El popular y televisivo actor Imanol Arias, se desplazó el pasado jueves a Murcia para participar en una cena-cata de siete añadas del vino Bruto, un proyecto personal del actor que inició en 2012 junto a bodegas Juan Gil y el creativo publicista Jorge Martínez.
Según explicaron se trataba de la primera cata vertical que se hace de Bruto en toda su historia y se probaron 7 añadas, desde 2015, hasta la de 2020. La cata-cena, que contó con la participación de una quincena de clientes y periodistas gastronómicos, se celebró en ‘El Cuenta Vinos’ del Infante Juan Manuel y fue dirigida por Tomas García, de Fragama.
El actor, que se mostró muy cercano con todos los asistentes, con quienes charló y se tomó fotografías, explicó que Bruto es un vino «que solo les ha dado felicidad». Comenzaron con 3.500 botellas y ya van por 24.000.
«Es un proyecto emocional, -explicaba- que fue inspirado por Dios y la solidaridad. Un proyecto con una gran conexión espiritual», fruto de su gran pasión por el vino y la admiración de Imanol Arias por la uva Monastrell. El actor explicó que desde que nació su proyecto enológico «solo nos ha dado felicidad. En la primera añada se embotellaron 3.500 botellas y en la última añada ya andan por las 24.000».
Imanol Arias también explicó Bruto es «en parte un homenaje al desaparecido actor murciano, Paco Rabal, de quien era un gran amigo».
A la pregunta de a cuál de los personajes que ha interpretado en su dilatada carrera, cree que le habría gustado más su vino Bruto, el actor contestó sin dudarlo… «Sin lugar a dudas, a San Vicente Ferrer«.
LasGastrocrónicas.com asistió a la cata y realizó un amplio reportaje fotográfico del evento:
El proyecto Bruto nació destinado a ocupar un hueco en las bodegas de los principales restaurantes de la Región y las estanterías de algunos espacios ‘gourmet’ y desde el principio el vino ha gustado. Se trata de un homenaje a la uva Monastrell que desde 2012 une al actor leonés Imanol Arias con la bodega jumillana Juan Gil y con el publicista murciano Jorge Martínez. Juntos diseñaron la que fuese la primera cosecha de Bruto, un vino «especial y con personalidad», rico en matices, fresco, y muy femenino, explicaba en 2015 el actor, que ha conquistado el paladar de los sumilleres de importantes templos culinarios -entre ellos Mugaritz, de Andoni Luis Aduriz, y el restaurante de Juan Mari Arzak, afirma Martínez, entre otros muchos restaurantes con Estrellas Michelin.
El pintor valenciano afincado en Murcia, Ángel Haro, ha sido el artífice de todas y cada una de las ilustraciones de las etiquetas de Bruto, que varía en cada añada. El artista, también escultor y escenógrafo, ha explicado que la idea de la ilustración, es que se pueda modificar la imagen sin que pierda la esencia del dibujo, que se note la evolución pero que se siga reconociendo el vino, explicaba hace unos años.
Los terrenos de La Tella, paraje en el que crecen las cepas de las uvas de Bruto, se encuentran situados a mil metros de altitud y repartidos en pequeñas parcelas. La fértil tierra en la que crecen sus cepas limita con el monte, y el acceso a ellas es difícil. La finca fue adquirida por los hermanos Gil hace siete años y sus cepas cuentan con más de seis décadas de vida.
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