En el marco de los Planes de Sostenibilidad Turística, ambas regiones destacan la cocina como motor de identidad, desarrollo económico y turismo experiencial

La ciudad de Murcia acogió este lunes una jornada de intercambio cultural y gastronómico entre dos territorios hermanados por la huerta, el mar y la tradición: Murcia y Almería se dieron cita en las Jornadas de Economías Locales “Destinos con Sabor”, un evento organizado por las asociaciones hosteleras Hoy Tú (Murcia) y ASHAL (Almería), con el respaldo de los ayuntamientos de ambas ciudades y la colaboración de la Universidad de Murcia.
El acto, celebrado en el Salón de Actos del Edificio Moneo, comenzó con sendas intervenciones institucionales. Jesús Pacheco, concejal de Turismo de Murcia, y Joaquín Pérez de la Blanca, su homólogo almeriense, subrayaron la importancia de fortalecer la cooperación interregional como estrategia para posicionar el Levante español como destino gastronómico sostenible y auténtico. Ambos destacaron que, en la era del turismo experiencial, la cocina local ya no es un complemento, sino el eje central de la atracción turística.

Posteriormente, tuvo lugar una mesa redonda centrada en la relación entre gastronomía, identidad y sostenibilidad, con especial atención a destinos como San Pedro del Pinatar, Cartagena o Bullas, cuyas economías locales se nutren directamente de sus productos autóctonos. La reflexión teórica corrió a cargo del doctor en Historia del Arte Álvaro Hernández Vicente, quien en su conferencia “De la identidad a la sostenibilidad del territorio: el valor cultural de la gastronomía” defendió que los platos tradicionales son “patrimonio vivo”, capaces de transmitir historia, valores y pertenencia.
Como colofón a la mañana de debate, los asistentes se trasladaron a la Plaza Julián Romea, donde el chef Patricio Úbeda, del restaurante Blanca Brisa de Almería, ofreció un vibrante showcooking que puso en valor los sabores de su tierra. Entre fogones, preparó especialidades como gurullos con atún, jibia en salsa y el icónico tomate Lobello, aliñado con aceite de oliva y hierbas de la huerta almeriense. La degustación se enriqueció con la actuación de la agrupación folclórica Alcazaba, que con más de veinte músicos y bailarines llenó la plaza de color, ritmo y tradición andaluza.

La jornada se completó con un gesto simbólico: una ofrenda floral de la delegación almeriense a la Virgen de la Arrixaca, antigua patrona del Reino de Murcia, en señal de respeto y hermandad histórica entre ambas regiones.

Pedro Sánchez-Fortún, presidente de ASHAL, resumió el espíritu del encuentro: “Estas iniciativas no solo conectan a los sectores hosteleros, sino que permiten mostrar las singularidades de cada territorio. Hoy, muchos viajes se planifican en torno a lo que se come, y la gastronomía se ha convertido en un pilar del desarrollo turístico sostenible”.

Financiada por el Ayuntamiento de Almería dentro del programa “Promoción y dinamización de la gastronomía a través de la cultura”, esta jornada refuerza un mensaje claro: en un mundo que busca autenticidad, Murcia y Almería no compiten, sino que cocinan juntas el futuro de sus economías locales.




















