La marca que revolucionó el postre español amplía su universo con una nueva línea de helados artesanales, mientras apuesta por la expansión nacional y una imagen más fresca
La fiebre por las tartas de queso de Las Tartas de Julita ya no se queda solo en el horno. La exitosa marca alicantina, fundada por Julia Sala, que en poco más de dos años ha pasado de un pequeño obrador en San Juan a tener cuatro tiendas propias y dos puntos de venta en Alicante, Elche y Murcia, acaba de anunciar una importante novedad: sus primeros helados artesanales, inspirados directamente en los sabores más virales de sus cheesecakes.
Este lanzamiento marca un nuevo capítulo en la historia de una empresa que comenzó como un extra en el restaurante familiar y que hoy es un fenómeno de masas, con más de 50.000 seguidores en Instagram y una comunidad fiel que hace colas para probar sus creaciones.
«Queríamos recuperar el sabor auténtico de nuestras tartas, pero con un estilo fresco, cercano y actual», explica Julia Sala. «Hoy no vendemos solo postres, ofrecemos experiencias que saben a casa, a cariño y a repetir una y otra vez».
De la tarta al helado, sin perder esencia
Los nuevos helados, que ya están disponibles en todas sus tiendas, reinterpretan sabores emblemáticos como el clásico, el pistacho, el Lotus, o el Kinder, trasladando la cremosidad y el equilibrio de sus tartas a una versión refrescante, ideal para el verano.
La propuesta se enmarca dentro de una estrategia de expansión más amplia, que incluye la apertura de franquicias y la consolidación de la marca a nivel nacional.
Además, la empresa ha renovado su identidad visual para esta nueva temporada: colores más vibrantes, un tono de comunicación más desenfadado y una estrategia omnicanal que combina redes sociales, publicidad urbana e influencers, reforzando su imagen de marca artesanal con alma digital.
Un crecimiento que no se detiene
Desde que en 2021 Julia Sala decidiera perfeccionar la receta de una tarta de queso tras una crítica negativa en redes, todo ha sido un ascenso. Hoy, su equipo supera las 40 personas, y la marca ya ha firmado sus dos primeras franquicias, con el objetivo de llevar sus sabores a toda España.
Con esta nueva línea de helados, Las Tartas de Julita demuestra que su fórmula —autenticidad, innovación y conexión emocional— funciona en cualquier formato. Y como dice su fundadora: «Trabajo cada día como el primero».
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