La organización agraria denuncia una “competencia desleal” por importaciones terceras y advierte: sin ayudas inmediatas, miles de explotaciones murcianas —42.475 hectáreas— peligran en una campaña ya inviable
La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA Murcia) ha lanzado una alerta roja sobre la situación del sector cerealista y exige al Gobierno de España y a la Unión Europea la activación urgente de mecanismos de compensación económica para paliar la crisis sin precedentes que vive la campaña 2025.
Según la organización, los agricultores se encuentran en una posición insostenible debido a la entrada masiva de cereal procedente de países terceros, que llega a los puertos españoles a precios muy por debajo de los costes de producción nacionales. Esta competencia desleal está hundiendo los precios en origen y pone en riesgo directo la continuidad de miles de explotaciones.
En la Región de Murcia —donde se cultivan aproximadamente 42.475 hectáreas de cereales para grano, según datos de la Dirección General de Estadística Agraria— la situación es especialmente crítica. Los cultivos de cebada, trigo, avena y centeno se desarrollan mayoritariamente en secano, con rendimientos bajos por hectárea. Esto significa que, ante la caída de precios, los márgenes se contraen aún más que en otras zonas del país.
Actualmente, el coste mínimo de producción ronda los 280 €/tonelada, mientras que los precios de venta se sitúan por debajo de los 200 €/tonelada. En otras palabras: muchos agricultores murcianos están vendiendo con pérdidas superiores al 28 %, lo que hace inviable el mantenimiento de sus explotaciones.
«La PAC, por sí sola, supone un ingreso insuficiente para las familias agricultoras y ganaderas de la Región», advierte ASAJA Murcia. «No permite invertir ni modernizar las explotaciones, no garantiza una vida digna en el medio rural y, lo que es aún más grave, no ofrece una renta atractiva para los jóvenes que podrían incorporarse al sector».
Ante este escenario, la organización reclama la puesta en marcha inmediata de ayudas compensatorias que cubran la brecha entre el precio real de producción y el de mercado. «No pedimos subvenciones: exigimos justicia. Que se pague lo que cuesta producir un kilo de cereal en España», ha señalado la entidad.
Sin estas medidas urgentes, ASAJA Murcia prevé que miles de explotaciones cerealistas puedan verse abocadas a la ruina y, en el peor de los casos, a su desaparición inminente —con graves consecuencias económicas, sociales y medioambientales para el tejido rural murciano.
La organización hace, por tanto, un llamamiento a las administraciones competentes para que actúen con celeridad y responsabilidad, adoptando decisiones contundentes que salvaguarden el futuro de un sector estratégico no solo para la economía regional, sino también para la soberanía y seguridad alimentaria del país.
