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GASTROCRONICAS

«Cinco años de alma, sartén y complicidad»: La Bodeguita de Javi Gracia celebró su quinto aniversario con una noche de emociones, nombres propios y jamón de bellota

En una cena-cóctel íntima y cargada de afecto, el equipo, proveedores y amigos —entre ellos casi toda la Asociación ‘Se almuerza hoy?’— elevaron brindis por un proyecto que nació en plena pandemia y hoy se codea con los grandes de la gastronomía murciana


 

El pasado jueves 27 de noviembre, mientras la ciudad se preparaba para el Black Friday y el inicio del calendario navideño, en la Plaza Raimundo González Frutos y la Calle San Antonio se tejía una historia muy distinta: una de gratitud, esfuerzo compartido y celebración íntima.

Allí, en La Bodeguita de Javi Gracia, se cumplían cinco años desde su apertura en octubre de 2020 —un estreno en plena tormenta—, y la familia del restaurante decidió conmemorarlo con una cena-cóctel privada, sin anuncios en redes, sin prensa oficial, solo con quienes, en palabras del propio Javi, «han creído, apostado y aguantado».

La velada, que comenzó a las 20:30 horas, reunió a casi la totalidad de los miembros de la Asociación Gastronómica ‘Se almuerza hoy?’, además de proveedores clave, colaboradores históricos y caras habituales en barra y terraza. Entre los asistentes figuraban nombres como Paco Jiménez, José María Leal, Pepe Galletas, Antonio, Pencho, Gonzalo, Luis Orive, Tony Fornet, Felipe, Sergio y Esther, Javi Campuzano y Mª José, Pepe Almela, Víctor, Juanini y Rafael, el alma operativa del local —a quien Javi pidió, entre risas, «dejar de servir y ven para acá»—.

Pero la noche tuvo un segundo motivo de alegría: también era el cumpleaños de Kena, la empleada más veterana —«la única que ha estado desde el primer día», según destacó Gracia—, a quien el equipo sorprendió con una tarta, el tradicional «cumpleaños feliz» y, en su honor, el simbólico «millón de euros»: una placa de chocolate con su nombre y una frase que arrancó aplausos y lágrimas: «Porque es una chica excelente, y siempre lo será».

Al micrófono, Javi Gracia, visiblemente emocionado, hizo un repaso sincero y sin artificios de estos cinco años:

«Han sido duros. Muy duros. El primer año, cerrados por decreto. Sin barra. Con un museo vecino que exigía silencio. Con clientes que no nos conocían. Pero a partir de 2022, algo cambió. El boca a boca se extendió. La gente empezó a venir no solo a comer, sino a sentirse en casa».

Y ahí radicó, según su discurso, la clave del éxito: no en buscar premios ni estrellas, sino en tejer comunidad.

«Este es un negocio que dibujamos con el alma. No se trata solo de dar de comer. Se trata de que la gente entre y diga: ‘aquí me reconocen’. Que piensen: ‘vuelvo porque aquí soy bienvenido, porque me sirven cosas buenas, caseras, hechas con cariño’».




Agradeció, uno por uno, a su equipo: a Wendy, John, Rodrigo, Mari, Harold, Ginés —«el mejor cantador de Japón del pueblo», bromeó—, a Lorena, cuya historia con él comenzó «sirviéndome en un chiringuito», y, sobre todo, a Rosa, su mujer y socia silenciosa, sin cuya fortaleza, dijo, «esto no habría sido posible».

También dedicó palabras a sus proveedores, especialmente a Paco Jiménez, presente desde antes de la apertura y hoy responsable de recursos humanos, y a José María Leal, «un goleador, como indica su apellido».

«Ustedes confiaron en mí cuando nadie lo hacía. Y hoy somos un equipo de casi una veintena de personas. Hemos crecido. Y eso, en hostelería, es un milagro».

La velada, que se desarrolló de pie, al estilo de los mejores córners barceloneses, ofrecía un cóctel gourmet con tapas cuidadas: dátiles con bacon, montaditos de atún y pollo campero, marineras, huevas de mújol con almendras —un homenaje a la tradición murciana—, y un jamón de bellota recién cortado que perfumó toda la sala. La música, a cargo de un DJ y una cantante y un guitarrista en directo, invitaba a bailar, charlar y recordar anécdotas de estos años: el primer servicio, el día del corte de luz, la primera crítica positiva, el primer cliente que volvió… y volvió… y volvió.

Al finalizar su intervención, Javi dejó una frase que resonó con fuerza entre los presentes:

«La buena noticia es que todo aquí sigue siendo mejorable. Lo peor sería que yo dijera que ya no hay nada que hacer. Pero tenemos ilusión. Muchísima. Y eso, en estos tiempos, es el mayor de los lujos».

Con cinco años a sus espaldas —nacidos en la incertidumbre, forjados en la resistencia y consolidados en la lealtad—, La Bodeguita ya no es solo un restaurante de tapeo en el centro de Murcia. Es un espacio de pertenencia. Un rincón donde el producto de la huerta, el mar y la sierra se sirve con generosidad, donde los vinos de Jumilla y Ribera comparten mesa con risas compartidas, y donde —como demostró esa noche— el verdadero sabor no está solo en el plato, sino en las historias que lo acompañan.

«No pretendemos premios. Pretendemos que el premio sea que la gente vuelva».
— Javi Gracia, 27 de noviembre de 2025.

  • 📍 La Bodeguita de Javi Gracia — Calle San Antonio, 5 (Plaza Raimundo González Frutos), Murcia
  • 🍷 Especialidad: tapas murcianas, arroces, guisos de cuchara y una bodega con más de 100 referencias
  • 📸 #LaBodeguita5Años #MurciaGastronómica #JaviGracia #HosteleríaConAlma







 


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