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GASTROCRONICAS

La Cornamusa, donde el Mediterráneo y Mar Menor se funden con el sabor del Mar del Este de Japón

LasGastrocronicas.com visita el gastrobar de fusión más singular de La Manga, cinco años después de su apertura y bajo el vuelo final de la Patrulla Águila


 

Bajo un cielo aún emocionado por el Festival Aéreo ‘Aire 25’, que despedía a la emblemática Patrulla Águila con una estela de nostalgia y patriotismo, LasGastrocronicas.com visitó el restaurante La Cornamusa, ubicado en Plaza Bohemia, número 9, en La Manga del Mar Menor.

Este gastrobar, nacido en 2021 y que celebra ahora su quinto aniversario, ha sabido encontrar su lugar en el exigente mapa de la hostelería veraniega murciana. Con un concepto culinario que fusiona lo mejor de la cocina mediterránea y la japonesa, y un ambiente refrescante que invita a quedarse horas, es uno de esos espacios que no solo sorprenden por su comida, sino también por la atmósfera que construyen alrededor de ella.

LasGastrocronicas.com realizó esta amplia galería fotográfica en su visita a La Cornamusa:

Un espacio diseñado para el mar

Desde fuera, el local ya avisa de que está pensado para seducir desde la primera impresión: mesas imitación madera, butacas azul-verdosas, un césped artificial que da frescor visual y un gran toldo azul que protege a los comensales del sol más intenso. El interior, sin embargo, guarda detalles únicos: la decoración marina hecha por el escultor Flyppi, con pulpos, calamares y estrellas de mar en cristal, le dan alma a un espacio que respira salinidad y elegancia.

Los baños, curiosamente, están forrados con papel estampado en motivos de olas, azules y plateados, como si todo en La Cornamusa jugara a recordarnos que estamos junto al agua… aunque sea desde el plato o desde la imaginación.

El día de nuestra visita, el local estaba prácticamente lleno. Entre los comensales, destacó la presencia del chef Freddy Salmerón (Oxos 131), acompañado por su esposa Lucía y sus hijos, amantes impenitentes de la oferta gastronómica y el sushi del local, donde vienen cada año a disfrutar de sus platos.

Cocina en vivo, maridaje de culturas

En la cocina, el dúo que marca el rumbo es el japonés Taka y el marroquí Hamza, dos cocineros que trabajan con precisión quirúrgica y pasión por los ingredientes locales. Ellos son quienes, junto al equipo de Nakama Sushi —responsable del apartado japonés—, elaboran cada pieza con respeto por las técnicas ancestrales y creatividad propia.

Además, asesorado por el chef Juan Pablo Ortíz y bajo la dirección del socio fundador Emilio López, el proyecto tiene alma de viaje constante, de puertos que se tocan desde Murcia hasta Kioto.

Su horario extenso —de 12:00 a 01:00 h, con parón en la tarde de 16:30 a 20:00 h— permite disfrutar tanto de un almuerzo tranquilo como de una cena prolongada con vistas al lago salino del Mar Menor.

Con capacidad para 107 personas, y un equipo formado por 6 cocineros y 11 camareros, La Cornamusa es un proyecto ambicioso pero sencillo en sus formas. Su precio medio ronda los 40 euros por persona, algo que se justifica con creces al probar la carta.

Menú de ida y vuelta entre culturas

Nuestra experiencia comenzó con una de sus especialidades más aclamadas:

Croquetas de gamba roja fresca, servidas con su salsa hecha con las cabezas del crustáceo y un leve toque picante.

Una joya de la huerta costera, con cuerpo, aroma y textura perfecta. También ofrecen otras variantes como las de rabo de toro o las de jamón ibérico Juan Manuel, esta última ideal para amantes del umami.

Seguimos con los gyozas de buey, rellenos de carne intensa y untuosidad casi chuletosa, gracias a la reducción de vino que los acompaña. Cada bocado era un homenaje a la cocción artesanal, crujiente por fuera y jugoso por dentro.

