Noemí y Rosa, sin experiencia en redes, han abierto la cuenta @amiguicojose y un Bizum solidario. Su meta: que José, de 75 años, y su fiel Kiki dejen de dormir en La Glorieta y encuentren una casa digna. “Si a alguien le sobra un euro… aunque sea un euro”, pide José con voz serena y corazón abierto
En la Plaza de la Glorieta de España, bajo los árboles que dan sombra al Ayuntamiento de Murcia, cada mañana se sienta José Fernández, un hombre nacido en Totana en 1950, acompañado siempre por Kiki, su perro. Durante más de una década, esa plaza ha sido su hogar, su sala de estar, su dormitorio. Pero ahora, gracias al impulso de dos jóvenes murcianas, Noemí y Rosa, José tiene una oportunidad real de cambiar su destino.

Conmovidas por su historia, Noemí y Rosa —que reconocen no tener “ni idea de redes sociales”— decidieron actuar. Crearon la cuenta de Instagram @amiguicojose, grabaron vídeos emotivos donde se escucha la voz de José pidiendo simplemente “una casita, que esté bien, como soy solito, yo y mi Kiki”, y lanzaron una cuenta de Bizum solidaria: 607 690 607, para que cualquier persona pueda aportar lo que pueda, aunque sea “un euro, 50 céntimos”.
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En los vídeos, José cuenta con sencillez su realidad: cobra una pensión de 410 euros al mes, y el alquiler de un pequeño piso —el primero que ha conseguido en años— ronda los 300 euros. “Hay que intentar que nos ayuden, ¿no?”, dice con una mezcla de esperanza y resignación. Kiki, su compañero inseparable, aparece dormido a sus pies, ajeno al clamor que su historia está despertando.
“Nosotras no somos influencers, no sabemos hacer campañas virales, pero sí sabemos que esto es justo”, explica Noemí en uno de los primeros vídeos. “Queremos que José tenga un lugar donde descansar, donde no tenga que preocuparse por el frío, la lluvia o la mirada de los demás. Él y Kiki se lo merecen”.
La cuenta @amiguicojose, aunque aún pequeña —con apenas 8 seguidores y 5 publicaciones—, ya ha comenzado a generar eco. Cada publicación es un llamado a la empatía, un retrato íntimo de la dignidad de un hombre que, pese a todo, sigue sonriendo, recitando poesía improvisada (“si mi dedo fuera un tintero, suspintaría con mi sangre…”) y saludando con un “¡Hola guapo, soy José!” a quien se acerca.
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La campaña no busca fondos para lujo, sino para estabilidad: cubrir el alquiler mensual, los gastos básicos, y asegurar que Kiki tenga también un hogar cálido. “No queremos limosna, queremos solidaridad organizada”, dicen las jóvenes. “Cada céntimo se destinará exclusivamente a José y a su bienestar”.

La historia de José y Kiki trasciende lo material: es un espejo de la soledad, la resistencia y la bondad en medio de la indiferencia urbana. Y también es un recordatorio: a veces, cambiar una vida no requiere millones, sino voluntad, un teléfono y un corazón dispuesto a actuar.

¿Cómo ayudar?
- 📲 Sigue a @amiguicojose en Instagram.
- 💶 Dona por Bizum al 607 690 607.
- Número de cuenta: ES6100495680182416083144
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- 📍 Visítalo en La Glorieta de España, Murcia. Un saludo, un café, una sonrisa… también son ayuda.
“Si mi amiga fuera a estar en un campo de amapolas, yo, como soy pintor, iba y la pintaba a color de amapola”, dice José. Hoy, Murcia tiene la oportunidad de pintarle un hogar. Con pinceladas de solidaridad.



















