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GASTROCRONICAS

Madrid presenta los vinos licorosos de Burdeos: Un viaje por la esencia de Sauternes y Barsac

Por Helena Molero


La Commanderie de Bordeaux de Madrid presentó en sociedad los prestigiosos vinos licorosos de Sauternes y Barsac para descubrir la esencia y versatilidad de estas joyas de Burdeos, en una jornada que unió tradición y celebración. Este evento sirvió para difundir y promocionar unos vinos pequeños en cuanto a viñas cultivadas, un 1,5% de la superficie de todo Burdeos, pero grandes en sus resultados desde 1855, ya que tiene la clasificación Grands Crus Classés.

Fue una oportunidad de conocer, a través de las siete bodegas representadas, la historia, producción y características de estos vinos dulces y exclusivos. Burdeos tiene más de 60 denominaciones de origen, en su mayoría tintos.

Los expertos degustaron dos añadas de cada uno de los châteaux, al tiempo que se habló sobre el futuro de los vinos dulces licorosos y las consecuencias del calentamiento global en su elaboración. Participaron Château NAIRAC, Château de MALLE, Château DOISY VEDRINES, Château SIGALAS RABAUD, Château GUIRAUD, Château SUDUIRAUT y Château LA TOUR BLANCHE.

Estos vinos blancos licorosos de Burdeos ostentan la clasificación Grands Crus Classes desde 1855, y dan cuenta de su importancia en esa época. La clasificación procede de la exposición de París de 1855, cuando el emperador Napoleón III pidió una clasificación de los mejores vinos de Burdeos, sobre todo los de la ribera izquierda del Garona.
El Consejo de los Grands Crus Classés de 1855, dirigidos por Sylvain Boivert y la denominación de origen Sauternes y Barsac, presidida por Guillaume Lefebvre, eligieron Madrid como lanzamiento de una gira que recorrerá las capitales de Europa para la promoción de estos vinos en los próximos meses.



La Commanderie de Bordeaux de Madrid, asociación sin ánimo de lucro que ejerce de embajada de todos los vinos de Burdeos en España, a punto de cumplir 40 años, reafirma su compromiso con la cultura del vino mediante experiencias que combinan catas, gastronomía y reconocimiento a promotores del sector.

Un hongo y una niebla benefactora

La producción de vinos de Sauternes y Barsac es un proceso complejo que requiere habilidad y dedicación. Sus vinos dulces y excepcionales se producen gracias a la acción del hongo Botrytis cinerea, que genera la podredumbre noble. Se trata de un hongo beneficioso que concentra azúcares y sabores de la uva. Este proceso le otorga al vino su sabor y complejidad únicos. Las variedades de uva utilizadas en la región son Sémillon, Sauvignon y Muscadel.

Los viticultores han sabido dar la vuelta a circunstancias, en principio, adversas; un hongo, unas nieblas, y el resultado es la elaboración de un vino único. Así lo explica Miguel Aguirre, director de Château La Tour Blanche:

“Tenemos un microclima muy particular. El Cirón es un pequeño río que atraviesa, a 50 metros de altitud durante 200 km, el bosque más viejo de toda Francia. En septiembre cuando confluye en el río Garón, el encuentro del agua fría del Cirón, y las grandes diferencias de temperatura entre el día y la noche, dan lugar a una niebla sobre las colinas de Sauternes y Barsac. Esa humedad hace que se desarrolle el hongo Botrytis. El 99,9% de los productores en el mundo combaten ese hongo. Pero nosotros tenemos la particularidad de que, a media mañana, se levanta la niebla y aparece el sol y el viento. Y la sucesión de sol, viento y niebla hace que el Botrytis se desarrolle. La particularidad de Sauternes es que hacemos de media cuatro cosechas el mismo año, y ello genera la expresión de una uva que ha ido evolucionando”, explica Miguel Aguirre.

Escuela de viticultura francesa

La historia de Château La Tour Blanche, una de las bodegas que ha participado en la cata, aparece vinculada desde 1876, a Daniel Iffla: el hombre más rico de Francia, viudo sin descendientes, que decidió donar sus propiedades al Estado francés. La condición era que se creara una escuela de viticultura y enología en el medio rural. La escuela ha estado formando alumnos desde 1911 y ha producido vinos excepcionales. Es una de las propiedades más antiguas de la región. La finca cuenta con 46 hectáreas de viñedos, aunque actualmente solo se cultivan 35 hectáreas. La producción de vinos es variada, y se incluyen vinos secos y dulces.

Helena Molero es periodista

 




 


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