Pero el momento más impactante llegó con los niguiris de atún rojo de Ricardo Fuentes, presentados con foie y una reducción de vino tinto. Los responsables recomendaron tomarlos sin soja, «para saborear la dulzura del vino», algo que resultó toda una revelación. Las notas tostadas de la salsa y la grasa noble del pescado hicieron el resto.

Entre los makis, probamos el uramaki de salmón con queso francés, aguacate, cebollino y salsa kimchi endulzada con azúcar moreno de lima, una propuesta que juega con contrastes y logra elevar el salmón a otro nivel.

Y como plato fuerte, el revuelto de bacalao confitado desalado in situ, con patatas paja, perejil fresco, ajo tierno y cebolla caramelizada lentamente. Un plato contundente, pero equilibrado, con ese aire mediterráneo tan familiar.

No podíamos dejar de probar el arroz de presa ibérica y foie, aliñado con alioli de perejil fresco, que mezclaba potencia y sutileza en una sola cucharada. Y como remate dulce, el paparajote de Barriga Verde, reinterpretado con sorbete de limón y crema de chocolate blanco aromatizado con yuzu, el cítrico japonés que sustituía a la clásica hoja de limonero. Una versión moderna, delicada y muy refrescante.

Más allá del plato: conciencia alimentaria

Uno de los puntos fuertes del local es su compromiso con la transparencia alimentaria: en cada plato se indican alegenos y traza , siguiendo las normativas UE y españolas. Además, muchos de sus platos pueden adaptarse a dietas sin gluten, ofreciendo incluso opciones veganas y vegetarianas bajo consulta previa.

Esta atención al detalle hace de La Cornamusa un espacio inclusivo, donde comer bien no excluye a nadie. Tanto si eres celíaco, si evitas el lácteo, si buscas opciones sin pescado o simplemente deseas una experiencia distinta, el personal te guiará con paciencia y conocimiento.

Una temporada abierta al mundo

Abrieron oficialmente la nueva temporada el pasado viernes 30 de mayo, coincidiendo con el inicio del calor y la llegada de turistas a la costa. Y desde entonces hasta el 21 de septiembre, mantendrán abierto el barco gastronómico en forma de terraza.

El establecimiento cuenta además con una amplia zona de aparcamiento frente a su fachada, facilitando así la llegada de clientes procedentes de fuera de la Región. Algo clave en un destino como La Manga, donde el movimiento de veraneantes y visitantes es constante.

Un nombre que suena a historia

El nombre del restaurante, La Cornamusa, hace honor al instrumento musical escocés, símbolo de tradición, resistencia y conexión cultural. Y es que este gastrobar no solo ofrece comida: ofrece también historias compartidas, sabores que dialogan entre sí y una mirada global a partir de ingredientes cercanos.

Como explica su página web, lacornamusarestaurante.es, «la aventura culinaria continúa con nuestros ingredientes seleccionados, auténticos tesoros del mar». Y eso es exactamente lo que sentimos durante la visita: una experiencia de navegación sensorial, donde cada plato parece tener su propio compás de mar y montaña.

Participación en Murcia Foodie Week

Este mes de marzo, La Cornamusa participó en el festival gastronómico Murcia Foodie Week, consolidándose como uno de los referentes culinarios en la capital y en los municipios costeros. En aquella ocasión, ofrecieron una edición especial de su menú habitual, combinando croquetas de carabineros y arroz negro meloso con sepia y gamba, entre otros platos que repiten cada temporada por su aceptación popular.

¿Por qué merece la pena?

Más allá de la calidad técnica de sus platos, lo que diferencia a La Cornamusa es su capacidad de narrativa: cómo consigue que un nigiri cuente una historia, cómo une su ensalada con el viento del Mar Menor, cómo convierte un paparajote en un viaje a través del yuzu.

