Con corte de cinta por parte del alcalde José Ballesta y la consejera Marisa López, y tras una emotiva bendición, el nuevo espacio del grupo Luis Miguel —capaz de albergar desde bodas íntimas hasta congresos— abrió sus puertas ante 150 invitados en una velada que unió tradición, innovación y compromiso con la ciudad

El martes 2 de diciembre, cuando las luces del atardecer aún bañaban la urbanización Montevida de La Alberca, el nuevo espacio de Luis Miguel Eventos se convirtió en escenario de una inauguración que trascendió lo protocolario para convertirse en un acto de comunidad, memoria y proyección futura.

Cerca de 150 invitados —entre autoridades, empresarios, colaboradores, medios de comunicación y allegados— se dieron cita en el Centro Comercial Montevida para asistir al nacimiento oficial del último proyecto del grupo Nueva Cocina Mediterránea y Pastelerías Luis Miguel, un ambicioso espacio polivalente destinado a acoger los momentos más significativos de la vida: desde una primera comunión hasta el lanzamiento de una startup.

LasGastrocronicas.com asistió a la inauguración para realizar esta amplia galería fotográfica:
La recepción comenzó a las 20:00 horas con un fotocall que marcó el tono cálido y cercano de la velada. Tras el check-in, los asistentes fueron conducidos al interior del salón —un diseño vanguardista que combina elegancia atemporal con funcionalidad—, donde la locutora Mónica Martínez, de Metropolitan Radio, dio la bienvenida y situó el acto en su contexto: más de dos décadas de trayectoria, cientos de pasteles horneados, miles de celebraciones acompañadas… y ahora, un salto cualitativo: no solo elaborar, sino hospedar la emoción.

Sobre el escenario, Luis Miguel García, director general del grupo, y Laura Martínez, vicepresidenta, cofundadora de Pastelerías Luis Miguel y alma creativa detrás de Espacios Luis Miguel, tomaron la palabra con voz serena y mirada brillante. En un discurso cargado de gratitud, recordaron los inicios humildes, los desafíos superados y la convicción que los ha guiado: «crear espacios donde las familias se sientan en casa, y donde las empresas encuentren su voz». Detrás de cada palabra, se percibía no solo el orgullo por el logro, sino el peso de una promesa: la de mantener, incluso en el crecimiento, la esencia familiar que define a la marca.

Tras sus palabras, se proyectó un vídeo corporativo que desveló las capacidades técnicas y estéticas del nuevo local: 200 metros cuadrados, capacidad para hasta 200 comensales, equipamiento audiovisual integral y, sobre todo, una versatilidad inusual: paredes móviles permiten segmentar el espacio en tres zonas independientes, posibilitando la celebración simultánea de eventos distintos —una boda y una reunión de directivos, por ejemplo— sin interferencias. El diseño, firmado con criterio murciano, evita lo ostentoso: predominan los tonos cálidos, la madera noble, la iluminación envolvente y un detalle arquitectónico sutil: un friso cerámico inspirado en los azulejos tradicionales de la región.

La intervención de Marisa López, consejera de Empresa, Empleo y Economía Social, subrayó el valor estratégico del proyecto: «Hoy celebramos la capacidad de nuestros empresarios para reinventarse, para apostar por nuevas ideas y para generar empleo y riqueza en su entorno». Destacó cómo Luis Miguel encarna esa combinación rara y valiosa: «tradición y vanguardia caminando de la mano, respaldadas por el trabajo bien hecho, el uso de productos naturales y una visión clara de futuro».

Le siguió el discurso de José Ballesta, alcalde de Murcia, quien vinculó la apertura al contexto simbólico de la ciudad: «en el año de nuestro 1.200 aniversario, este espacio nace como un regalo para Murcia: un lugar construido a base de esfuerzo, coraje y la determinación de quienes no negocian con las dificultades». Su conclusión fue rotunda: «Luis Miguel representa ese espíritu empresarial que tanto caracteriza a nuestra tierra».

Como gesto de agradecimiento, se entregó a ambos representantes institucionales dos estatuillas de bronce y una caja lacada con una pieza exclusiva: un mini panettone navideño con glaseado de naranja murciana y una chapita de cobre grabada con el escudo de la ciudad y el lema «Murcia, 1.200 años de sabor».

Uno de los momentos más conmovedores llegó con la bendición del espacio, oficiada por tres figuras eclesiales de arraigo local: José Antonio Ibáñez García, canónigo de la Catedral y consiliario de la Hermandad de la Virgen de la Fuensanta; Ginés Acosta, párroco de Santiago y Zaraiche y Juan José Noguera, párroco de Nuestra Señora del Rosario de La Alberca.

Con agua bendita y una plegaria por «los encuentros que aquí se forjarán, las alegrías que se compartirán y los sueños que se harán realidad», el acto adquirió una dimensión casi ritual: no se bendecía solo un local, sino la intención que lo habitaba.

Tras la oración, llegó el corte de cinta: una franja gualda y roja, tensa entre cuatro manos —las del alcalde, la consejera, Luis Miguel y Laura—, se partió con unas tijeras doradas ante los aplausos espontáneos. Las puertas, simbólicamente abiertas, dieron paso a la siguiente fase: el cóctel inaugural, elaborado por el equipo de Nueva Cocina Mediterránea. Entre mesas circulares dispuestas con flores de temporada y copas de cava murciano, los invitados degustaron miniaturas gourmet: croquetas de jamón ibérico con reducción de Pedro Ximénez, volovanes de piquillo y brandada, brochetas de queso payoyo con membrillo, y los ya míticos bombones de turrón de Jijona y chocolate blanco que cerraban cada servicio.

Mientras la música de fondo —una selección de bossa nova y jazz suave— envolvía las conversaciones, no faltaron los brindis espontáneos, los abrazos entre viejos colaboradores y las primeras reservas: «Para la comunión de mi hija, en mayo», se escuchó más de una vez.

Con esta inauguración, Luis Miguel Eventos no solo amplía su cartera de servicios —ya no solo pastelería y restauración, sino experiencia integral—, sino que reafirma un modelo: el de la empresa familiar murciana que crece sin perder el alma. Porque en La Alberca, desde ayer, hay un nuevo lugar donde, como dijo Laura Martínez en su discurso, «lo cotidiano se vuelve extraordinario, y lo extraordinario, inolvidable».

- 📍 Luis Miguel Eventos – Montevida Plaza, La Alberca (Murcia)
- 📞 Reservas y consultas: info@luis-miguel-eventos.es
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