A los 79 años, el malagueño que convirtió un “barecillo chico” en un rincón de Andalucía en el corazón de Murcia deja un legado de sabor, alegría y fandangos en la solapa.
Murcia despide con el corazón encogido a José “Pepe” Rubiales Cortés, alma, fundador y espíritu indomable del Parlamento Andaluz, quien falleció este domingo a los 79 años de edad. Natural de Atajate, en la serranía malagueña, Pepe supo trasplantar con maestría el alma de su tierra al centro de la capital murciana, creando no solo un local, sino un hogar para generaciones de comensales que encontraron en sus bocadillos, sus chistes en el baño y su sonrisa inconfundible un refugio de alegría auténtica.
En 1994 abrió las puertas de un pequeño bar junto al Teatro Romea. Él solo, con sus manos, su sombrero de ala ancha y un clavel rosa reventón en la solapa, servía embutidos, aceitunas y los primeros esbozos de lo que serían sus míticos bocadillos: el parlamentario, el tránsfuga, el mollete de Antequera… creaciones que pronto trascendieron el mostrador para convertirse en símbolos de una filosofía gastronómica hecha de raíces, ingenio y cariño.
Aunque llevaba años retirado de la gestión diaria —dejando el testigo en manos de su hijo José María—, Pepe nunca abandonó su rincón en el Parlamento. Allí seguía, bastón en mano pero ánimo intacto, recitando fandangos, compartiendo un Barbadillo o recordando con orgullo que su casa “no moriría con él”. Y así ha sido: su legado perdura en cinco locales de tapeo, en un restaurante en la plaza de Julián Romea, en El Palco, y, sobre todo, en los corazones de quienes lo conocieron.
Hombre de temple, superviviente de un aneurisma y un cáncer, vivió con la máxima que tanto admiraba de Rocío Jurado: “hasta la última gota de vida”. Su funeral tuvo lugar este lunes a las 19:00 horas en el Tanatorio de Jesús de Murcia, antes de emprender el último viaje de regreso a Atajate, su pueblo natal, donde descansará entre olivos y recuerdos.
Sus compañeros, amigos, clientes y la comunidad gastronómica murciana han expresado un profundo duelo. En señal de respeto, todos los establecimientos del grupo —Parlamento Andaluz y El Palco— permanecieron cerrados este lunes. Las redes se inundaron de mensajes que lo recuerdan como “un ejemplo de humildad”, “un hombre maravilloso que sacaba sonrisas hasta en los días grises” y, simplemente, “Presi”.
Pepe Rubiales no solo sirvió comida; sirvió identidad, afecto y cultura. Su ausencia deja un silencio en la barra, pero su eco —entre risas, coplas y el crujido de un buen bocadillo— seguirá resonando por siempre en cada rincón que él mismo hizo suyo.
En el programa especial del 28F de «AndalucesXEspaña» emitido el lunes 26 de febrero de 2018 en Canal Sur Televisión las cámaras de la Televisión regional andaluza viajaron hasta Murcia para conocer la historia de Pepe Rubiales. «Llevar 36 años en la capital murciana no ha impedido que este malagueño, de Atajate, celebre el Día de Andalucía cada año. Desde su bar de tapas, llamado El Palco del Parlamento Andaluz, Pepe acerca su tierra a todos los murcianos y andaluces afincados allí. El 28 de febrero, entre otras cosas, reparte claveles blancos y verdes y sirve productos andaluces», contaban.
Descanse en paz, Don Pepe. Su arte, su espíritu y su clavel andaluz jamás se marchitarán.
