La Región se suma al Día Mundial de la Alimentación y al Día Mundial del Pan con iniciativas que reivindican el derecho a comer bien, respetar la tradición panadera y luchar contra el hambre y el desperdicio

Hoy, Murcia se une al mundo entero en una doble celebración de profundo calado social y cultural: el Día Mundial de la Alimentación y el Día Mundial del Pan, dos efemérides que coinciden cada 16 de octubre para recordar que comer es un derecho, compartir es un deber y el pan es historia viva.
Promovido desde 1981 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Día Mundial de la Alimentación tiene este año como lema “De la mano por unos alimentos y un futuro mejores”, un llamamiento a transformar los sistemas agroalimentarios para garantizar acceso, nutrición, sostenibilidad y equidad. A pesar de que el planeta produce suficiente alimento para todos, millones de personas siguen sufriendo hambre, malnutrición o sobrepeso derivado de dietas ultraprocesadas. En este contexto, Murcia —región agraria por excelencia— asume un rol clave: no solo como productora de alimentos de calidad, sino como aliada en la promoción de una alimentación sana, local y responsable.
Paralelamente, desde 2006, el Día Mundial del Pan, impulsado por la Unión Internacional de Panaderos y Pasteleros (UIB), rinde tributo a uno de los alimentos más antiguos y universales de la humanidad. En la Región de Murcia, donde el mollete, la barra artesana y los panes de masa madre siguen siendo protagonistas en hogares y obradores, esta fecha es una oportunidad para revalorizar el oficio panadero, combatir el desperdicio —más de 400.000 toneladas anuales en España— y recordar que el pan no es solo carbohidrato, sino cultura, identidad y símbolo de comunión.
Numerosas panaderías murcianas han organizado hoy degustaciones, talleres familiares y campañas solidarias, mientras que centros educativos, ONG y colectivos gastronómicos han impulsado actividades para concienciar sobre la importancia de reducir el desperdicio, elegir productos integrales o apoyar a los productores locales. Además, desde la Fundación Española de la Nutrición se recuerda que el consumo diario recomendado de pan —entre 200 y 250 gramos, preferiblemente integral— sigue siendo clave en una dieta equilibrada.

Ambas celebraciones, aunque distintas en enfoque, convergen en un mismo mensaje: la alimentación es un pilar de la dignidad humana. Y en Murcia, tierra de huerta, mar y tradición culinaria, ese mensaje resuena con especial fuerza. Porque aquí, como en ninguna otra parte, se sabe que un buen plato comienza con un buen pan… y que ningún alimento debe irse a la basura mientras haya quien pase hambre.
Hoy, más que nunca, Murcia se suma al grito global: ¡por un futuro con hambre cero, con pan para todos y con sabor a justicia!




















