Desde que el pasado 7 de noviembre el Gobierno regional decretara el cierre temporal de los establecimientos hosteleros, a causa de la elevada incidencia de contagios por el COVID-19 en la Región de Murcia, estamos asistiendo a un auténtico cisma en el sector hostelero que para nada ha de ser bueno para unos profesionales que está viviendo en sus propias carnes la peor crisis económica de la historia de su sector, posiblemente el más perjudicado por la maldita pandemia.
Un cisma que no solo afecta a la hostelería y a decenas de profesiones con quienes trabajan, mejor dicho trabajaban, sino que también está implicando y complicando al total de la sociedad, y que está provocando a todas luces una dolorosa división entre diferentes grupos de profesionales del sector.
«El sector de la hostelería murciana vive dividido sus días más tristes, precisamente en el momento que más unido debería mostrarse».
Quedan muy lejos las imágenes de más de un millar de vehículos por las calles de Murcia haciendo sonar los pitos de sus coches para salvar a la Hostelería en una clara imagen de unidad. Quedan muy lejos y no hace ni dos meses.
Recapitulemos un poco. En los últimos meses la Federación que agrupa al mayor número de profesionales de la hostelería en la Región de Murcia, Hostemur, abanderó las protestas de los trabajadores del sector tras los meses de cierre por el confinamiento, un cierre que llegó a recurrir fallidamente en los Tribunales y se encaró, de algún modo, contra las severas medidas adoptadas por la Administración regional que tanto afectaron a la hostelería: reducción de aforos, prohibición del uso de las barras, prohibición del servicio en interiores, reducción de horarios con el toque de queda, hasta llegar de nuevo al, no por esperado, menos temido, cierre total de la hostelería.
El Gobierno de López Miras intuía la que se le venía encima con el nuevo decreto y rápidamente se empleó en la redacción de un Plan de Rescate a la Hostelería movilizando 37 millones de euros, 15 de ellos para cubrir gastos fijos de bares y restaurantes.
Recordemos que unas horas antes de la firma de ese acuerdo con los empresarios hosteleros, Hostemur había anunciado una gran manifestación de protesta de la hostelería para el pasado sábado, que luego desconvocó.
Pero a esas alturas el virus de la desunión ya había hecho mella en un grupo de jóvenes hosteleros quienes, desvinculados de la patronal, iniciaron protestas espontáneas desde el día siguiente a la orden de cierre y las mantuvieron día tras día.
La sociedad murciana, especialmente los más jóvenes, también mostró su rechazo al decreto de cierre y realizó sus propias movilizaciones en forma de masiva e imprudente despedida a bares y restaurantes la víspera del cierre. Una forma de protestar que podríamos llamar incluso suicida y que puso los pelos de punta a las autoridades sanitarias regionales quienes aseguran que ese comportamiento va a provocar un seguro aumento de los contagios en los próximos días. Y lo que es peor, un aumento en el número de muertes por COVID-19 en la región. Hasta el punto de tener que hacer un llamamiento, a quienes salieron de bares el viernes, de que no se acerquen a sus mayores hasta pasados, como mínimo, diez días.
Y el sábado, de nuevo, manifestaciones no autorizadas en Cartagena; en Murcia, dos, una por la mañana y otra por la tarde, donde grupos políticos como Vox vieron la posibilidad de obtener rédito político. Más leña al fuego.
Hostemur y Hostecar negocian en San Esteban, mientras en Águilas y Lorca, las Asociaciones locales se manifiestan junto a los trabajadores de la hostelería.
Y, mientras tanto, y al mismo tiempo, luchas de descalificaciones en redes sociales y diferentes grupos de WhatsApp de los hosteleros. Gritos de haber sido «vendidos» por la patronal en un pacto del que aseguran resulta a todas luces insuficiente, «una limosna de 3.000 euros», en el mejor de los casos, que no cubrirían ni los gastos de un solo mes… insultos, improperios, división y más división.
Ayer, desde este medio, dábamos la noticia de la constitución de una nueva Asociación Independiente de Hosteleros, nacida en Murcia con carácter nacional, que anuncia la inminente presentación de un recurso al Tribunal Superior de Justicia contra la orden de cierre de bares y restaurantes ¿Más división?.
Hoy, el diario La Opinión airea el pasado político de uno de los portavoces del grupo de hosteleros más activos en sus protestas de los últimos días. ¿Se busca más división?
Para los próximos días vuelven a surgir diferentes convocatorias de nuevas y divididas manifestaciones y diferentes acciones reivindicativas que abundan en la confusión.
En definitiva, el sector de la hostelería murciana vive dividido sus días más tristes, precisamente en el momento que más unido debería mostrarse.
Resumo esta situación con la frase «Divide et impera», expresión de dudoso origen atribuida al dictador y emperador romano Julio César. Eso es lo que está haciendo el ‘virus de la división’, el único que está venciendo, por desgracia, en esta difícil situación que atravesamos toda la sociedad y, por supuesto, toda la hostelería regional.
Ilustración: «El banquete» Anton Alexander von Werner (Fráncfort del Óder, Alemania, 9 de mayo de 1843 – Berlín, 4 de enero de 1915) fue un pintor alemán, especialista en obras con tema histórico.