Aunque la inflación de la Región de Murcia continuó con su descenso en el mes de agosto. Los precios de los alimentos crecieron en agosto por tercer mes consecutivo y es que los grupos más inflacionistas fueron Alimentos y bebidas no alcohólicas (+2,0%, una décima más que en julio) y Enseñanza (+1,5%), según publica la CROEM es su web. En particular, el Índice de Precios de Consumo (IPC) alcanzó una tasa de variación interanual del -0,5% (idéntica a la media nacional y al mes previo), según datos del INE.
Los grupos que ejercieron mayor presión bajista fueron el Transporte (-5,7%, debido a Carburantes), gastos asociados a Vivienda (-2,1%) y Ocio y cultura (-1,9%). El resto de grupos mantuvieron cierta moderación (con tasas que se situaron entre el -1,2% y el +1,1%).
Si se excluyen del cálculo los elementos más volátiles como alimentos no elaborados y energía, se tiene que la denominada inflación subyacente disminuye levemente hasta el 0,7% (0,4% nacional) tras haberse mantenido invariable en 0,9% durante junio y julio.
En definitiva, la inflación no varió su dinámica en agosto, y se mantuvo en valores reducidos aunque sin importantes oscilaciones, en un contexto protagonizado por las bajadas de los precios energéticos y la excepcionalidad que se vive desde marzo debido a la crisis sanitaria causada por el COVID-19.
Precio de los alimentos al alza
La pandemia del COVID-19 ha impulsado el precio de los alimentos al alza, lo que podría derivar en consecuencias negativas en lo relativo a la seguridad alimentaria. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió el pasado jueves que los precios de los alimentos crecieron en agosto por tercer mes consecutivo y los sitúa en su nivel más alto desde el mes de febrero.
Una mayor demanda y la debilidad del dólar han conjugado la tormenta perfecta para que el precio de los alimentos aumente. Esto es así porque el precio de las materias primas y los productos básicos se contabilizan en dólares, y la posición de la divisa es ahora más débil.
La Oficina de Estadística de China reconoce que el precio de los alimentos repuntó un 11,2% en agosto en términos interanuales, por los elevados precios de la carne de cerdo propiciada por el brote de peste porcina africana que diezmó las manadas de cerdos chinas, según ha recogido la cadena estadounidense CNBC. Esta situación llevó a que el precio de la carne de cerdo se disparara un 52,6%, respecto al pasado año.
Los expertos señalan que de momento no hay una escasez de alimentos apremiante, pero que la crisis del coronavirus ha tenido un impacto en la cadena de suministro del sector de alimentación, ya que supuso un frenazo a la producción.
“A medida que avanzó la crisis del COVID-19, los cortes en la cadena de suministro de alimentos nacionales, y otros problemas que afectan a la producción de alimentos y la falta de ingresos están generando fuertes tensiones y un riesgo para la seguridad alimentaria de muchos países”, destacó el Banco Mundial el pasado lunes.
En general, los precios de la alimentación son estables en todo el mundo. Sin embargo, algunos países registran inflación en este segmento. De hecho, el 70% de los agricultores encuestados aseguraron que su capacidad para comprar alimentos se vio resentida, por la falta de ingresos. En este sentido, el Banco Mundial advierte de la posible interrupción en la cadena de suministro si los agricultores tienen limitaciones de acceso a los alimentos.
Si bien desde el organismo aseguran que la inseguridad alimentaria no responde directamente a la escasez de alimentos, apunta que las interrupciones en el suministro agrícola de fertilizantes, semillas o la escasez de mano de obra podrían reducir las cosechas la próxima temporada.