Bodegas Vilano ha finalizado la campaña de 2020 con una recogida total de 1,6 Millones de kilos de uva Tempranillo y unos magníficos parámetros de alcohol y acidez, lo que augura, entre otras cosas, unos vinos con una mayor longevidad.
La vendimia de 2020 se ha caracterizado por una extraordinaria calidad “que previsiblemente llegue a considerarse excepcional” según Desiderio Sastre, Gerente de la Bodega. Y es que las características de la uva, el grado alcohólico, sanitario, el color de los mostos y los índices de ph y acidez, así lo determinan. Por todo ello, los pronósticos para esta añada son excelentes, esperándose vinos de gran intensidad aromática y con buena estructura en boca. Así las cosas, desde bodegas Vilano se habla ya de una cosecha de similares caracterísiticas a la de 2015, cuya excepcionalidad ha conllevado la elaboración de grandes vinos.
La vendimia en la DO Ribera del Duero
En total, 8.372 viticultores y 279 bodegas han participado en esta campaña de vendimia en Ribera del Duero. Tal y como explican desde la propia DO, la recolección se llevó a cabo en 21.800 hectáreas, cuya inmensa mayoría (un 90 por ciento) corresponden a la variedad de Tempranillo.
Más de 300 hectáreas de viñedo y una producción anual de 2 millones de kilos de uva
Ubicada en Pedrosa de Duero, (Burgos), una de las zonas privilegiadas donde tradicionalmente se ha dedicado al viñedo de alta calidad. Bodegas Vilano cuenta con más de 300 hectáreas de viñedo de la variedad “Tinta Fina” o “Tinta del País”, (Tempranillo) y una producción potencial anual de 2 millones de kilos de uva de alta calidad.
La combinación de viñedos centenarios, el profundo conocimiento vitivinícola, el equipamiento tecnológico, junto a el equipo de trabajadores altamente cualificado, son las claves del éxito de los vinos Vilano. Tinto joven, tinto roble, crianza, reserva y vino de autor, forman parte de su portfolio. El envejecimiento se realiza en barricas de roble americano y francés.
Pasión por el vino desde 1957
La bodega fue fundada en 1957 por los abuelos y padres de los actuales socios, que aportaron viñas centenarias en pro de una ilusión. La capacidad inicial de la bodega era de 300.000 kilos de uva pero hoy admite 2,6 millones. Inmersa desde sus inicios en un proceso de mejora continua, es actualmente un proyecto en expansión, con gran vocación de futuro, pero basado en el esfuerzo, el trabajo, y sobre todo el conocimiento y la pasión por la uva, el vino y la Ribera del Duero.
La cepa y el cielo determinan el inicio de la vendimia en Vilano
En la bodega se separa el fruto del raspón o tallo del racimo, para evitar que aporte un gusto demasiado herbáceo. En los depósitos se inicia el proceso natural de la fermentación alcohólica, que suele durar unas dos semanas y durante el cual se controlará la temperatura y se procurará que el mosto esté en continuo contacto con el hollejo o piel de la uva, para extraer el color, la estructura y el potencial aromático de la fruta, en el caso de los vinos tintos. Una vez terminada la fermentación alcohólica se retiran los hollejos y el vino se traslada a otros depósitos donde realizará la fermentación maloláctica a lo largo del invierno.
Previa cata en depósito y evaluación de sus cualidades de envejecimiento, los vinos serán destinados convertirse en crianzas, reservas o grandes reservas. Es el momento de seleccionar las barricas de roble francés y americano, o algunas de roble procedente del Centro y Este de Europa, para dar el envejecimiento más adecuado a cada estilo de vino. Todo ello en un lugar tranquilo, sin luz ni ruidos y a una temperatura constante.