El salón de actos del Edificio Moneo se llenó hasta el último asiento para presenciar la presentación de la primera novela de la polifacética artista murciana —una obra de denuncia basada en hechos reales que le ocurrieron a su tía con solo 19 años—, en un acto íntimo y vibrante conducido por el concejal Diego Avilés Correas
El aire del Edificio Moneo se cargó de expectación, emoción contenida y un silencio reverencial apenas roto por el crujido de las hojas al pasar. A las 19:00 horas, el salón de actos —habitualmente testigo de discursos institucionales— se transformó en un sanctasanctórum literario: allí, frente a un público que abarrotó cada butaca, Guillermina Sánchez Oró dio vida a Voces Rotas, su primera incursión en la narrativa de denuncia, publicada por la editorial madrileña Octubre Negro Ediciones.

Sentada junto al concejal de Cultura, Diego Avilés Correas, quien condujo la presentación con una entrevista sensible y profunda, la artista —pintora, poeta, docente, ilustradora y ahora novelista— no leyó fragmentos: los habitó. Con la voz serena pero firme, confesó que la semilla de esta novela nació hace décadas, en el dolor callado de una tía suya que, con tan solo 19 años, sufrió una injusticia que la sociedad prefirió enterrar bajo el polvo del olvido. «Escribir esta novela ha sido como pintar con palabras lo que no se puede callar», dijo, trasladando al público la misma intensidad que pone en cada pincelada de sus bodegones sensoriales.
Voces Rotas no es ficción pura: es una reconstrucción ficcionada de hechos reales, donde se entrelazan investigadores tenaces, abogados oscuros —algunos con nexos con la CIA—, policías divididos entre el deber y la lealtad, mafias invisibles y, sobre todo, víctimas silenciadas cuyos nombres fueron borrados de los expedientes pero no de la memoria. La trama desnuda la corrupción no como fenómeno aislado, sino como sistema: político, judicial, económico y humano. Y en medio de ese entramado, surgen destellos de humanidad —amistades forjadas en la clandestinidad, redenciones imposibles, amores que nacen en la sombra— que, lejos de suavizar la narrativa, la vuelven aún más desgarradora.

Avilés Correas, con tacto de buen lector y administrador comprometido, guió la conversación desde lo personal hasta lo colectivo: «¿Cómo se pasa de pintar limones que brillan como oro a escribir sobre el abismo del poder?». Guillermina respondió con coherencia vital: «Para mí, el arte nunca ha sido decorativo. Un bodegón es un acto de memoria. Una palabra, un acto de resistencia. Cuando ves que el silencio protege a los culpables y ahoga a las víctimas, pintar ya no basta. Hay que escribir. Hay que nombrar».

Tras la entrevista, largas colas se formaron ante la mesa de firma: lectores anónimos y conocidos, alumnos de sus talleres, compañeros de instituciones culturales, vecinos del barrio… Todos con un ejemplar en mano y una mirada que decía más que mil palabras. Guillermina los recibió uno a uno, con la misma paciencia con la que enseña a un niño a dibujar un tomate en el hospital La Arrixaca: como si cada firma fuera una semilla.

Porque Voces Rotas no busca solo indignar: busca recomponer, devolver el nombre a quien lo perdió, devolver la voz a quien se la quebraron. Y en ese gesto —en esa fusión de paleta, pluma y ética— reside la grandeza de Guillermina Sánchez Oró: una artista que, tras más de 150 exposiciones internacionales, doctorados honoris causa, carteles del Bando de la Huerta y sonetos en las aulas de Secundaria, elige ahora, en plena madurez creativa, arriesgarlo todo con una novela incómoda, necesaria, urgente.

Al final del acto, en el que anunció su próxima publicación, mientras el sol murciano se despedía tras los ventanales del Moneo, una frase de la autora quedó flotando en el aire, repetida en susurros entre el público: «Una pincelada puede conmover. Una palabra, puede cambiar el mundo».
Y por un instante, en medio de tantas voces rotas, se sintió —al fin— el primer crujido de la justicia.
- 📖 Voces Rotas, de Guillermina Sánchez Oró
- Editorial: Octubre Negro Ediciones
- Más información: www.octubrenegro.es
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