«No tenéis casa, cablones»: su frase más mítica queda como legado de un hostelero que fue mucho más que un dueño de barra
Los barrios de Santa Eulalia y La Fama, y especialmente la zona conocida como La Puerta de Orihuela, se ha quedado hoy sin uno de sus personajes más queridos: Jiang
Zhongjie, propietario del popular Bar Asiática Jiang, falleció tras varios días en coma provocado por un derrame cerebral que lo dejó fuera de juego a los 42 años, cuando aún tenía toda una vida por delante con tres hijos pequeños.
Este pequeño local, ubicado en Calle Puerta de Orihuela, número 2, junto a la conocida Confitería Consuegra, y frente al conocido Chino de los Chinos, era mucho más que un espacio para desayunar o tomar algo al paso. Era un punto de encuentro donde la comunidad vecina encontraba no solo café, bollería, tapas o cerveza fresca, sino también complicidad, conversación y un ambiente familiar que marcaba la diferencia en pleno día a día urbano.
Durante los días previos a su fallecimiento, el local había sido transformado simbólicamente en un altar de afecto: decenas de carteles escritos a mano, colgados en la persiana metálica, rezaban por su recuperación. Algunos eran divertidos, otros emotivos, pero todos compartían el mismo mensaje: «Ponte bueno, chino cablón«.
Un barrio que lo adoptó
Natural de China, Jiang llegó hace años a Murcia y se convirtió en todo un referente del barrio de Santa Eulalia, donde fundó Bar Asiática, un rincón muy especial que, pese a su nombre exótico, respiraba esencia castiza murciana desde el primer momento. Allí, durante las mañanas tempranas, se mezclaban amas de casa, jubilados, comerciantes y trabajadores que buscaban en esa barra un lugar donde hablar, reír, discutir y, sobre todo, sentirse acompañados.
Aunque su idioma español era limitados, su carisma, su cercanía y su don de gentes hicieron el resto. Enseguida fue bautizado cariñosamente como ‘chino cablón‘ por los clientes habituales, un mote que él aceptó con orgullo y hasta cierto sentido del humor. Muchos le llamaban así… y todos sabían que era su forma de pertenecer al barrio.
Casado con Lin Roushan, más conocida en el barrio como Lily, formaba parte de una familia numerosa que incluye dos hijas, Helena y Sofía (nombres españoles), y un hijo, Jiang Lin Yu, Jiang Lin Xinrui y Jian Ling Xinran, todos ellos menores de edad y ahora huérfanos de un padre que luchó cada día por dar ejemplo de trabajo, respeto y dedicación.
Su legado en fotos y bromas
Uno de los elementos más icónicos del bar era un mural improvisado que cubría la pared interior: estaba lleno de fotografías de clientes asiduos, tomadas en diferentes momentos, muchas de ellas con el paso del tiempo. Sobre este collage nació incluso una leyenda local: «foto tuya que pone, cliente que pierde». Una broma inofensiva que reflejaba cómo Jiang había logrado crear vínculos profundos con su clientela.
Detrás de la barra, un calendario tras la barra con la frase célebre: “no tenéis casa, cablones”, en referencia a quienes se hacían de rogar a la hora de abandonar el local tras el cierre. Él pronunciaba “cablones” con una L, porque las erres no eran su fuerte, pero eso no importaba: nadie quería salir de allí.
Un corazón en la barra
El periodista Antonio Botías, en una crónica reciente publicada en La Verdad, describió así el impacto de su enfermedad:
«El hostelero es tantas veces también confidente, consejero, anfitrión e incluso amigo. Y Jiang lo era todo a la vez».
Y es que en el barrio, donde cada establecimiento tiene su historia y su dueño entrañable, Bar Asiática era una excepción emocional. No ofrecía tapas gourmet ni cócteles estelares, pero sí un entorno donde cualquiera se sentía bien recibido, escuchado y, sobre todo, comprendido.
En la puerta del bar, en estos últimos días, han seguido apareciendo flores, velas y mensajes escritos en papelitos pegados con celo. Algunos firmados por «tu gitano mangante», otros por familias enteras que pasaban todas las mañanas a desayunar, otros por los adolescentes que se tomaban el refresco después del instituto.
«Al barrio sin ti le falta vida», decía uno. «Rezamos por ti», escribía otro. «¡Ánimo, chinito fuerte!» , clamaban los Fernández del Castillejo.
Hoy, ese cartel blanco y negro con letras garabateadas ya no tiene esperanza. Pero sí tiene memoria.
Un sordo cartel reza hoy en la puerta de su establecimento:
Esquela funeraria
Nuestro amado esposo el Sr. Jiang Zhongjie, tras una valiente lucha contra la enfermedad, falleció el 22 de junio de 2025 a las 17:55 horas. Pese a todos los esfuerzos médicos no pudimos retenerlo, dejando a familiares y amigos sumidos en un dolor insoportable.
Velatorio:
Tanatorio Salzillo
C/ Clara Campoamor, 2. Ronda Sur, 30011 Murcia
Despedida:
24 de junio de 2025 (martes), 15 horas.
Cremación y entierro:
24 de junio de 2025 (martes), 17 horas
Tanatorio de Lorquí.
Av Trasvase del Ebro, 2A, 30564 Murcia.
Agradecemos profundamente el cariño brindado por familiares y amigos en vida. Rogamos que nos disculpen por no notificar personalmente debido a nuestro profundo dolor.
Con el corazón destrozado, sus familiares:
Esposa Lin Roushan.
Hijos: Jiang Lin Yu, Jiang Lin Xinrui, Jian Ling Xinran.
Más que un hostelero, un amigo
Con la noticia de su fallecimiento, el barrio vuelve a recordar cuánto puede significar una persona detrás de una barra. Jiang no solo vendía café o tabaco, sino que también servía compañía, comprensión y buen rollo. Sabía cuándo alguien necesitaba hablar y cuándo era mejor dejar pasar el silencio.
Fue un hombre sencillo, trabajador incansable y profundamente humano. Aquel que, aunque no tuviera una especialidad culinaria definida, sí tenía una receta secreta: escuchar, mirar a los ojos y hacer sentir a cada uno único.
Tras su caída repentina, amigos, vecinos y clientes sintieron su pérdida como si hubieran perdido a un familiar. Porque Jiang no era solo el dueño del bar: era su alma, su gracia y su encanto.
Un vacío en la barra
Con su partida, Bar Asiática guarda silencio. Y con él, también callan las risas, los chistes mal contados, las partidas de cartas improvisadas, los cafés de sobremesa y las confidencias de mediodía.
Pero aunque ya no haya nadie detrás de la barra, su presencia seguirá latiendo en cada foto, en cada mensaje de consuelo, en cada esquina de aquel espacio que fue su hogar fuera del hogar.
Porque Jiang no solo sirvió café, cañas y quintos. Sirvió calor, paciencia y humanidad.
Descanse en paz, amigo, compañero, maestro de la naturalidad.
Te echamos de menos… desde ya.
Datos clave:
Nombre del establecimiento: Bar Asiática
Propietario: Jiang Zhongjie – fallecido el 22 de junio de 2025
Edad al fallecer: 42 años
Familia: Casado con Lily | Padres de Helena, Sofía y un hijo pequeño.
Ubicación: Calle Puerta de Orihuela, 2, Murcia
Frase mítica: «¿No tienes casa, cablones?»