Restricciones municipales fuerzan el adelanto del cierre en numerosos establecimientos
Los bares y pubs del centro de Murcia están ajustando sus horarios para adaptarse a la normativa municipal sobre ruidos. Uno de los últimos en modificar su actividad nocturna ha sido el local Black Tag, que anunció a través de sus redes sociales que, tras varios intentos de adecuación, se veía obligado a cerrar sus puertas a la medianoche para cumplir con la legislación vigente.
COMUNICADO OFICIAL BLACK TAG MURCIAA partir del Viernes 21 de Marzo Black Tag sólo abrirá hasta las 00:00h obligados por el Ayuntamiento de Murcia atendiendo al “Art.37.3 de la Ordenanza de Protección del Medio Ambiente contra ruidos y vibraciones”. Mostramos públicamente nuestro total desacuerdo contra esta decisión ya que hemos trabajado y modificado en numerosas ocasiones nuestro local para resolver este artículo pero la imposición ha sido clara. NO OS PREOCUPÉIS PORQUE BLACK TAG CONTINÚA y nuestro nuevo horario será de Viernes y Sábados de 16:00 a 00:00h y Domingos de 16:00 a 22:00h. LAS TARDES DE BLACK SONARÁN MÁS QUE NUNCA | REVOLUCIÓN BLACK
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Según la Federación Regional de Empresarios de Hostelería y Turismo, Hoy Tú, un total de 25 establecimientos del centro de Murcia se han visto afectados por el artículo 37.3 de la Ordenanza de Protección del Medio Ambiente contra ruidos y vibraciones. Otros cinco locales todavía tienen expedientes abiertos y podrían verse obligados a realizar ajustes similares en sus horarios de apertura y cierre.
Esta normativa no es nueva. Pedro Pérez, presidente de la Asociación No Más Ruido de Murcia, recuerda que la restricción para bares ubicados en calles de menos de siete metros de ancho está vigente desde el año 2000. Sin embargo, hasta ahora, el Ayuntamiento había aplicado criterios flexibles que permitían ciertos establecimientos mantener su actividad nocturna. En 2014, se reformuló la ordenanza para evitar interpretaciones ambiguas, aunque la aplicación estricta de la norma ha tardado en llegar.
La regulación afecta principalmente al centro histórico de la ciudad, donde predominan calles estrechas y edificios antiguos sin aislamiento adecuado. Sin embargo, solo impacta a bares de copas y pubs, dejando fuera a cafeterías y otros locales de hostelería. La medida responde a un problema desde hace mucho en la conocida “zona de las tascas”, donde la proximidad con el campus universitario favoreció la proliferación de establecimientos sin licencia de música.
El caso de Black Tag ejemplifica el impacto de esta normativa. Su propietario, Lasha Doborjginidze, asegura en los diarios locales que su local cumplió con los requerimientos de insonorización, pero las nuevas mediciones municipales determinaron que ya no se ajusta a la normativa. “Otros bares en el centro están en la misma situación, algunos con litigios en curso, pero operando gracias a suspensiones cautelares”, señala.
Desde la patronal Hoy Tú, su presidente, Jesús Jiménez, lamenta, en declaraciones a La Verdad, que la ordenanza de ruidos de Murcia, aprobada en el año 2000, continúa sin actualizarse, a diferencia de otras ciudades como Lorca, que ya han adaptado su legislación. Jiménez advierte que cada vez menos locales abren en el casco histórico debido a estas restricciones y que el futuro del sector está en riesgo. “Las colas en los pocos bares que quedan son enormes; la demanda sigue, pero la oferta está desapareciendo. Y con el tardeo no se sobrevive”, asegura.
Por su parte, el concejal de Planificación Urbanística, Medio Ambiente y Huerta, Antonio Navarro, reconoce que hay varios locales en situación similar, aunque evita adelantar cuántos podrán continuar operando. Mientras tanto, el sector de la hostelería sigue luchando por una revisión de la normativa que permita mantener el equilibrio entre el derecho al descanso de los vecinos y la actividad económica del ocio nocturno en Murcia.