El desaparecido cronista gastronómico de La Opinión, durante años, ha sido autor de 53 libros y miles de artículos en diferentes medios de comunicación
El veterano periodista gastronómico y escritor, Ismael Galiana ha fallecido en su domicilio a las cuatro de la madrugada de este domingo a los 88 años, tras toda una vida dedicada al periodismo y la gastronomía. Su hijo Ismael, también periodista, fue el primero en anunciar la triste noticia del fallecimiento de Galiana, quien se ha marchado estando en todo momento acompañado por su mujer, Conchita, con quien tuvo ocho hijos, Cuqui, Ismael, Raquel, Daniel, Raúl, Mónica, Natalia y Sandra, tras una larga enfermedad que le ha mantenido en casa durante los últimos años y que se había complicado en los últimos días.
En estos momentos está siendo despedido en la sala 3 del tanatorio de Jesús, donde mañana lunes 11 de octubre a las 11,30 h. se celebra el funeral.
Nunca quiso que se le considerase crítico gastronómico, ya que a él le gustaba definirse como «comensal». «Yo no soy crítico, soy comensal, explicaba siempre, el verdadero protagonista de la gastronomía es el comensal». Ismael Galiana, que ha sido durante años colaborador de La Opinión como cronista gastronómico, deja un gran legado de más de medio centenar libros, concretamente 53, todos ellos referidos a la Región de Murcia, y una larga carrera como periodista en diarios como los desaparecidos La hoja del lunes y Línea. También, en sus inicios, fue corresponsal en Murcia del diario ABC.
Trabajador incansable, estudió Filosofía y Letras en Murcia y posteriormente, Periodismo en Madrid, y llegó a presumir de tener hasta ocho trabajos al mismo tiempo, «uno por cada hijo», explicaba orgulloso.
Según nos ha contado su hijo Ismael a LasGastrocrónicas.com, Ismael Galiana se ha marchado «muy tranquilo, rodeado de su familia, especialmente de su mujer, Conchita».
Hablamos de «un periodista de raza», como lo define su hijo Ismael. «A mí me enseñó que un periodista tiene que estar preparado en todo momento para estar dispuesto a cualquier hora, porque a las cuatro de la mañana puede arder de repente la Planta de Escombreras. De lo que más recuerdo de mi padre era su capacidad para empatizar con todo tipo de gente y yo no recuerdo que haya tenido nunca enemigos».
Según nos explica Ismael, su padre le explicaba que «el mundo de la hostelería es tan complicado y sacrificado que, cuando yo hago una crítica gastronómica, si el restaurante es bueno, yo lo pongo de excelente; si es normal, lo pongo de bueno y si es malo, no digo nada».
Ismael Galiana también ha sido miembro de jurados de decenas de premios y concursos gastronómicos de toda índole que se han realizado en la Región de Murcia y a nivel nacional.
Su amplia trayectoria como crítico gastronómico comenzó en 1965 reseñando el libro Entre bocado y trago, de Juan García Abellán. A partir de ahí llegaron sus propios libros y miles de artículos, reseñas y entrevistas, gracias a los cuales Galiana realizó un auténtico atlas de la gastronomía regional murciana. Escribió sobre locales en grandes ciudades, pero también de pequeñas pedanías y barrios que muchas veces resultaban desconocidos.
En 2013, con motivo de su 80 cumpleaños, el periodista recibió un emotivo homenaje de las asociaciones gastronómicas de la Región en las que si algo se remarcó fue su papel para divulgar como nadie el papel de la gastronomía murciana. «No tengo abuelas, ni paterna ni materna, así que puedo proclamar que esta mención especial que me dais la hostelería y los restaurante de la Región, me la tengo más que merecida, merecidísima. Agradezco hondamente que tal reconocimiento se me haga en vida, ya que los homenajes póstumos son tristísimos y lloramos todos como Magdalenas, con la desventaja de que al interfecto, al muerto y nunca mejor dicho, no se le permitía decir ni pío ni agradecer el gesto», decía Galiana en el discurso del día de su homenaje.
En 2014, la Asociación de Jefes de Cocina de la Región de Murcia, con el apoyo de la Consejería de Turismo organizó el primer premio de Cocina Regional, ‘Ismael Galiana’, que se sigue celebrando anualmente hasta hoy.
Ismael también vivió una breve pero intensa experiencia en el mundo de la política ocupando el cargo de jefe de prensa del primer presidente autonómico de la Región de Murcia, Andrés Hernández Ros, en los años ochenta, y también trabajó varios años en el gabinete de prensa de la Consejería de Agricultura.
Autor también de libros como la Guía Secreta de Murcia, que comparte con Adolfo Fernández Aguilar. También compartió firma y pluma con otros personajes conocidos como el periodista José García Martínez, con Dos periodistas murcianos en el Mercado Común.
También escribió La Mudanza, sobre la transición política en la Región de Murcia.
