En la región de Murcia, los arroces también ocupan un lugar destacado en su gastronomía
El 20 de septiembre es el Día Mundial de la Paella, una celebración dedicada a un plato universal y sabroso, originario de Valencia. Sin embargo, en la Región de Murcia, los arroces también ocupan un lugar destacado en su gastronomía. El caldero del Mar Menor, un arroz tradicional elaborado con pescado y ñoras, destaca por su intenso sabor a mar, mientras que el arroz y verduras es una opción popular que combina productos frescos de la huerta murciana. Por su parte, el arroz con conejo y caracoles, cocinado a las brasas, evoca la esencia de la cocina rural de la región. Estas especialidades, al igual que la paella, son testimonio de la riqueza y diversidad de los arroces en el Levante español.
El Día Mundial de la Paella se celebra en esta fecha coincidiendo con la temporada de la siega del arroz, el ingrediente principal del plato. Esta iniciativa fue impulsada por el Ayuntamiento de Valencia y otras entidades locales con el objetivo de rendir homenaje a uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía española.
El origen humilde de la paella
La paella tiene sus raíces en las zonas rurales de Valencia, donde los campesinos preparaban este plato al aire libre con ingredientes locales como arroz, conejo, caracoles y verduras. Lo que comenzó como un plato sencillo se ha transformado con el tiempo en una comida de fama mundial, adaptándose a ingredientes y gustos de diferentes culturas.
Ingredientes esenciales de la paella
La paella tradicional incluye varios ingredientes clave. El arroz de grano corto, como el arroz bomba o el arroz de Calasparra, es fundamental por su capacidad de absorber los sabores sin perder su textura. El aceite de oliva se usa para dorar los ingredientes y dar profundidad al sabor. El sofrito, una mezcla de cebolla, ajo, pimiento y tomate, cocido lentamente en el aceite, crea la base aromática. Dependiendo de la variante, el plato puede utilizar caldo de pollo o pescado. Las especias como el azafrán, el pimentón y el romero añaden color y sabor, y el ingrediente proteico varía desde pollo y conejo hasta mariscos y verduras.
Variaciones de la paella
Con el tiempo, la paella ha generado innumerables versiones adaptadas a los gustos y productos locales. Algunas de las más populares incluyen la paella de mariscos, la paella mixta que combina carnes y mariscos, y la paella de verduras, ideal para vegetarianos. Otras variaciones como la paella negra con tinta de calamar, la paella de montaña con carnes de cerdo y embutidos, y la paella de bogavante, una opción más lujosa, muestran la versatilidad del plato. La paella de conejo y caracoles, una receta tradicional, mantiene el espíritu rural de la versión original.
Preparación tradicional
La paella se cocina preferiblemente al aire libre, sobre un fuego de leña o una fuente de calor amplia. El arroz se cuece lentamente en el caldo, absorbiendo los sabores de los ingredientes añadidos en el momento preciso. El plato se sirve tradicionalmente en la misma paellera en la que se cocinó, haciendo de su presentación una parte integral de la experiencia.
Más que un simple plato, la paella es una celebración de la tradición, los ingredientes locales y la convivencia, ofreciendo una variedad de sabores que cautivan a todos los paladares.
