La Procesión de la Soledad del Calvario y el desfile silente del Cristo del Refugio llenan de devoción las calles murcianas bajo un cielo estrellado
El Jueves Santo dejó una huella imborrable en la Ciudad de Murcia, donde dos procesiones cargadas de tradición recorrieron sus calles con solemnidad y fervor. El tiempo respetó estas celebraciones, permitiendo que ambos cortejos brillaran en una noche que quedará grabada en la memoria colectiva de los murcianos.
Antes de los desfiles, los Auroros huertanos no faltaron a su cita en la Plaza de San Agustín, un acto ancestral que cada año cuenta con más seguidores.
La primera en salir fue la Procesión de la Soledad del Calvario, organizada por la Archicofradía de la Sangre, que partió a las 18:30 horas desde la Iglesia Arciprestal de Nuestra Señora del Carmen. Este cortejo, caracterizado por sus túnicas negras, recorrió aproximadamente 2.000 metros durante tres horas, atravesando puntos emblemáticos como la Cardenal Belluga, la Gran Vía Escultor Salzillo y la Plaza de Flores. Entre los pasos destacados figuraron el Jesús de la Redención, obra de Antonio Jesús Yuste Navarro (2017), el Cristo del Amor en la Conversión del Buen Ladrón, creado por José Hernández Navarro entre 2011 y 2016, y la icónica Nuestra Señora de la Soledad del Calvario, realizada por Antonio Campillo Párraga en 1985. Los asistentes pudieron disfrutar de un recorrido emotivo que combinó arte, fe y tradición.
Ya entrada la noche, a las 22:00 horas, salió desde la Iglesia Parroquial de San Lorenzo Mártir la famosa Procesión del Silencio, organizada por la Cofradía del Santísimo Cristo del Refugio. Esta procesión, fundada en 1942, es conocida por su atmósfera única, donde las luces de las calles se apagan para dar paso a un silencio profundo solo interrumpido por los cánticos, las campanas y el sonido sordo de los tambores. Durante todo el recorrido, los asistentes disfrutaron de actuaciones musicales memorables, incluyendo la participación inicial de la Coral Discantus, así como otras agrupaciones como el Orfeón Fernández Caballero, los Auroros , los Tunos y Los Parrandboleros.
El trono del Santísimo Cristo del Refugio, atribuido al escultor Jacobo Florentino (siglo XVI), fue el gran protagonista del desfile. Este impresionante trono, realizado en latón repujado y bañado en plata, pesa 960 kilos y es portado por 32 nazarenos sobre cuatro varas de ocho metros. Decorado con un monte floral compuesto por más de 2.500 claveles rojos y rematado con rosas a los pies del Cristo, este trono ha sido reconocido con premios nacionales e internacionales, consolidándose como una joya artística de la Semana Santa murciana.
Ambas procesiones reflejaron el espíritu de la ciudad durante esta jornada especial. Mientras la Procesión de la Soledad del Calvario ofreció un recorrido pausado y emotivo, la Procesión del Silencio envolvió a los asistentes en un ambiente místico y sobrecogedor. Desde las esquinas de cada calle hasta las plazas principales, los murcianos y visitantes pudieron apreciar cómo la música, el arte y la devoción convergen para crear una experiencia única.
Momentos destacados y detalles únicos
En la Procesión del Silencio, el Hermano Mayor de Andas marcó el ritmo del desfile con toques de una campana histórica, adquirida en 1995 y procedente de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús El Rico de Málaga. Además, las paradas estratégicas frente a puntos clave como la Cardenal Belluga permitieron a los fieles contemplar con detenimiento la majestuosidad del trono y la belleza de su arreglo floral.
Por su parte, la Procesión de la Soledad del Calvario destacó por su riguroso itinerario, que llevó a los pasos por lugares simbólicos de la ciudad, envolviéndolos en un halo de solemnidad y recogimiento. Las imágenes fueron acompañadas por nazarenos que, con cirios encendidos, iluminaron el camino mientras el público guardaba un respetuoso silencio.
Una noche inolvidable para Murcia
Concluidas ambas procesiones, los murcianos regresaron a sus hogares con el corazón lleno de emociones y la certeza de haber vivido una noche irrepetible. El Jueves Santo demostró, una vez más, ser una de las jornadas más especiales de la Semana Santa, donde la tradición y la devoción se fusionan en un homenaje eterno a la Pasión de Cristo.
Una jornada que reafirma el lugar de Murcia como epicentro de la Semana Santa española, donde la fe y el arte conviven en perfecta armonía.
Datos clave:
- Procesión de la Soledad del Calvario: Salida a las 18:30 h desde la Iglesia del Carmen.
- Procesión del Silencio: Salida a las 22:00 h desde San Lorenzo Mártir, con participación musical destacada.
- Momentos destacados: Trono del Cristo del Refugio y actuaciones corales en la Procesión del Silencio.
Actos para hoy, Viernes Santo:
El Viernes Santo en Murcia estará marcado por una intensa jornada de actos religiosos que comenzaron al amanecer y se extenderán hasta bien entrada la noche. La mañana arrancó a las 8:00 horas con la salida de la solemne Procesión de Nuestro Padre Jesús Nazareno desde la Iglesia de Jesús, un desfile cargado de devoción que recorrerá las calles de la ciudad.
Ya a mediodía, entre las 11:00 y las 13:00 horas, los fieles podrán disfrutar de la exposición de tronos organizada por tres cofradías distintas: la Cofradía de la Misericordia en la Iglesia de San Esteban, y las cofradías del Santo Sepulcro y Servitas en la Iglesia de San Bartolomé-Santa María. Por la tarde, la actividad procesional continuará a las 18:15 horas con la salida de la Procesión del Santísimo Cristo de la Misericordia, también desde la Iglesia de San Esteban, donde se vivirá un emotivo encuentro entre la Madre de Misericordia y el Cristo titular durante su recogida. Poco después, a las 18:45 horas , partirá desde la Iglesia de San Bartolomé-Santa María la Procesión de Servitas de María Santísima de las Angustias, seguida a las 19:00 horas por la majestuosa Procesión del Santo Sepulcro, que cerrará esta jornada de profundo recogimiento y tradición.