El digital ‘Inout Viajes’ dedicó ayer un amplio reportaje a la empresa de restauración murciana con dos establecimientos en Madrid, especializados en la elaboración de todo tipo de pasteles de carne murcianos. La empresa de la familia Cano Nicolás tiene prevista su expansión en breve a otras localidades españolas y ultima la apertura de un nuevo local en Murcia.
«Bajo el eslogan ‘la fábrica del hojaldre’, Willy Factory se propone evolucionar, revolucionar y revalorizar el hojaldre y, más concretamente, una de las recetas más representativas de la gastronomía murciana: el pastel de carne. La marca desembarcó en la capital en septiembre de 2019 con la apertura de una primera tienda en la madrileña calle Princesa –a la altura de Alberto Aguilera-; en diciembre de ese mismo año, vio la luz un segundo local en la plaza de la República Dominicana y entre febrero y marzo de 2021 se inaugurarán dos establecimientos más: uno en Móstoles (Madrid) y otro en Murcia, cuna del proyecto y lugar de origen de sus artífices. Además de degustarse in situ, sus willys –como han bautizado a sus hojaldritos rellenos– pueden disfrutarse en casa en casi todo el país, ya que al delivery en la ciudad acaban de sumar un nuevo servicio de mensajería exprés que entrega los pedidos en menos de 24 horas a cualquier punto de la península.
Una empresa familiar con raíces murcianas
El proyecto surge de la inquietud y el espíritu emprendedor de José Cano, nacido en La Huerta de Murcia –comarca natural que abarca las fértiles tierras regadas por el Segura–, procedente de una familia con fuertes raíces en el campo –su padre fue agricultor y su bisabuelo exportaba frutas– y con experiencia en el sector de la hostelería. Inspirado en la tradición de los domingos en su hogar, cuando se compraba pastel de carne para que nadie tuviera que cocinar, José empezó a reflexionar sobre el recorrido en la historia de este manjar murciano, cuyo origen, aunque hay varias versiones, se atribuye a la cultura árabe que, a su vez, lo había recuperado de la Roma de Augusto. Se sabe que antaño el pastel de carne se consumía prácticamente en todo el arco mediterráneo, de lo que dan fe las obras Niños comiendo de una tartera, de Murillo, y La vida del buscón llamado don Pablos, de Quevedo, ambas del siglo XVII; y que tal fue su importancia que el propio Carlos II promulgó unas ordenanzas que establecían la forma correcta de prepararlo, con pena de dos años de destierro para el pastelero que las incumpliera. Sin embargo, el paso de los años hizo que esta delicatessen desapareciera de casi toda la geografía española, permaneciendo únicamente en la región de Murcia, donde sigue siendo uno de los platos más típicos y señeros.
«A lo largo de estos años –explica José– todo ha cambiado a nuestro alrededor; pero una de las cosas que se mantiene inmutable es nuestro querido pastel, fiel a la receta original generación tras generación. Ante esto me pregunté: ¿Por qué si todo está evolucionando el pastel de carne debe seguir igual?». Así, dispuesto a revolucionar el mercado y con el apoyo de sus tes hijos, José Manuel, Guillermo y Javier, y de su mujer, María Luz Nicolás –todos ellos involucrados en este negocio familiar que ya cuenta con 41 trabajadores en nómina–, decide crear Willy Factory.
