Hoy, 5 de noviembre, calles como Trapería y la plaza de la Cruz cierran al público para rodar escenas de F.A.S.T., el nuevo thriller de Taylor Sheridan, en una meticulosa recreación que ha cambiado hasta los nombres de las calles y los rótulos comerciales
LasGastrocronicas.com te ofrece una amplia galería fotográfica de la transformación de Murcia
No es la primera vez… en 1970, el director Jesús Franco ya eligió Murcia para recrear la mítica Buda en su película El conde Drácula, protagonizada por Christopher Lee
Hoy, 5 de noviembre, el corazón histórico de Murcia ha dejado de ser español para convertirse —al menos ante las cámaras— en una auténtica Budapest. Con motivo del rodaje de F.A.S.T., la nueva superproducción de Warner Bros. Pictures creada por Taylor Sheridan (Yellowstone) y protagonizada por Brandon Sklenar, el Ayuntamiento ha cerrado al tráfico y al público una amplia zona del casco antiguo, incluyendo Trapería, Barrionuevo, la plaza de la Cruz, los Soportales y la calle Nicolás Salzillo, entre otras.
Resulta sorprendente ver especialmente los establecimientos hosteleros del centro murciano como el Healthy Poke, Bar Pepe Juan, Malvón, la jamonería Quique Portillo, el restaurante Demo o Trapería 1, transformados en la confitería Maison Piritos, Paprica Sanyi, LSofia Szendvics, Bajusz, Otto Bistztro y Zolta.
LasGastrocronicas.com recorrió el set de rodaje en la calle Trapería para realizar esta amplia galería fotográfica:
(Las fotografías diurnas, son obra de Alberto Castillo Baños).
Murcia se convierte en capital húngara por obra y gracia del cine
Desde anoche, LasGastrocrónicas.com ha podido recorrer un set de rodaje donde cada detalle ha sido transformado con precisión casi obsesiva: los rótulos de los comercios han sido sustituidos por vinilos en húngaro, las farmacias ahora son gyógyzsertár, los estancos se han convertido en dohánybolt, y una administración de loterías luce como oficina de correos postal. Incluso la emblemática calle Nicolás Salzillo ha sido rebautizada como Széchy Andor utca, en homenaje a un ingeniero húngaro inventor de la turbina automática.
Las banderas de Hungría ondean en balcones, los puestos de flores y prensa están ambientados como en la capital magiar, y la tienda de recuerdos frente al Casino de Murcia —uno de los edificios que más impresionó al equipo de localizaciones— solo exhibe postales, gorras y paraguas de Budapest. Los propios carteles explicativos del Casino han sido traducidos al húngaro, reforzando la ilusión visual que ha dejado atónitos a vecinos y turistas por igual.
Según explican fuentes del rodaje, esta transformación responde a la necesidad de recrear con fidelidad una ciudad europea del Este para una escena clave del thriller, cuya trama —aunque se desarrolla parcialmente en Turquía y otros escenarios internacionales— encuentra en Murcia un telón de fondo versátil y visualmente convincente. La elección del centro histórico no es casual: su arquitectura, sus plazas y su trazado peatonal ofrecen una versatilidad única para el cine de alto presupuesto.
El Hub Audiovisual de Murcia, en colaboración con la Film Commission de la Región y la Film Office municipal, ha coordinado logística, permisos y comunicación con vecinos y comerciantes semanas antes del rodaje, garantizando que todos los elementos temporales —desde los vinilos hasta los vehículos de figuración— serán retirados tras la filmación, devolviendo el entorno a su estado original.
Mientras, la ciudadanía observa con una mezcla de asombro y orgullo cómo su ciudad se convierte en escenario de una producción internacional. Como dijo un joven comerciante a LasGastrocrónicas.com: “Ha entrado un grupo de húngaros emocionados… ¡pensaban que estaban en su país!”.
Porque hoy, en Murcia, no se rueda una película: se vive una ilusión colectiva donde el arte del cine borra fronteras y convierte lo cotidiano en extraordinario.
Murcia, doble de Budapest: de Jesús Franco a Taylor Sheridan, medio siglo de cine entre Buda y la Trapería
Murcia vuelve a ser Budapest —y no es la primera vez— gracias al rodaje de FAST, la nueva superproducción del prestigioso creador Taylor Sheridan. Pero esta ambientación húngara en pleno casco histórico tiene un antecedente cinematográfico tan sorprendente como poco conocido: hace 55 años, en 1970, el director Jesús Franco ya eligió Murcia para recrear la mítica Buda en su película El conde Drácula, protagonizada por Christopher Lee.
Según explica el experto en cine murciano Antonio Rentero, la actual transformación del centro —con rótulos en húngaro, banderas magiares y calles rebautizadas— no es un capricho reciente del cine internacional, sino que se inscribe en una tradición casi secreta de la ciudad como escenario de ficción europea. En aquella cinta de terror gótico, ambientada antes de la unificación de Buda y Pest en 1873, el Teatro Romea se convirtió en la fachada de una estación de ferrocarril con el nombre de “BUDA” claramente visible, mientras que el Real Casino de Murcia sirvió como interior del mismo edificio.
Incluso el propio Jesús Franco aparecía en la película en un breve pero simbólico papel: el del personaje que recibe a Mina Harker a su llegada a la ciudad. Una decisión que hoy resuena con ironía poética, pues mientras Sheridan y su equipo de FAST —con el respaldo de Warner Bros.— recrean con minuciosidad digital y logística una capital centroeuropea en pleno siglo XXI, Franco ya había descubierto, en plena dictadura, el potencial visual de Murcia para evocar mundos lejanos.
Así, entre el gótico de Drácula y el thriller contemporáneo de Sheridan, Murcia demuestra una vez más que su arquitectura, su luz y sus plazas no solo pertenecen a la historia local, sino que también han sido —y siguen siendo— telón de fondo de historias universales. Porque, desde 1970 hasta 2025, Budapest siempre ha estado, de algún modo, a una esquina de la Trapería.
Noticia relacionada:
Murcia acogerá el rodaje de la última superproducción de Warner Bros. Pictures
