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GASTROCRONICAS

Cuando el arte se sirve en el plato: Ramón Gaya inspira un timbal de berenjena, tomate y huevo

El bodegón del naipe revive en forma de receta: arte y sabor se encuentran en la mesa de la nueva sección de LasGastrocronicas.com, «Menú de Obra», de la mano de la historiadora del arte, Elisabet Pegueroles


 

Arte en el plato: donde la pintura se cocina y la historia se saborea

Con la firma de Elisabet Pegueroles, historiadora del arte y apasionada de la gastronomía, nace una nueva sección en LasGastrocronicas.com que une pinacoteca y parrilla, óleo y oliva, composición pictórica y composición culinaria.

«Menú de Obra» es una propuesta innovadora que explora la conexión entre la historia del arte y la memoria gastronómica, a través de cuadros que hablan de alimentos, de naturalezas muertas y de la huerta en el lienzo. Cada mes, un cuadro será el origen de una receta original, fiel al espíritu de la obra, reinterpretada con el sabor de nuestra tierra.

Este primer artículo se centra en el «Bodegón del Naipe«, pintado por Ramón Gaya en 1927 cuando apenas contaba con 17 años, y restaurado en 2022 por Isabel Sánchez Prieto. Una pieza clave de la colección del Museo Gaya de Murcia, que cuelga en el primer piso de este singular espacio cultural.

El cuadro, realizado en óleo sobre lienzo adherido a tabla, muestra un cuenco blanco con frutas y un huevo, sobre una mesa de tonos terrosos, junto a dos naipes que aportan un matiz simbólico y narrativo. La sencillez de los elementos, su equilibrio y la luz suave que los envuelve, inspiran una receta mediterránea que respira sabor y pureza: timbal de berenjena, tomate y huevo al horno , con hierbas frescas y aceite de oliva virgen extra.

Una receta que, como el cuadro, invita a la contemplación y disfrute de lo sencillo bien hecho.

Bodegón del naipe

Por Elisabet Pegueroles


 

Esta obra, restaurada por Dª Isabel Sánchez Prieto hace tres años, se encuentra en el primer piso del Museo Gaya de la ciudad de Murcia. Se trata de un óleo sobre lienzo adherido a una tabla, sin bastidor.

El bodegón presenta una disposición sobria pero cuidadosamente equilibrada: un sencillo cuenco blanco con frutas y un huevo, dispuestos sobre una mesa de tonalidades terrosas, acompañados de dos naipes. Son elementos que parecen haber sido escogidos deliberadamente por su simbolismo y su invitación a la contemplación. El huevo representa la vida, la pureza y la perfección; las frutas (berenjena y tomate), evocan la riqueza de lo cotidiano a través de sus colores y texturas. Las cartas pueden aludir al azar, al destino o incluso a la fugacidad de la vida, temas recurrentes en la pintura de bodegón. Con su inclusión, el pintor introduce un elemento narrativo o simbólico que rompe con la quietud del resto de la composición.

La obra destaca por su simplicidad, una característica habitual en la producción de Gaya. Los elementos están organizados sobre una mesa que se proyecta en perspectiva, otorgando profundidad al espacio. El cuenco es el centro de atención en torno al cual gira toda la composición. El uso de formas redondeadas contrasta con las líneas rectas de la mesa y las cartas, generando un interesante juego visual. El pintor solía evitar la saturación en sus composiciones, dejando áreas vacías que juegan un papel importante y transmiten una sensación de serenidad.

La paleta cromática es cálida y de contrastes armoniosos, dominada por marrones, beige, verdes y rojos. Destacan el rojo vibrante del tomate y el morado aterciopelado de la berenjena, que resaltan frente a los tonos más neutros del fondo y la cerámica. Este uso del color refuerza la naturalidad y cercanía de los elementos representados. La pincelada es precisa pero no excesivamente detallada. Gaya adopta un estilo algo esquemático, con una textura que evoca la materialidad de los objetos sin perder la poesía que los envuelve. La luz es suave y difusa, modelando los objetos y otorgándoles volumen sin grandes contrastes, lo que acentúa la atmósfera íntima de la escena.



Ramón Gaya nació el 10 de octubre de 1910 en Murcia y pintó este cuadro en 1927. Este bodegón, realizado a tan temprana edad, revela ya una notable madurez técnica y una comprensión intuitiva de la composición y el color.

Desde sus primeros años, Gaya se destacó como un joven prodigio en el mundo del arte. Su sensibilidad pictórica y sólida formación autodidacta, junto con su vinculación con intelectuales y artistas de la época, marcaron su trayectoria. Inició su camino bajo la influencia de los grandes maestros de la pintura clásica. Su admiración por Velázquez, Tiziano y, especialmente, Cézanne fue fundamental en el desarrollo de su estilo. Cézanne resultó clave en su búsqueda de formas esenciales y su interés por la estructura y el equilibrio. El uso de la geometría y los colores terrosos en este bodegón reflejan este legado.

En este primer acercamiento al género del bodegón, se percibe la influencia de Cézanne en la estructuración del espacio y el modelado de las formas mediante planos de color, pero también una sensibilidad propia que con el tiempo evolucionará hacia una pintura más libre y evocadora.

Receta: Timbal de berenjena, tomate y huevo al horno

Ingredientes (2 personas)

  • 2 berenjenas
  • 2 tomates maduros
  • 2 huevos
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 1 ajo
  • Sal, pimienta
  • Hierbas aromáticas

Corta las berenjenas de 1 cm de grosor. Échales sal y déjalas 15 minutos. Enjuágalas y sécalas con papel de cocina. Dóralas en una sartén con un poco de aceite 2-3 minutos por cada lado. Resérvalas. Corta los tomates también en rodajas de 1 cm. Puedes asarlos brevemente en sartén.

Precalienta el horno a 180°C. En una bandeja pon las rodajas intercaladas, formando capas. Cada capa salpimiéntala y agrega aceite y ajo picado. Haz un hueco en el centro del timbal y casca un huevo en él. Hornea durante 12-15 minutos, o hasta que la clara esté cuajada pero la yema siga líquida. Sácalo del horno y espolvorea hierbas aromáticas frescas. Sírvelo caliente con pan rústico o ensalada verde.

Este plato, al igual que el cuadro, destaca por su sencillez, frescura y equilibrio de sabores mediterráneos.

Elisabet Pegueroles es historiadora del Arte y apasionada de la gastronomía

 

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