Nuestro nuevo GastroColaborador, Juan Plaza, nos trae la crónica de su recorrido gastronómico, junto al escritor Rafael Hortal, por el Puesto de Cristóbal Teruel en la Plaza de Verónicas; el Colmado de San Julián, de la Plaza de San Julián. y el restaurante El Baret, de Joan Belda y Paco Salas
Por Juan Plaza
Un jueves no es un día cualquiera si uno queda con su amigo Rafael Hortal para comer. Se empieza tomando unas ostras en el mercado de Verónicas, del puesto de Cristóbal Teruel que nos las abre y nos presenta sobre hielo picado en un recipiente de los que usa para la venta, con unos quintos de Estrella en el bar de la misma plaza de abastos.
Estas ostras nos dejan un fresco sabor a mar y ánimo para seguir la ruta. Antes de encaminarnos a nuestra mesa reservada en el restaurante El Baret de Joan Belda —que seguro pasará por Verónicas a surtirse— paramos en el Colmado de San Julián, la nueva apertura de Samuel Ruiz, aledaño a su bar Verónicas y que lo complementa; es un nuevo espacio goumet que conserva la bonita estructura de la mítica droguería.
Tomamos un vermú de la tierra y unas tapas de steak y boquerones en escabeche de naranja. Mi amigo Rafa me recuerda que Samuel Ruiz Radigales es hijo de sus compañeros de trabajo en TVE, Ana y Fito. Con alegría nos dirigimos al cercano El Baret, de elegante y funcional decoración con la amplia cocina a la vista.
El restaurante ha sido distinguido como uno de los 36 nuevos de España por The Fork Awards. Ante la carta y con la dificultad de elegir, cuando pedirías de todo, preferimos sin pensar, optar por el menú de arroz, y un maridaje de cuatro vinos a elección de Joan Belda. De entretenimiento unas olivas aliñadas y pan tostado con tres pequeños recipientes con aceite, tomate y alioli con doble de huevo.
El menú comienza con una croqueta de jamón cremosa con un velo de tocino casi transparente, encima de ella, que se deshace con el calor que desprende y nos prepara para el siguiente plato, unos níscalos escabechados con trocitos de calabaza y sus pepitas, y una salsa de la misma calabaza, un plato otoñal y que te deja con ganas de repetir; excelente forma de preparar las setas.
Continuamos sin solución de continuidad, con una coca de pastrami hecho por ellos con encurtidos y queso, un plato contundente, mezcla de Valencia y Nueva York, un plato que nos convence, y llegamos al plato de arroz servido en la paellera, para comer mano a mano con mi amigo Rafa; el arroz de pato y anguila nos deleita, y el sabor ligeramente ahumado de la anguila perfuma un arroz en su punto.
Todo esto maridado a elección de Joan, con un riesling alsaciano, un vino tinto del nuevo continente, de Chile concretamente, del que recuerdo su mineralidad, y un tinto del Ródano; buenos vinos excelentemente explicados con un conocimiento enciclopédico por parte del sommelier.
Dejo para el final con mención aparte, para mí, un gran postre, tarta cremosa de queso Tofio: queso al horno, ligeramente ahumado. Nos especifica que está hecho con leche de cabra de Lanzarote criada sobre terreno pedregoso y que da un característico sabor a este postre tradicional y que esta tan en boga últimamente. Rematamos con un exquisito vino de Hungría elaborado con uvas pasadas: tokaj 5 puttonyos.
Durante la comida hemos hablado del nuevo libro de mi amigo: “Encuentros. Personajes femeninos de la literatura erótica” y Joan Belda quiso comprar un ejemplar para inspirarse en nuevas recetas. Prometemos repetir esta ruta con esposas y amigos.
- Puesto de Cristóbal Teruel. Plaza de Verónicas. Murcia.
- Colmado de San Julián. Plaza de San Julián. Murcia.
- El Baret. Calle maestro Salvador Ortiz, 6 – Murcia.