Es un lugar donde el marisco murciano y el foie de Mallorca pueden coexistir sin conflicto. Donde el chato murciano puede aparecer en un arroz y el queso de cabra local en una vinagreta de bacon caramelizado al vermut.

Con un estilo que mezcla lo mediterráneo y lo japonés, La Cornamusa no solo es un sitio para comer: es un punto de encuentro, una excusa para conocer nuevas formas de entender la hostelería, y un recuerdo constante de que el arte de cocinar también vive en la manera de recibir al cliente.

¿Buscas una forma diferente de entender la comida?

En La Cornamusa, el salmón se combina con miel de romero, el atún rojo se sirve sobre una base de perejil y el postre huele a Japón… pero sabe a huerta.

Aquí, el sabor no tiene fronteras.
Solo necesitas un paladar dispuesto a navegar.



La fusión mediterránea y japonesa cobra vida en La Cornamusa

La Cornamusa mezcla con maestría los sabores del mar Mediterráneo con las técnicas y esencias más auténticas de la cocina nipona.

Con una carta que enamora desde el primer vistazo, este proyecto gastronómico apuesta por lo creativo, lo fresco y lo artesanal, sin olvidar su raíz murciana. Su propuesta se estructura en bloques temáticos como «Nakama», «Para picar el anzuelo», «Al abordaje!», «Hacerse a la mar» o «Llegada a puerto», demostrando que comer bien puede ser también una experiencia lúdica, visual y emocional.

Una barra japonesa con sello local.

En la sección «Nakama», dedicada a bocados orientales, destacan las elaboraciones hechas a mano, con ingredientes frescos y presentaciones impecables:

Gyozas de langostino (2 uds), con shichimi, cebollino y salsa goma abura, ofrecen un crujido exquisito y un toque picante elegante.

Las gyozas de buey, acompañadas de salsa demi glace, conjugan la riqueza carnívora con el equilibrio de la técnica asiática.

También hay hueco para el cerdo ibérico con las gyozas de papada, aderezadas con salsa yakiniku y cebolleta, un ejemplo de cómo lo local puede dialogar con lo internacional.
Entre las especialidades frías, los tartares son pura joyería culinaria:

El tartar de salmón, con sésamo tostado, yuzu-miso, aceite de trufa, ikura, aguacate, salsa ponzu, cebolleta y chispas de shichimi, es una explosión de texturas y matices.

El tartar de atún rojo Ricardo Fuentes, con salsa de trufa, tobiko, soja, aguacate y cebolleta, reinterpreta el mar con fuerza y ​​sutileza a partes iguales.

Los niguiris y makis también están cuidados al detalle:

El nigiri de atún con foie, con reducción de vino y sal maldom, ofrece una combinación audaz y delicada.

El aburi sake, con salmón, ralladura de lima y salsa kimuchi flambeada, es una experiencia sensorial muy recomendable.

El uramaki de atún picante, con wasabi, pepino y múltiples capas de salsas, se sirve en dos o cuatro piezas, ideal para compartir.

Del mar a tu mesa

Bajo la sección «Al abordaje!», se encuentran platos pensados ​​para compartir, todos ellos con productos de gran calidad:

El salmorejo con helado de parmesano y torreznos de chato murciano es una osadía bien lograda, jugando entre lo frío y lo caliente, lo clásico y lo sorprendente.

Las almejas a la marinera mantienen el sabor del mar con un guiño a la memoria culinaria española.

Las patatas bravas «La Cornamusa», con su alioli ahumado, resultan contundentes pero refinadas.

Entre las novedades, el ceviche de corvina con caldo de gamba y sorbete de maracuyá deslumbra por su limpieza y frescura.

El tartar de gamba de temporada y el revuelto de bacalao con patatas paja cierran esta parte de la carta con una selección de productos locales tratados con respeto y visión global.

Un viaje arrocero entre el Mar Menor y la tierra firme

Bajo el epígrafe “Hacerse a la mar”, La Cornamusa ofrece una carta de arroces que rinde homenaje a lo mejor del mar Mediterráneo y la gastronomía local, siempre con un toque creativo y respetuoso hacia la tradición.

