Heineken anunció ayer miércoles que eliminará unos 8.000 puestos de trabajo, lo que representa casi el 10% de su plantilla en todo el mundo, en un plan de ajuste que afectará también a los trabajadores de la multinacional en España, donde cuenta con 1.590 empleados. Según publica Food Retail, ese parte del plan de la cervecera para la reducción de costes después de la bajada en ventas del 8% sufrida en la pandemia.
En la presentación de sus resultados anuales, la compañía explicó que pondrá en marcha un plan de recortes para ahorrar alrededor de 2.000 millones de euros brutos hasta 2023 y espera reducir sus costes totales con los despidos en 350 millones de euros. La empresa, que cuenta con unas 85.000 personas en su plantilla en diferentes países, entre ellos España, calcula que su oficina central será objeto de una reducción del 20% en costes de personal hasta finales del primer trimestre de 2021.
Las restricciones a causa de la pandemia, de coronavirus y el cierre de la hostelería han dejado en la compañía un ingreso total de 23.770 millones de euros, el 16,7% menos que el año anterior. El beneficio neto de la empresa en 2020 fue de 1.154 millones de euros, una bajada del 49,4 % en comparación con 2019.
La compañía ha anunciado también que destinará unos 420 millones de euros a la reorganización de la empresa, lo que supondrá una producción más eficiente de sus cervezas, un uso más frecuente de los canales de venta digitales para llegar a sus consumidores y promocionando las marcas premium y la cerveza sin alcohol, en detrimento de productos y gastos menos efectivos.
Dolf van den Brink, director ejecutivo de Heineken, señala que la empresa aspira a «ofrecer un crecimiento superior y rentable en un mundo que cambia rápidamente» y apostó por «poner en el centro a los clientes y al consumidor para mejorar y expandir continuamente» su presencia, intensificando el «enfoque en las mejoras continuas de la productividad».