Mientras el Gobierno defiende la prohibición de fumar en terrazas como un avance sanitario, los dueños de bares y restaurantes —en Murcia y Madrid— claman al unísono: “No hay consenso, no hay datos, y nos están cargando con una responsabilidad que no es nuestra”. La patronal avisa: España se aísla en Europa, y el turismo puede pagar el precio
Las terrazas, ese símbolo de la vida social española, se han convertido en el epicentro de una batalla entre salud pública y libertad empresarial. Tras la aprobación del anteproyecto de la nueva Ley Antitabaco por el Consejo de Ministros, hosteleros de Murcia y Madrid han alzado la voz con un mensaje claro: la medida es desproporcionada, innecesaria y, sobre todo, impuesta sin diálogo.

En Murcia, Bartolomé Vera, presidente de la Federación Regional de Empresarios de Hostelería y Turismo (HoyTú), no duda en calificarla de “excesiva e incomprensible”. “España será, junto a Suecia, el único país europeo que prohíbe fumar en terrazas. ¿Y por qué? Porque aquí, a diferencia de otros lugares, la convivencia entre fumadores y no fumadores funciona”, señala. Para Vera, la prohibición no resolverá el problema, sino que lo trasladará: los clientes fumarán en las aceras, sin ceniceros, generando suciedad y conflictos con los vecinos. Peor aún: podrían refugiarse en casas, aumentando la exposición pasiva en espacios cerrados.
José María Rubiales, presidente de Cafés-Bares en Murcia, va más allá: “Nos convierten en policías, otra vez”. Recuerda la experiencia de la pandemia, cuando los hosteleros tuvieron que hacer de vigilantes de mascarillas y aforos. “No somos autoridades. No podemos estar detrás de cada cliente controlando si fuma o vapea. Es inviable, y genera tensiones innecesarias”. Rubiales insiste: “No hay un problema sanitario real. Solo una voluntad política”. Apoya su argumento con datos: según una encuesta de la UE, solo el 2,63% de los ciudadanos considera molesto el humo en terrazas. “El 97% no tiene problema. ¿Por qué legislar contra una minoría imaginaria?”, se pregunta.
La patronal también alerta del impacto económico y turístico. “España recibe más de 94 millones de turistas al año. Muchos de ellos, fumadores. Si en Francia, Italia o Portugal pueden fumar en la terraza, ¿por qué venir aquí?”, advierte Rubiales. Un 62,6% de los encuestados por Hostelería de España comparte este temor: la imagen de España como destino atractivo podría resentirse.
Mientras, en Madrid, la protesta se extiende a otro frente: la nueva Ordenanza de Terrazas del Ayuntamiento, que según Hostelería Madrid pone en riesgo la supervivencia de miles de negocios. “Para el 65% de los hosteleros, la terraza representa más del 50% de su facturación. Reducirla o limitarla es condenarlos al cierre”, denuncian en un documento firmado por más de 20 asociaciones. Critican que el texto, redactado “con el foco puesto en unos pocos barrios conflictivos”, castiga a toda la ciudad, ignorando que tras la pandemia, los espacios al aire libre son la preferencia mayoritaria de los madrileños. Además, acusan al Ayuntamiento de aumentar la “inseguridad jurídica” con trámites lentos y decisiones arbitrarias de las Juntas de Distrito.

Frente a las prohibiciones, el sector propone otra vía: la concienciación. Según una encuesta de 40dB y Hostelería de España, el 69,3% de la población cree que las campañas informativas son más efectivas que las restricciones. Y el 56% ni siquiera considera prioritaria esta medida.
Mientras tanto, desde la medicina, se aplaude la ley. Olga Meca, neumóloga y presidenta de Somupar en Murcia, destaca que “proteger a los no fumadores es un avance sanitario necesario”, y recuerda que el vapeo “no es inocuo: puede causar fibrosis, tumores y actúa como puerta de entrada al tabaco en jóvenes”. Aun así, admite: “Es un paso, pero no suficiente. El objetivo final es la prohibición total”.

¿Dónde queda el equilibrio?
Entre la salud y la libertad, entre la norma y la convivencia, entre Madrid y Murcia, los hosteleros piden una cosa: diálogo, datos reales y medidas proporcionadas. Porque, como dicen, “una terraza no es solo un negocio. Es el salón de España al aire libre”.
“No queremos prohibir. Queremos convivir. Y que el Estado deje de cargarnos con funciones que no nos corresponden.” — José María Rubiales, Cafés-Bares Murcia.



















