Las nuevas restricciones en todas las comunidades por el importantes ascenso de la tercera ola de COVID-19 en España tras vuelta de vacaciones y las terribles consecuencias del temporal de frío y nieve Filomena en todo el país, están avivando el temor al posible desabastecimiento en supermercados y grandes supeficies para las próximas semanas y ya comienzan a verse numerosas personas haciendo acopio de alimentos y productos de primera necesidad.
Tal como se produjo a comienzos de marzo, días previos al confinamiento, cuando pudimos ver innumerables colas en supermercados, con sus estanterías vacías y agotado el papel higiénico, no es descabellado pensar que en los próximos días vivamos situaciones similares.
Según publica Food Retail, expertos consultados por el digital «nos confirman que durante estos días se han disparado en páginas especializadas las búsquedas de aceite, galletas, arroz, agua, conservas y congelados. «No tenemos constancia de un especial pico de demanda de papel higiénico», responden al ser cuestionados sobre los paralelismos entre la situación actual con la del mes de marzo.
En cuanto a la pandemia de coronavirus, desde ayer viernes hay ocho regiones en España con una incidencia acumulada de más de 300 casos por cada 100.000 habitantes, Madrid ha vuelto a decretar nuevos cierres perimetrales en nuevas zonas y municipios de la comunidad, Castilla y León habla de restricciones hasta el próximo mes de mayo… Fuera de España, Alemania y EE.UU. han registrado el récord de fallecidos en un día, con 1.188 y más de 4.000, respectivamente. En resumen, estamos ante una nueva ola de Covid-19 que ya hace que empecemos a pensar en la posibilidad de un nuevo confinamiento duro, como el que vivimos entre marzo y mayo. De momento las autoridades niegan esta posibilidad, pero la experiencia nos aconseja no fiarnos demasiado de la palabra de nuestros responsables políticos. El consumidor lo sabe y se lanza a hacer la compra «por lo que pueda pasar».
Y encima llega Filomena
Por si el coronavirus fuera poco, este viernes estamos comprobando de primera mano que las previsiones meteorológicas no se equivocaban al hablar de «la gran nevada» que está dejando la borrasca Filomena. Con zonas de España acostumbradas a ver la nieve en las películas, nos encontramos con dificultades de movilidad que, unidas a los cierres perimetrales, disparan la ansiedad por tener la despensa llena ante el miedo a no poder salir a la calle y, por tanto, al supermercado.
Food Retail & Shoppers ha comprobado cómo numerosos consumidores ya se han lanzado a comprar sacos de sal (aparte de la que ya están repartiendo diferentes administraciones) e incluso cómo hay ciudadanos esparciendo paquetes de sal gorda del súper en la entrada de sus viviendas y portales. Vendedores de retailers especializados nos confirman que se ha disparado la venta de este producto en los últimos días», publica Food Retail.
Llamamiento a la calma
Ante esta situación, las fuentes consultadas por Food Retail hacen un llamamiento a la calma: «Ya se demostró al principio de la pandemia la fortaleza de la cadena agroalimentaria, por lo que hay tranquilidad al respecto», aseguran desde una de las principales patronales de supermercados de España.
Razón no les falta. Durante el peor momento de la primera ola de la pandemia, en marzo de 2020, el índice de disponibilidad de productos se redujo tan solo en 2,8 puntos respecto a los registros de un año anterior, lo que «confirma la eficacia de la cadena de suministro alimentaria» desde el inicio del confinamiento, señala la Asociación de Fabricantes y Distribuidores Aecoc. En este sentido, cabe recordar que España tuvo la cadena de suministro más eficaz de Europa durante la pandemia.El 82% de los consumidores afirma no haber experimentado problemas de abastecimiento, superando la media europea del 77%, según una encuesta realizada por Morning Consult para IBM.
Hace unos días la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas) reivindicaba ante la Comisión Europea, el reconocimiento de la distribución alimentaria como sector estratégico esencial, al considerar que ésta es mejor manera para hacer frente con agilidad y eficacia a la crisis que atravesamos y ante futuras crisis. Felipe Medina, secretario general técnico de la asociación, defendió ante la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea que el sector de la distribución alimentaria debe ser incluido en el marco la propuesta de «soberanía estratégica» que Europa está desarrollando gracias a su capacidad de garantizar el acceso a la alimentación de todos los europeos en momentos difíciles y transmitir así una tranquilidad muy necesaria durante los momentos más delicados de las crisis.
Los datos lo avalan, intentemos ser conscientes como consumidores y evitemos un pánico innecesario».