Willys, la versión aligerada, mini y sofisticada del pastel de carne
La imagen de la marca –el oso, símbolo de la capital– es un homenaje a la ciudad que les ha acogido en sus inicios y su nombre, Willy, hace un guiño a Willy Wonka y su fábrica de chocolate. Y es que uno de los aspectos diferenciadores de esta hojaldrería de referencia es que posee una fábrica propia en Murcia en la que se elabora absolutamente todo, tanto el hojaldre como los rellenos, con mimo artesano, los mejores ingredientes y una buena dosis de creatividad. «Respetamos la receta tradicional del hojaldre, la que nos han enseñado los mejores pasteleros de Murcia, que lleva implícitos mucho tiempo, dedicación y una paciencia infinita, pero hemos aligerado el pastel utilizando la mínima cantidad de manteca posible», aseguran. Además, añaden, han invertido en I+D+i con el fin de crear una amplia gama de sabores acordes con las tendencias de consumo y aptas para todos los gustos y paladares. «La innovación está sobre todo en los rellenos», de elaboración compleja y basada en materias primas de máxima calidad –utilizan las partes más nobles del animal en el caso de las carnes–, respetuosas con el medio ambiente y, en la medida de lo posible, de proximidad –las frutas y verduras proceden de la huerta murciana–.
Por el momento, cuentan con doce variedades saladas y cuatro dulces: Clásico Murciano (ternera, huevo cocido y chorizo); Napolitano (jamón york, queso y tomate); Duxelle (champiñón y cebolla caramelizada); Flora (apto para veganos, relleno de heura, patata, cebolla caramelizada y zanahoria y hecho con margarina en sustitución de la manteca de cerdo); Murcilla (morcilla murciana); Glaciar (bacalao con tomate); Ave (pollo marinado con queso); De La Vega (espinacas, pimiento verde, pasas y soja); Del Prado (carrillera de ternera estofada); Del Bosque (boletus); Oporto (solomillo ibérico con salsa al Oporto); Ingenioso (clásico murciano con sesos); Goya (crema pastelera y manzana); Salzillo (crema de queso); Greco (brownie de chocolate con frambuesa) y De Bussy (crema de chocolate con avellanas). No obstante, los rellenos irán variando y adoptándose a productos de temporada. El formato de los willys, como llaman a sus hojaldres, es junior para favorecer que el cliente pueda probar diferentes sabores, aunque el Napolitano, el Duxelle, el Clásico y el Ingenioso están disponibles en tamaño normal, perfecto para comer o cenar con un acompañamiento o entrante.
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La oferta de Willy Factory se completa con una buena variedad de cafés, tés y bollería dulce y saldada, zumos naturales y chocolate a la taza para desayunar y merendar; ensaladas y caldo con pelotas murciano para comer o cenar y conservas prémium, quesos y snacks para picar entre horas.
Para cualquier situación y en cualquier rincón de España
Los willys son ideales para desayunar, tomar un tentempié a media mañana, comer, merendar, cenar y servir en un evento o reunión de trabajo. Desde su nacimiento a finales de septiembre, la marca ha crecido hasta alcanzar cuatro puntos de venta físicos: las dos tiendas de Madrid capital disponen de unas diez plazas –más otras diez en terraza en el caso de la de República Dominicana– para tomarlos in situ; la de Móstoles cuenta con capacidad para 30-40 comensales dentro más otros 30-40 en terraza y la de Murcia capital tendrá capacidad para albergar hasta 100-120 personas, (una vez esté terminada, ahora solo han hecho una parte ante la situación que estamos viviendo). En todas se ofrece take away, pudiéndose encargar con antelación para no tener que esperar, ya que los willys requieren unos siete minutos de horno –nunca de microondas– para terminarse y servirse calentitos. «En fábrica –explican– les damos un 75 % de la cocción que necesitan y les sometemos a un proceso de ultracongelado que permite que mantengan intactas sus propiedades cuando llegan al punto de venta o a casa del consumidor sin necesidad de recurrir a ningún conservante ni ingrediente artificial».
Además de las tiendas, disponen de un servicio de delivery para pedidos inmediatos en Madrid –dentro de la M-30–, Móstoles y Murcia capital que funciona, por el momento, a través de las plataformas Glovo, Just Eat, Deliveroo y Uber Eats, aunque pronto dispondrán de sus propias furgonetas de reparto que permitirán compartir los gastos en el caso de un pedido múltiple: por ejemplo, en el caso de que distintas oficinas de un mismo edificio hagan su pedido a la vez. Y si se tiene un evento especial o simplemente antojo, los willys pueden además disfrutarse en cualquier punto de la península con entrega en menos de 24 horas a través de MRV».
