La lucha contra la obesidad pasa por una dieta equilibrada y el impulso de sistemas alimentarios más saludables
Cada 4 de marzo, el Día Mundial de la Obesidad pone el foco en uno de los mayores desafíos de la salud pública actual: el crecimiento imparable del sobrepeso y la obesidad a nivel global. Más allá de un problema estético, esta enfermedad crónica está vinculada con afecciones graves como la diabetes tipo II, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
El 2025, bajo el lema «Pongamos el foco en los sistemas«, la campaña internacional busca alejarse de la idea de que la obesidad es solo una cuestión de responsabilidad individual. En su lugar, pretende destacar el impacto de los sistemas alimentarios, las políticas de salud, la publicidad y la disponibilidad de productos nutritivos en la dieta diaria.
🍎 Nutrición y gastronomía: claves para combatir la obesidad
La obesidad tiene un origen multifactorial, pero la alimentación sigue siendo el pilar fundamental en su prevención. En un mundo donde los productos ultraprocesados, ricos en grasas, azúcares y sodio dominan las estanterías de los supermercados, recuperar una alimentación basada en ingredientes frescos, de temporada y mínimamente procesados es esencial.
Los expertos coinciden en que adoptar una dieta mediterránea, reconocida como una de las más saludables del mundo, puede ser una estrategia efectiva para reducir el sobrepeso. Este modelo alimenticio, basado en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, pescado, frutos secos y aceite de oliva virgen extra, no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también reduce el riesgo de enfermedades crónicas.
Por otro lado, la gastronomía puede ser un aliado en la educación nutricional. Restaurantes, chefs y marcas pueden contribuir ofreciendo opciones equilibradas y atractivas que fomenten hábitos saludables sin sacrificar el placer de comer bien.
🚶♂️ Más allá de la dieta: el papel del ejercicio y el estilo de vida
Junto con la alimentación, la actividad física regular es clave para prevenir la obesidad. El sedentarismo, cada vez más extendido debido a largas jornadas frente al ordenador y la falta de movimiento en el día a día, es uno de los factores que más favorecen la acumulación de grasa corporal.
Realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana, caminar más, reducir el tiempo sentado y fomentar entornos que promuevan la movilidad son medidas esenciales para revertir esta tendencia.
🌍 Un problema global que necesita soluciones estructurales
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad se ha triplicado desde 1975, afectando a más de 1.900 millones de adultos y 340 millones de niños y adolescentes en todo el mundo. A pesar de esto, los sistemas de salud y las políticas gubernamentales aún no han conseguido frenar su avance.
La campaña de 2025 insiste en la necesidad de políticas que faciliten el acceso a alimentos saludables, regulaciones más estrictas sobre la publicidad de comida ultraprocesada y estrategias educativas que enseñen a las nuevas generaciones a alimentarse mejor.
En este Día Mundial de la Obesidad, el llamado a la acción es claro: es hora de transformar la manera en que producimos, distribuimos y consumimos los alimentos. Solo con un cambio real en nuestro entorno podremos construir un futuro más saludable para todos.