Entre las opciones disponibles, destaca su arroz negro meloso con sepia y gamba, una joya culinaria que recoge la esencia de los calderos costeros, con una textura cremosa y un sabor intenso que evoca las playas murcianas.

También se encuentran presentes versiones tan representativas como el clásico arroz a banda, elaborado con pescado fresco, sepia y gambas, ideal para dos personas que desean compartir un plato cargado de personalidad.

El caldero del Mar Menor, con su punto de fideos tostados y pescado de temporada, revive la huerta y el litoral interior en cada cucharada, mientras que el arroz de presa ibérica de bellota con boletus sorprende por la profundidad de sus sabores, fusionando lo mejor de la montaña y el campo murciano. Para los amantes de lo más selecto del mar, están disponibles el arroz con bogavante y el arroz con carabineros, ambos pensados para ser disfrutados en compañía y con tiempo, como debe ser toda gran experiencia gastronómica.

Carnes y postres: el remate final

En la sección «Tierra firme», se pueden encontrar carnes premium, cocinadas con oficio:

El entrecot de vaca vieja, perfectamente sellado y jugoso, es uno de los platos estrella para los amantes de la buena carne.

El secreto ibérico Juan Manuel, una elección segura para quienes buscan textura, grasa intramuscular y sabor concentrado.

Y como colofón dulce, «Llegada a puerto» incluye postres con personalidad propia:

La torrija caramelizada al Baileys, un homenaje a lo tradicional reinterpretado con alcohol y cremosidad.

La crema de tarta de la abuela con helado de galleta María, que recuerda a muchos su infancia, pero servida con una pizca de nostalgia gourmet.

El queso Gouda viejo, aunque inusual como postre, aparece transformado en tarta y servido con una textura nueva y sorprendente.

Y como punto final, la tarta de chocolate blanco tostado o el paparajote «Barrigaverde», relleno de chocolate blanco y yuzu, que cierra el menú con una nota cítrica y envolvente.

Un compromiso con la transparencia y la salud alimentaria

Cabe destacar el cuidado en la comunicación sobre los alérgenos de sus platos. Cada producto lleva indicados los posibles alérgenos y trazas, siguiendo el artículo 44 del Reglamento UE 1169/2011 y el Real Decreto español 126/2015. Además, ofrecen salsas sin gluten, permitiendo adaptar muchos platos a comensales celíacos o sensibles.

Más que un restaurante… una experiencia

Ubicada en el corazón de La Manga, La Cornamusa no solo es un lugar para comer bien: es un punto de encuentro, una excusa para probar algo diferente y sentir que cada bocado tiene historia, intención y pasión.

Desde su diseño hasta su manera de entender el servicio, el local, en forma de terraza, busca crear momentos únicos: desde una copa bajo la brisa marina hasta una cena íntima con amigos, pasando por una comida familiar en la terraza con vistas.

¿Buscas una forma nueva de entender la cocina?

En La Cornamusa, te esperan desde un bocado de salmón flambeado hasta una tarta de queso con alma de manga vieja. Todo hecho con respeto por el producto, amor por el mar y una mirada que viaja entre Japón y Murcia.

📍 Datos clave:

  • 📌 Dirección: Plaza Bohemia, 9 – La Manga del Mar Menor, Murcia
  • 📞 Teléfono: 604 48 41 47
  • 🕘 Horario: De 12:00 a 01:00 h. | Cierre diario de cocina: 16:30 a 20:00 h
  • 📆 Temporada veraniega: Hasta el 21 de septiembre de 2025
  • 💶 Precio medio: 40 € / persona
  • 👨‍🍳 Chefs: Taka (Japón) y Hamza (Marruecos)
  • 🍣 Responsable de sushi: Nakama Sushi
  • 🌐 Web: www.lacornamusarestaurante.es



 


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