¡Pre-apertura en Murcia!
La empresa, que fabrica sus pasteles en Murcia, en su fábrica de Zarandona, anunció el pasado mes de noviembre que. «ante la situación producida del cierre de la hostelería y observando el problema que esto conlleva de no poder bajar a tomar café o un bocadillo o algo para desayunar o comer las personas que trabajan lejos de su hogar, hemos tomado la decisión de abrir en nuestra fabrica-obrador con el fin de dar un servicio para los que por cualquier circunstancia les venga bien y quieran hacer libremente un pedido a nuestra empresa.
El servicio que vamos a dar es por encargo tanto si viene a recogerlo a nuestra fábrica como si quiere que vayamos nosotros a llevárselo dentro de Murcia capital y alrededores de momento.
Es una improvisación para ayudar en esta situación novedosa y rogamos disculpen los posibles fallos que podamos tener ya que no pensábamos en ningún momento salir a hacer este servicio. Gracias».
Anuncian que en breve abrirán un nuevo establecimiento en Murcia y tienen prevista su expansión a otras localidades españolas.
Haz tu pedido:
El contacto para los pedidos es el 634 609 439 y el 868 048 227 y nuestro horario de atención al cliente es de:
- Lunes a viernes de 8 a 15 de la mañana
Estaremos encantados de servirles en nuestras instalaciones ubicadas en la antigua carretera de Alicante nº 169-Bis POLÍGONO PEÑAMAR.
Esperando serles de ayuda si nos necesitan, un saludo afectuoso.
Sobre Willy:
Según publican en su página web, Willy es una empresa familiar con un claro objetivo: poner en valor el hojaldre.
Willy Factory nace de una pausa en el camino de la vida. Una oportunidad. La de acercar a todos los paladares, el tradicional pastel de carne murciano.
“Hojaldres hechos con cariño, esmero y una cuidada selección de ingredientes de primera calidad”
Decididos a recuperar un plato tradicional, aportándole innovación y modernidad, así es como nace Willy y renace nuestro producto. En palabras o trazos de Quevedo, Murillo o Carlos II quedan testimonios del consumo de nuestro pastel clásico, delicia saboreada en toda la península desde hace siglos. Habiendo desaparecido del territorio español y permaneciendo únicamente en el sureste, pretendemos recuperar este fast food sirviendo comida de calidad. Es con el hojaldre con el que hemos querido crear un mundo de posibilidades para su disfrute, haciendo que adopte diferentes formas y conjugándolo con diversos rellenos.
Empresa familiar con una marcada orientación humanística.
Los promotores del proyecto son la familia CANO NICOLÁS compuesta por José Cano Martínez y María Luz Nicolás Mercader como socios de la misma y contando en el proyecto con la participación actualmente de sus hijos José Manuel y Javier a nivel operativo. Los promotores aportan, además de experiencia en la gestión y dirección de empresas, la implicación y motivación necesaria para el desarrollo de un proyecto que nace con el objetivo de consolidarse y que sirva de plataforma para la incorporación de profesionales que cumplimenten con conocimiento el proyecto.
Unimos además el apoyo y conocimiento de un equipo humano importante con amplia experiencia en el sector que hace que tengamos confianza en su éxito. Profesionales comprometidos con el proyecto, personas dinámicas e innovadoras.
Estamos interesados en promover a nuestros trabajadores hacia puestos superiores, nos marcamos como objetivo generar valor añadido mediante la formación continua, es una de nuestras pautas, el objetivo, que nuestros trabajadores estén capacitados para desarrollar sus tareas de forma eficiente y podamos avanzar. Implantamos grupos de mejora para identificar oportunidades y proponer soluciones a ineficiencias del sistema.