por otro lado, considera que el consumidor es más exigente que nunca y quiere cambios más rápidos. Busca tendencias y productos más saludables”.
Explicó que, tanto en La Rioja como en Rueda, desde Ramón Bilbao “hemos hecho búsqueda de viñedos en altitud y cambios de variedades. Estamos más enfocados en la garnacha para sustituir o dar compañía a esa tempranillo que no se adapta tan bien a las condiciones que tenemos ahora”.
El cambio climático se está observando en la subida del grado alcohólico en la mayoría de los vinos. “Pero es cierto que dentro de las bodegas trabajamos para que eso no ocurra, intentamos modificar nuestras rutas de control en el campo, haciendo menos deshojados, cubriendo más los racimos para evitar que ese grado suba, como aparentemente parece que va a pasar”. “Y es cierto -añade- que todavía el efecto dentro de la bodega no se está viendo. Al final intentas mantener tu perfil, y la tecnología que tienen las bodegas es suficiente para hacerlo. Hay que manejar el viñedo para que lo que llegue a la bodega se parezca a lo que teníamos”.
Ante la crisis de los aranceles de EE. UU, Bodegas Ramón Bilbao apuesta por un mercado emergente, como es Colombia. “Tras la pandemia, pusimos el foco en ese país, nos centramos ahí y, hoy por hoy, es el primer mercado de exportación para los vinos blancos. Es un mercado emergente en el que hemos llegado en el momento adecuado y con el producto adecuado”.
Colombia, Brasil, Perú y Venezuela son algunos de los mercados emergentes en Latinoamérica que están demandando conocimiento del vino y tienen una gran gastronomía que se puede combinar con vinos.
El gerente de la D.O. Cigales, Raúl Escudero, aseguró que la inteligencia artificial «nos va a dar ese punto extra de innovación dentro de las bodegas. Queda mucho por recorrer, pero creo que si me quedase con una innovación sería la aplicación de la inteligencia artificial, incluso aplicada en el viñedo, porque ya hay programas que con inteligencia artificial también se hacen predicciones”.
Bodegas Cuatro Rayas, sede del foro mundial de cooperativas
Cuando se cumplen 90 años de Bodegas Cuatro Rayas, su director gerente, Vicente Orihuela, hizo un recorrido histórico por esta cooperativa castellana y sus señas de identidad: “Creo que el sector del vino está para crear empleo y riqueza en los entornos rurales y no para crear egos, que es lo que suele pasar”. Cuatro Rayas forma parte del foro mundial de cooperativas y es además su sede jurídica permanente.
Bodegas Cuatro Rayas tiene un impacto económico de más de 33 millones de euros y cuenta con 700 trabajadores.
Accesibilidad en el Sector del Vino
En la mesa redonda “Vino y Accesibilidad” fue presentado el proyecto Erasmus Plus, que en colaboración con seis socios europeos, busca poner en valor el patrimonio histórico en el medio rural. El proyecto liderado por España está en una bodega de Toro, “La niña bonita”. Se han creado imágenes panorámicas de 360 grados de la bodega, con locuciones y textos sencillos, accesibles y traducidos a varios idiomas, según explicó Elena Nieto, de la Ruta del Vino de Toro. Este proyecto permite una visita virtual desde cualquier lugar del mundo, haciendo accesible la experiencia a personas con movilidad reducida o sensorialmente limitadas.
Por su parte, Bodegas Cuatro Rayas ha incorporado Braille en la etiqueta de su vino orgánico Green Social Verdejo, permitiendo a personas con discapacidad visual acceder a la información del producto.
Iniciativas Solidarias en el Sector del Vino
El sector del vino está comprometido con la sociedad a través de iniciativas solidarias y responsables. Clara Concejo, de Bodega Vega Clara, como “madre coraje” dio a conocer su propia experiencia personal tras detectarle a su hijo de corta edad la diabetes Mellitus tipo 1. Se movilizó en su propio ámbito, creando un vino de gran calidad, D’ACAN Vega Clara 2016 (Ribera del Duero), Crianza 18 meses. La recaudación de sus ventas se dona íntegramente a una entidad investigadora de EE.UU. (Diabetes Research Institute).
Por su parte, Fernando Villaba, de bodegas Protos, habló del “Brindis Solidario” que patrocina su marca a través de redes sociales. Es el propio público el que vota el proyecto que finalmente patrocina la bodega.
La Fundación Emilio Moro fue creada en 2008, reflejando el compromiso de Bodegas Emilio Moro con la responsabilidad social. Lleva a cabo proyectos solidarios para mejorar la calidad de vida de grupos vulnerables. Su plan estratégico 2023-2025, elaborado con la participación de empleados y grupos de interés, se centra en salud, igualdad, inclusión social y lucha contra el hambre, según explica Vanessa Valero, directora de Responsabilidad Social Corporativa de Emilio Moro.
Nuevos formatos: tapones de rosca y vinos en lata
La mesa redonda “El sector se transforma desde dentro” abordó la evolución del envasado del vino, desde los tradicionales tapones de corcho hasta las alternativas modernas como los tapones de rosca y las latas. Se destacó la importancia de adaptarse a las nuevas tendencias del mercado y de hacer el vino más accesible y disfrutable para un público más amplio.
Según explicó David Losantos, director general de Bodegas Marqués de Cáceres, el tapón de rosca no fue un invento comercial, sino una necesidad que Australia y Nueva Zelanda tuvo que desarrollar para evitar el problema tan importante de contaminación que tuvieron con el corcho, ya los vinos se vieron muy perjudicados. Bodegas Marqués de Cáceres, con larga tradición en La Rioja, desembarcó en 2014 para elaborar verdejos en Rueda. Es la bodega que más botellas de vino con tapón de rosca comercializa en esta denominación de origen. “Nosotros somos una empresa que tenemos en 140 países nuestras bases de internacionalización. Y aunque pueda parecer que somos una marca tradicional y conservadora, evidentemente tenemos que ir adaptándonos a las nuevas tendencias del mercado”.
Por su parte, a Miguel Ángel Poveda, cofundador de Bodega Las Cuatro Tes, habló de su experiencia en la elaboración de vinos en lata (frizzante verdejo 5.5 en lata). “Creemos que nuestro sector está mucho en eventos, en catering, street food, mucho vínculo al mundo del deporte, al espacio al aire libre. Creo que el concepto de vino en lata, y sobre todo el carbónico, tiene que ocupar el espacio de la cerveza, el refresco y el vino. En el fondo no deja de ser un refresco de vino, porque tiene 5.5 grados. El vino en lata ha venido para quedarse. El mercado está más maduro en países nórdicos, Alemania, Irlanda, Londres, Estados Unidos y Australia”.
Helena Molero es periodista