La red delictiva operaba en varios establecimientos kebabs, donde se empleaba a trabajadores en situación precaria y sin permisos legales
La Policía Nacional ha procedido a la detención de un empresario de 41 años, de origen pakistaní, propietario de varios establecimientos kebabs en Yecla y Biar (Alicante), tras ser acusado de explotación laboral y favorecimiento de la inmigración irregular. Las investigaciones, iniciadas en marzo de este año, revelaron una red organizada que reclutaba a ciudadanos extranjeros en situación de vulnerabilidad para trabajar bajo condiciones laborales indignas.
El caso salió a la luz gracias a la denuncia de un trabajador que aseguró haber sido despojado de su documentación personal y otros efectos tras aceptar un empleo ofrecido por el empresario. Según las pesquisas realizadas, el detenido contactaba con compatriotas en situación irregular, a quienes atraía con la promesa de trabajo en España, pero bajo condiciones extremadamente precarias. Muchos de estos empleados carecían de contrato laboral, no estaban dados de alta en la Seguridad Social y, en algunos casos, únicamente recibían alojamiento y comida a cambio de jornadas laborales extenuantes.
Durante los operativos policiales, llevados a cabo en colaboración con agentes de la Comisaría de Yecla, la Unidad Adscrita de la Policía Nacional en la Comunidad Valenciana y las Inspecciones de Trabajo y Seguridad Social de Murcia y Alicante, se inspeccionaron varios locales kebabs propiedad del empresario. En ellos se constató que la mayoría de los trabajadores carecían de permisos de residencia o trabajo válidos, e incluso se identificó a dos menores de edad, de 17 y 15 años, entre el personal empleado.
La intervención permitió la detención de un total de ocho personas, incluyendo al principal investigado, al que se le imputan delitos contra los derechos de los trabajadores y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Además, se arrestó a un varón de origen marroquí por falsedad documental y a otras seis personas por infringir la Ley de Extranjería.
Las autoridades destacaron que esta operación subraya la importancia de combatir conductas que vulneran los derechos laborales y humanos, garantizando la protección de los trabajadores más vulnerables. Diego Seral, portavoz policial, explicó que «la denuncia de uno de los empleados fue clave para desmantelar esta red que operaba al margen de la ley».
El caso ha generado preocupación en la comunidad local y pone de manifiesto la necesidad de reforzar los controles en el sector hostelero para evitar situaciones similares en el futuro.