Grupo Sureste celebra su 30 aniversario con una bodega singular que impulsa el enoturismo regional
Este jueves, la localidad de Jumilla fue escenario de la inauguración de la Bodega Nido de Cuco, una ambiciosa iniciativa impulsada por Grupo Sureste para celebrar su 30 aniversario. El acto fue clausurado por el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, quien subrayó el potencial turístico del sector vinícola en la Región de Murcia, destacando que en 2023 el enoturismo atrajo a 90.000 visitantes, de los cuales 50.000 recorrieron la Ruta del Vino de Jumilla, la más concurrida de la región. Según cifras aportadas por López Miras, las tres rutas del vino en Murcia generaron un impacto económico de cerca de 820.000 euros.
López Miras aplaudió la trayectoria de Grupo Sureste, señalando que sus 30 años representan “trabajo y apuesta por la Región de Murcia”, mientras elogiaba el carácter innovador de este nuevo proyecto, que no solo enriquecerá el sector vitivinícola, sino también el patrimonio enocultural del Altiplano.
En su discurso, también mostró su respaldo al sector en su actual crisis, agravada por la sequía que afecta a los viñedos. Expresó su compromiso en la búsqueda de soluciones y medidas con el Ministerio para apoyar la viabilidad de esta actividad esencial para el campo murciano.
Arquitectura vanguardista y tradición
La bodega Nido de Cuco es un espacio que fusiona diseño innovador y tradición, destacando su mirador bioclimático de 330 metros cuadrados, una estructura en forma de anillo creada por Zorg Arquitectos, que se alza sobre el complejo, permitiendo a los visitantes contemplar los viñedos desde una perspectiva privilegiada. Esta estructura de 135 metros de pasarela practicable ofrece una vista panorámica y puede albergar hasta 214 personas. Además, su diseño bioclimático, con cuatro kilómetros de lamas y una pérgola que optimiza la eficiencia energética, protege tanto la bodega como sus espacios exteriores.
Con una superficie de 1.150 metros cuadrados, el complejo incluye un salón acristalado con capacidad para 140 personas, una sala de catas para 50 invitados y una zona ajardinada exterior preparada para acoger eventos de hasta 400 asistentes. Como medida adicional de sostenibilidad, el mirador será abastecido por placas fotovoltaicas, reforzando su compromiso con la eficiencia energética.
Calidad artesanal como carta de presentación
Respecto a la producción de la bodega, Raúl Colucho, presidente ejecutivo de Grupo Sureste, enfatizó que la apuesta es por una producción limitada, de no más de 25.000 botellas, con vinos artesanales premiados en varios certámenes. Colucho destacó que este proyecto aspira a «convertirse en un símbolo de calidad y creatividad», siempre bajo la Denominación de Origen Protegida Jumilla y en sintonía con las raíces y tradiciones de la zona.
La bodega, situada en el paraje Vega del Ardal, busca preservar el legado de la región, reflejado en el propio nombre «Nido de Cuco», inspirado en un «cuco» de piedra seca del siglo XVIII, una estructura tradicional de piedra que protegía a los guardaviñas y es la más alta de su tipo en la comarca. Según Colucho, Grupo Sureste destinará recursos a la restauración de este elemento patrimonial, con el fin de integrarlo en la experiencia enoturística, promoviendo Jumilla como un destino cultural y patrimonial de referencia.
El innovador Nido de Cuco, junto con la inversión de dos millones de euros, representa una firme apuesta de Grupo Sureste para potenciar el desarrollo económico y cultural de Jumilla.
