El Ayuntamiento impulsa una transformación urbana que elimina toldos, amplía pasos peatonales y ofrece bonificaciones a hosteleros que se adapten antes del 31 de diciembre
La ciudad de Murcia está viviendo una profunda transformación en su espacio público hostelero. Tras la aprobación por parte de la Junta de Gobierno municipal de la modificación de la Ordenanza Fiscal 2.4, que regula la tasa por aprovechamiento de terrenos de uso público con mesas y sillas, Murcia avanza hacia un modelo de terrazas más estético, seguro, accesible y respetuoso con el entorno urbano y vecinal.
Uno de los cambios más visibles es la progresiva desaparición de toldos y parasoles en la zona PECHA —el corazón del centro histórico—, que deben ser sustituidos por sombrillas móviles que, obligatoriamente, se recogerán cada noche para dejar la vía pública completamente libre.

Esta medida, que afecta a más de 500 establecimientos, forma parte de un compromiso adquirido el 1 de julio y se incentiva con una bonificación del 50 % en la tasa de ocupación para el año 2026, siempre que los hosteleros presenten su solicitud antes del 31 de diciembre de 2025 y ejecuten el cambio en un plazo de aproximadamente 10 días hábiles tras la autorización.

La concejala de Espacios Públicos, Sofía López-Briones, destacó que esta reforma no solo busca armonizar la imagen de la ciudad, sino también mejorar la calidad de vida de sus habitantes. “Se trata de crear espacios donde convivan la actividad económica, la movilidad universal y el descanso vecinal”, afirmó.
En esta línea, la nueva normativa refuerza la accesibilidad universal: solo se autorizarán terrazas en aceras con una anchura mínima de 3,5 metros, garantizando un paso libre de 1,80 metros para peatones, personas con movilidad reducida, vehículos de emergencia y, especialmente, para preservar la funcionalidad de las bandas táctiles destinadas a personas con discapacidad visual. Además, se prohíbe expresamente la instalación en la vía pública de electrodomésticos, televisores, frigoríficos o cableado, eliminando riesgos y mejorando la limpieza visual del entorno.

Los horarios también se han ajustado para equilibrar el dinamismo hostelero con la tranquilidad residencial. Las terrazas podrán abrir desde las 7:30 horas, facilitando el servicio de desayunos, y deberán cerrar a las 00:30 horas, con una prórroga de media hora los viernes, sábados y vísperas de festivos.

Paralelamente, el Ayuntamiento sigue avanzando en la regularización de las llamadas “terrazas covid”, instaladas originalmente en zonas de aparcamiento durante la pandemia. Actualmente, cuatro ya están operativas —Bar Reyna, Mesón de Pepe, Confitería Tudela y Pepe El Torrao—, otras cuatro tienen vía libre para iniciar obras, y once se encuentran en trámite. Estas intervenciones incluyen la ampliación de la acera, lo que no solo legaliza el espacio, sino que mejora la circulación peatonal. El plazo para nuevas solicitudes permanece abierto, siempre que se cuente con el visto bueno de los vecinos y las juntas municipales.

Con esta doble apuesta —por la modernización estética y la inclusión funcional—, Murcia no solo renueva su fisonomía urbana, sino que reafirma su compromiso con una hostelería sostenible, integrada y comprometida con el bien común. Una ciudad donde disfrutar de una caña al aire libre ya no es solo un placer, sino una experiencia pensada para todos.




















