El fundador del emblemático local fallece a los 93 años, dejando un legado de tradición culinaria y hospitalidad mediterránea
La ciudad de Murcia está de luto tras la pérdida de Juan Nicolás Martínez, el querido hostelero y fundador del restaurante La Onda, quien falleció ayer a los 93 años de edad. Su partida deja un vacío irreparable en la comunidad gastronómica murciana, donde su establecimiento se consolidó como un referente de la auténtica cocina mediterránea y un lugar de encuentro para familias, amigos y amantes de la buena mesa.
Nacido en Murcia, Juan Nicolás dedicó gran parte de su vida a promover la excelencia culinaria con una filosofía sencilla pero poderosa: el respeto por las materias primas y la honestidad en cada plato. Bajo su liderazgo, La Onda se convirtió en uno de los restaurantes más reconocidos de la región, destacándose por su cálida atmósfera, su servicio impecable y sus exquisitas propuestas gastronómicas. Entre ellas, la célebre cazuela de pescados y mariscos al ajillo con ajos tiernos, que se ganó un lugar especial en el corazón de los comensales.
En 2013, su trayectoria profesional recibió un merecido reconocimiento cuando la Asociación Hostemur le otorgó uno de sus prestigiosos premios anuales. Este galardón no solo honró su dedicación al sector hostelero, sino también su capacidad para crear un espacio que trascendiera lo puramente gastronómico, convirtiéndose en un rincón acogedor donde compartir momentos inolvidables.
Quienes tuvieron la fortuna de visitar La Onda recuerdan con cariño sus entrantes, especialmente las tortitas de calabacín y las delicias de merluza con salsa de cangrejos, así como los postres que ponían el broche perfecto a cualquier comida. Pero más allá de la calidad de sus platos, lo que realmente destacaba era la esencia humana que Juan Nicolás imprimió en cada rincón del restaurante. Su amabilidad, cercanía y pasión por el oficio quedaron grabadas en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.
Acompañado siempre por su familia, incluyendo a su esposa María Martínez Cano (†) , sus hijos María Antonio y José, y sus nietos David, Juan Adrián, Casandra, Aarón y María, Juan Nicolás construyó no solo un negocio, sino también un legado familiar que perdurará en el tiempo. Hoy, sus seres queridos rogaban, con una esquela en La Verdad, una oración por su alma y agradecía a quienes deseasen acompañarles en la misa corpore insepulto que tuvo esta mañana, a las 10:00 horas, en la capilla del Tanatorio de Jesús (Espinardo).
La huella de Juan Nicolás Martínez en la hostelería murciana será imborrable. Su dedicación a la cocina honesta, su amor por los productos locales y su capacidad para hacer sentir a cada cliente como en casa lo convierten en un ejemplo insuperable de vocación y entrega. Como padre, esposo, empresario y amigo, supo brillar con luz propia, dejando un legado que seguirá vivo en cada rincón de La Onda y en cada plato servido con pasión.
Descanse en paz aquel que nos enseñó que la verdadera grandeza de la cocina reside en el corazón de quien la prepara.