En la madrugada del pasado domingo, dos individuos -que fueron inmediatamente identificados por los sistemas de seguridad del centro de ocio, Odiseo– intentaron hacer un gamberrada, lanzando lo que parece ser gas pimienta en la entrada de la discoteca.
Según explica la empresa, en un comunicado, «Inmediatamente se activaron los protocolos establecidos y se procedió a desalojar esa parte del complejo de forma rápida y ordenada, al tiempo que se avisaba a los servicios de emergencia. Todos los procedimientos, validados a través de simulacros constantes, funcionaron a la perfección.
La actividad del complejo se reanudó con normalidad, siempre situando la seguridad y salud de los clientes por encima de todo.
La dirección de Odiseo, que ya ha denunciado a los autores, colabora desde entonces con la policía en todo lo necesario para localizarlos y que una situación como esta no se repita en ningún otro lugar».
Por su parte, según ha publicado el diario La Opinión fueron dos las personas trasladadas al hospital en ambulancia tras inhalar una sustancia tóxica en la discoteca del complejo Odiseo, en Churra, según fuentes policiales y de Emergencias.
Según explicaban. “a dos tipos que ya están identificados, y de los que la Policía ya tiene sus datos, no se les ocurrió otra cosa que echar gas pimienta en la entrada de la discoteca”, según un portavoz del establecimiento, que confirmó que los individuos fueron captados por las cámaras de seguridad y las imágenes han sido puestas a disposición de los investigadores.
Los hechos se produjeron sobre las cinco de la mañana del pasado domingo.
Fueron varias las llamadas que alertaron al 112 de lo que estaba pasando: “Han echado algo en la discoteca, no sabemos si es gas pimienta, no podemos respirar”, explicaban. Rápidamente, e local fue desalojado y los clientes se pusieron a salvo por la salida de emergencia.
Un joven de 25 años, E. M., cliente y testigo, relató a La Opinión que “estábamos bebiendo y de repente pasaba que me estaba dando algo, un malestar. Vi a mi compañero que se estaba yendo para la zona de emergencia y ya nos desalojaron”.
“Una chica se desmayó justo en la puerta”, comentó el chico, “no sé si fue alguien que quiso hacer la broma. Luego nos dieron agua».
“Nuestro equipo de seguridad los ha identificado y ya hemos puesto la denuncia, a la cual puede adherirse cualquier afectado. Nosotros vamos a ir con todo”, subraya un responsable del centro, en declaraciones a La Opinión.
Fuentes de la empresa confirmaron que “se desalojó la discoteca, “que estaba al 40% de su capacidad”, así como que “se activaron todos los protocolos de seguridad, se evacuó en tiempo récord”. “De manera periódica hacemos simulacros para evitar cualquier tipo de avalancha, y no hubo ninguna”, dejó claro al respecto.
“Estamos colaborando con la Policía para que no se repita este incidente. Puede cundir la histeria en otro punto y ocurrir una desgracia más grande”, destacó el portavoz del local, que hizo hincapié en que la salud y la seguridad de sus clientes son lo primero.
Se da la circunstancia de que esa noche, el equipo de la película ‘La Novia de América’, con su director, Alfonso Albacete, incluido, se encontraba celebrando una fiesta privada en una zona VIP de la discoteca de Odiseo. Fiesta a la que asistió el director de LasGastrocronicas.com.
Los gases mostaza son una familia de productos químicos empleados fundamentalmente como armas químicas, también conocidos como iperita, de Ypres, ciudad belga donde los alemanes lo usaron por primera vez en 1915 durante la Primera Guerra Mundial. El gas mostaza fue sintetizado para acosar e incapacitar al enemigo y contaminar el campo de batalla. Viktor Meyer describe su síntesis a mediados de 1800, pero no fue quien lo descubrió, ni el primero en dar cuenta de sus efectos. El desarrollo de la producción de gas mostaza a gran escala se debe al químico alemán Wilhelm Steinkopf.
También se les denomina agentes vesicantes, pues al contacto con el ser humano causan ampollas en la piel y las membranas mucosas, lo cual suele conllevar consecuencias como la muerte por asfixia agónica.
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