La cadena de comida rápida se une a Hismile para lanzar un dentífrico de edición limitada que promete llevar la experiencia KFC hasta tu rutina diaria
¿Alguna vez imaginaste cepillarte los dientes mientras disfrutas del inconfundible sabor del pollo frito de KFC? Pues esa idea tan surrealista ya es una realidad gracias a una colaboración inesperada entre la famosa cadena de comida rápida y la marca australiana de salud bucodental Hismile. Juntos han creado un producto que está rompiendo moldes y generando conversaciones en todo el mundo: una pasta de dientes con sabor a pollo frito.
Este nuevo y sorprendente producto se presenta como un dentífrico sin flúor, diseñado para ofrecer «una invasión total de sabor» sin descuidar los beneficios para la salud dental. Inspirada en las once especias secretas que caracterizan al legendario pollo de KFC, esta pasta promete ser mucho más que un simple accesorio de higiene bucal. Además, el lanzamiento incluye un exclusivo cepillo de dientes eléctrico tematizado, también de edición limitada, decorado con el icónico logo de la marca.
Un guiño al marketing viral
El origen de este proyecto parece haber nacido como una broma, pero rápidamente evolucionó hacia una estrategia de marketing tan audaz como efectiva. Según Joel Luna, experto en marketing y alianzas corporativas, «el absurdo bien jugado es marketing viral puro». Para él, esta colaboración no solo busca vender productos, sino conectar emocionalmente con un público joven y digital, ávido de experiencias originales y fuera de lo común.
«KFC y Hismile pasan de ser marcas comunes a convertirse en rebeldes con causa», añade Luna. «Conectan con consumidores que buscan probar lo inesperado y transforman algo tan cotidiano como lavarse los dientes en una experiencia memorable».
La propuesta, disponible únicamente en Estados Unidos (por ahora), se ha agotado rápidamente tras su lanzamiento. Cada tubo de pasta tenía un precio de 13 dólares, mientras que el cepillo eléctrico especial estaba valorado en 59 dólares. Aunque algunos podrían verlo como una extravagancia innecesaria, lo cierto es que el producto ha generado tal expectación que incluso los coleccionistas están interesados en hacerse con él.
Más allá del sabor
Según Koban Jones, director de marketing de Hismile, esta innovación tiene un objetivo claro: «Nos encanta traspasar los límites, y qué mejor manera de hacerlo que llevando el legendario sabor de KFC a un producto cotidiano como la pasta de dientes». Con esta frase, queda claro que la intención no era simplemente crear un producto funcional, sino generar una experiencia sensorial única que mantenga vivo el vínculo emocional con la marca incluso durante las rutinas más mundanas.
Para muchos, puede sonar como una idea salida de un día de inocentes o de una sátira publicitaria, pero lo cierto es que esta colaboración ha logrado captar la atención global y redefinir lo que entendemos por creatividad en el marketing. En palabras de Luna, «sigues pensando en ellos, incluso cuando te lavas los dientes».
Una fusión de mundos opuestos
Uniendo dos industrias aparentemente opuestas —la comida rápida y la salud bucodental—, KFC y Hismile han demostrado que no hay límites cuando se trata de innovar. Mientras que algunos aplauden la originalidad de la propuesta, otros la ven como una curiosidad efímera. Sin embargo, lo indiscutible es que este lanzamiento ha conseguido su objetivo: hacer ruido y posicionarse como una de las campañas más comentadas del año.
¿Será esta pasta de dientes el próximo fenómeno viral? Solo el tiempo lo dirá, pero lo que está claro es que KFC ha encontrado una forma única de mantenerse en boca de todos… literalmente.
Una propuesta tan atrevida que solo podía salir de la mente maestra de KFC. ¿Te atreverías a probarla?
Datos clave:
- Producto: Pasta de dientes con sabor a pollo frito + cepillo eléctrico tematizado.
- Precio: Desde 13$ (pasta) hasta 72$ (pack completo).
- Disponibilidad: Edición limitada en EE.UU., a través de la web de Hismile.
