Una cerveza artesanal en edición limitada —oscura, tostada y con matices de miel, chocolate y frutos secos— se sirve exclusivamente en barril en los mercadillos de Murcia y Cartagena: cada caña, a 2 euros, se transforma en ayuda directa para familias vulnerables
Este viernes 5 de diciembre, Estrella de Levante dio a conocer su Cerveza de Navidad 2025, una propuesta singular que une maestría cervecera y compromiso social en una sola copa.
Se trata de una Brown Ale 100 % malta, elaborada en tirada limitada por los maestros cerveceros de su fábrica en Espinardo, con una graduación elevada, un tono ámbar-profundo casi cobrizo y una textura envolvente que despliega, en cada trago, un abanico de sensaciones: dulzor equilibrado, evocaciones a nuez tostada, miel de romero, cacao puro y galleta biscuit, todo envuelto en una suavidad sedosa y una persistente nota tostada que redondea el paladar.
LasGastrocronicas.com asistió a la presentación para realizar esta amplia galería fotográfica:
A diferencia de ediciones anteriores, esta cerveza no se comercializará en botella ni lata, sino que se ofrecerá únicamente en formato de barril, como una experiencia efímera y colectiva, reservada a tres emplazamientos emblemáticos de la temporada: el Mercadillo de La Glorieta y el de La Redonda, en Murcia, y el Mercadillo del Puerto, en Cartagena. Allí, por un precio simbólico de 2 euros la caña, el público podrá degustar esta creación especial —ideal para maridar turrones, mantecados, estofados o olla gitana— sabiendo que cada sorbo contribuye directamente a una causa esencial.
En efecto, la totalidad de lo recaudado se destinará al Banco de Alimentos del Segura, institución clave en la red de protección alimentaria regional. De este modo, la iniciativa refuerza un compromiso que, con los años, se ha convertido en tradición: transformar un producto de placer en un gesto de responsabilidad.
Yayo Delgado, responsable de Comunicación y Relaciones Externas de la marca, subrayó el doble valor de la propuesta: «Esta cerveza nace del cuidado por el detalle y el respeto por la materia prima, pero también del convencimiento de que las empresas tienen un papel activo en su entorno.
No se trata solo de elaborar una cerveza diferente —se trata de que esa diferencia tenga sentido». Y añadió: «Que alguien elija esta caña en medio del bullicio del mercadillo, en una tarde fría de diciembre, es, al mismo tiempo, un acto de disfrute y de generosidad. Y eso, en Navidad, tiene un sabor muy especial».
Con esta edición, Estrella de Levante reafirma su vocación de proximidad: no solo como cerveza de la Región, sino como motor de cohesión social, demostrando que, incluso en los brindis, la Navidad puede —y debe— tener un propósito.
