Una selecta cata maridaje en el restaurante Vinile reunió a diez comensales para viajar por las regiones vinícolas de Italia, de la mano del experto en vinos italianos Mássimo Ceccherini y los anfitriones Michela y Luca
Anoche, el pequeño pero acogedor restaurante Vinile, ubicado en la emblemática Plaza Mayor de Murcia, se convirtió en escenario de una experiencia sensorial que transportó a sus comensales desde el norte hasta el centro de Italia, a través de cuatro vinos cuidadosamente seleccionados y platos que fusionaron tradición y creatividad. La velada, organizada por Mássimo Ceccherini —experto en vinos italianos de La Mariposa de Fran y fundador de Máx Wines Italian Style, empresa murciana especializada en la importación y distribución de vinos y productos artesanales italianos—, reunió a una decena de invitados en torno a una mesa donde el vino no solo se bebió, sino que se escuchó, olió y saboreó.
LasGastrocronicas.com asistió a la cena maridaje para realizar esta amplia galería fotográfica:
Murcia vibró al ritmo de los viñedos transalpinos en una noche de auténtica esencia italiana
La cita, que comenzó puntualmente a las 20:30 horas, marcó la sexta edición de las catas maridaje que Ceccherini ha venido desarrollando en Vinile desde que este local abriera sus puertas en enero de 2025. Regentado por la pareja de hosteleros italianos Michela y Luca, el nombre del establecimiento es un juego de palabras entre “vinilo” —en alusión a los discos de música que ambientan el espacio— y “vino”, reflejando su triple pasión: la enología, la música y la cultura italiana en todas sus formas.
Desde el primer trago, la noche prometía ser memorable. Se inició con un elegante Prosecco Superiore Valdobbiadene “Serena” del Véneto, burbujeante y fresco, acompañado de una “bombetta” de provolone rellena de speck —una delicia ahumada y cremosa que preparó el propio Luca—. La armonía entre la ligereza del espumoso y la intensidad del embutido italiano marcó el tono de una velada donde cada maridaje fue pensado con precisión casi poética.
La segunda parada fue en el Friuli-Venezia Giulia, con un Ribolla Gialla de la bodega Borgo dei Vassalli: un vino blanco mineral y vibrante que se encontró con un inesperado pero brillante acompañante: un arroz con curry y verduras, plato que demostró la versatilidad de la cocina de Vinile para dialogar con lo clásico sin perder su identidad italiana.
El recorrido continuó en la Toscana, con un robusto Chianti de Petriolo, cuyos taninos suaves y notas de cereza madura se fundieron a la perfección con un crostino tostado coronado con salchicha fresca y queso fundido, una propuesta sencilla pero profundamente sabrosa.
Finalmente, el viaje culminó en los viñedos de los Apeninos, con un Montepulciano d’Abruzzo “Collesecco”, vino intenso y carnoso que abrazó una crêpe gratinada con mix de setas silvestres y bechamel, un plato que evocó los bosques otoñales de la región y anticipó el próximo gran proyecto de Ceccherini: una cena temática “Menú Abruzzo” que se celebrará el 26 de noviembre en La Mariposa de Fran, con el respaldo de la Embajada de Italia en España.
Al concluir la cata, Michela y Luca, visiblemente emocionados por la calidez del encuentro, invitaron a los asistentes a brindar con limoncello casero, ese licor cítrico que cierra con dulzura cualquier celebración en la península itálica y otros licores italianos. Entre risas, brindis y anécdotas compartidas, los comensales posaron juntos ante la fachada de Vinile, inmortalizando una noche que fue mucho más que una degustación: fue un homenaje a la amistad, al arte de la mesa y al puente cultural que, desde Murcia, construyen apasionados como Mássimo, Michela y Luca.
Con su propuesta de “tablas, música y vino”, Vinile no solo ofrece aperitivos al estilo italiano, sino momentos. Y anoche, bajo la luz cálida de la Plaza Mayor, Murcia se sintió, por unas horas, un rincón de Italia.