Familia, periodismo, historia, todo ha estado ligado en la vida de Ismael Galiana, cuyo abuelo materno, José María Romero, puso en marcha la famosa librería ‘La Covachuela’, en el bajo de la casa familiar de la Trapería, y de donde Ismael siempre contaba que fue donde tomó contacto con los primeros tebeos y donde comenzó a leer a los clásicos de la literatura.
Decía añorar los viejos tiempos, aunque no tanto como pudiera parecer, según cuentan sus compañeros de Onda Regional, donde también ha colaborado durante años. Fue investigador incensante de lo vivido y lo cercano. A principios del siglo XXI aún deleitó con trabajos como el libro Murcia imaginada. En una entrevista en la radio el autor lo definía como la mezcla de la tragedia y la comedia de nuestra historia.
Entre sus libros, destacan los títulos Productos de Murcia, Nuestra cocina, Placeres de la mesa, 50 nuevas recetas de la cocina de Murcia, Bodegas y queserías de la Región de Murcia y Guía gastronómica de la Región de Murcia.
A su labor de crítico gastronómico en el diario La Opinión de Murcia durante años se añaden también los libros El río Segura, Guía secreta de Murcia, Cartagena y Mar Menor, Guía secreta de Murcia, Murcia imaginada e Insólita, entre otros títulos.
Hoy Ismael, ha podido abrazar de nuevo a su hijo Raúl y a su hermano, el escritor y cantautor, José María Galiana, fallecido durante la pandemia a causa del virus, quien también compartió con Ismael su pasión por la gastronomía en sus publicaciones periodísticas.
Decano y maestro del periodismo gastronómico de la Región de Murcia desde 1965
Su hija Sandra Galiana ha comunicado la triste noticia en redes sociales a través de esta sentida carta:
Tristemente, hoy despedimos a mi padre, Ismael Galiana. Decano y maestro del periodismo gastronómico de la Región de Murcia desde 1965, realizó un auténtico atlas de la gastronomía murciana a lo largo de miles de artículos, reseñas, libros y entrevistas.
Él decía que «los homenajes, en vida siempre», afirmación categórica con la que coincido plenamente. Así lo manifestó en una de sus últimas intervenciones públicas durante la presentación del concurso de cocina regional que lleva su nombre, cuya primera edición se celebró en 2014. Con sorna y muchísimo cariño, apostillaba sugiriendo que «si las asociaciones de cocineros, hosteleros y reposteros, con lo difícil que es a veces ponerlas de acuerdo, volvierais a distinguirme de nuevo, o si sabéis de otros colectivos dispuestos a premiar mi dilatada trayectoria profesional, no lo dejéis para la eternidad». El humor siempre fue su seña de identidad.
Una vez alcanzada la edad de jubilación (que fue de mentirijilla ya que trabajó incansablemente) y que prolongó hasta los 70 años como funcionario, primero siendo Jefe de Prensa de la Consejería de Agricultura y después del 112, la dedicó de forma estimable a divulgar nuestro rico patrimonio gastronómico.
Fue autor de 53 libros, más de medio centenar, cifra que se propuso alcanzar con ahínco en los últimos años.
Su gran aportación para ligar escritura con los goces culinarios quedan plasmados en publicaciones entre las que destacan: Guía gastronómica de la R.M, Historia de la gastronomía de la R.M, Las 50 mejores recetas, Los placeres de la mesa, Productos de Murcia, Jóvenes Centro de Cualificación Turística y Homenaje a Raimundo González, entre otras.
Para mí supuso un auténtico lujo, y enorme responsabilidad, colaborar con él en publicaciones como Guía gastronómica de Lorca, Guía de bodegas y queserías de la Región de Murcia y Vive y descubre Murcia. Además me permitió usurpar durante sus vacaciones estivales, su sección semanal de Pan y Manteles del diario La Opinión de Murcia.
Si como profesional fue excelente, como padre, mejor si cabe. Aun siendo la pequeña de 8 hermanos, con los consabidos mimos y generosidad de límites propios de la crianza con respecto a la primogénita, me inculcó los valores de la tolerancia, el respeto, la responsabilidad, así como la pasión por la vida y la puntualidad, que llevaba a rajatabla. Esto último no lo aprendí del todo. Confío en mi, me dio toda la libertad del mundo y no paró de presumir de su hija pequeña, hasta sacarme los colores.
Sirvan estas palabras como sentido homenaje.
Y papá, no te enfades mucho conmigo porque sea a título póstumo. Ya sabes que siempre te he admirado como a nadie en esta vida, y así te lo hice saber.
Descansa en paz, bonico mío.
Paco otro amigo se nos va este año …..cada vez que hablamos de pimentón, limones,sardina,cordero segureño vamos productos autóctonos nos acordaremos de el ,gran protector de ellos .Un abrazo al cielo y otro muy grande para su familia. Que somos muchos gastronomicamente hablando. Que la tierra le de paz y el cielo gloria. Amén.