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«La alimentación es el arma más poderosa que tenemos para la prevención de las enfermedades crónicas y que al mismo tiempo son las más prevalentes de nuestra sociedad actual.»
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«Aunque habitualmente creemos que ‘comemos bien’, la realidad es completamente diferente, lo cual en parte se ve potenciado por una actitud autocomplaciente que nos aleja de seguir una dieta sana.»
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«Creo que la gastronomía puede combinar el conocimiento culinario y nutricional para convertirse en una herramienta transformadora de la salud.»
El pasado martes 6 de febrero de 2024, el catedrático de Medicina, Dr. D. Pablo Pérez Martínez, ofreció dos conferencias bajo el título «Comer sano es cuestión de quererse«. Estas charlas se llevaron a cabo en el I.E.S. La Flota – Murcia y en el I.E.S. Vega del Táder – Molina de Segura, como parte del programa Jóvenes Investigadores de las CCCXLII / CCCXLIV Conferencias de divulgación científica de la Fundación de Estudios Médicos de Molina de Segura.
El Dr. Pérez Martínez, Catedrático de Medicina en la Universidad de Córdoba y facultativo especialista de Medicina Interna en el Hospital Universitario Reina Sofía, es reconocido por su destacada labor en la dirección científica del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC).
La temática central de las conferencias las enfocó en la relación entre la nutrición consciente y la salud, bajo el lema «Comer sano es cuestión de quererse». Su experiencia como IP-corresponsable del grupo «Nutrigenómica. Síndrome Metabólico» y su papel como investigador en el grupo «Nutrición y Enfermedad» del PAIDI y el CIBEROBN respaldan su autoridad en el tema.
Además, el Dr. Pérez Martínez es Coordinador del Grupo de Nutrición y Estilo de Vida de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA) y Coordinador de Investigación de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), lo que añade un enfoque práctico y clínico a sus conferencias.
Con el Dr. Pérez Martínez hemos hablado desde LasGastrocrónicas.com sobre alimentación, nutrición y salud en una amplia entrevista:
¿Cuál es la importancia de la alimentación en la salud y cómo afecta a aspectos clave como el síndrome metabólico?
La alimentación es el arma más poderosa que tenemos para la prevención de las enfermedades crónicas y que al mismo tiempo son las más prevalentes de nuestra sociedad actual, entre las que destacan la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer. El síndrome metabólico es la antesala de alguna de ellas, dado que incrementa por 5 veces el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y de 2-3 veces en la de enfermedad cardiovascular. Se define como el conjunto de alteraciones metabólicas constituido por la obesidad de distribución central, la disminución del colesterol HDL (el bueno), la elevación de los triglicéridos, el aumento de la presión arterial y la glucemia elevada. Para combatir este síndrome en primer lugar deberían realizarse modificaciones en el estilo de vida, y ahí la dieta mediterránea junto con el ejercicio físico son el pilar fundamental. Habrá que poner también parte del esfuerzo del tratamiento en intentar perder peso, dado que tiene una importancia especial en el manejo de este síndrome.
Como experto en nutrición dentro del Grupo de Trabajo de Diabetes y Obesidad de la Sociedad Española de Medicina Interna, ¿cuáles son los principales desafíos actuales en relación con la nutrición y la salud cardiovascular?
Creo que actualmente la población española se está alejando a pasos agigantados de un patrón de alimentación saludable, y esto se refrenda con el aumento tan alarmante de las tasas de obesidad en nuestro país. Aunque habitualmente creemos que “comemos bien” la realidad es completamente diferente, lo cual en parte se ve potenciado por una actitud autocomplaciente que nos aleja de seguir una dieta sana. En los últimos años gracias a los estudios PREDIMED y más recientemente CORDIOPREV, realizado en nuestro grupo d investigación, hemos demostrado el beneficio de la dieta mediterránea para prevenir y tratar la enfermedad cardiovascular. Sin embargo, la mayoría de los estudios demuestran que la adherencia en nuestro entorno a una dieta saludable es escasa, y ello se ve agravado por una falta de “cultura nutricional” que nos permita seguir las recomendaciones de forma adecuada. Lamentablemente la población vive de espalda a estas evidencias y debemos de buscar estrategias que sean innovadoras, realistas y a la vez sostenibles económicamente para educar a la población en la importancia de la alimentación y los hábitos de vida saludables.
En el contexto de sus investigaciones en nutrigenómica, ¿cómo influye la genética en la respuesta de las personas a diferentes patrones alimentarios?
La nutrigenómica o ahora llamada nutrición de precisión es la ciencia que estudia la relación entre los genes y la respuesta individual a la dieta. Básicamente intenta responder a la pregunta de por qué dos personas que comen lo mismo responden de forma tan diferente a una misma dieta. El objetivo final sería generar recomendaciones nutricionales de acuerdo con los rasgos genéticos de las personas. Sin embargo esto no tan sencillo como creíamos porque existen otros factores que también pueden influir en la respuesta (cambios epigenéticos, microbiota intestinal, etc.) y que probablemente en el futuro y con la ayuda de la tecnología y la inteligencia artificial podamos identificar el patrón de alimentación ideal para cada persona.
En sus conferencias «Comer sano es cuestión de quererse», ¿qué mensajes clave espera transmitir a los jóvenes investigadores y al público en general sobre la importancia de adoptar hábitos alimentarios saludables?
Básicamente con este mensaje quería llamar la atención de la sociedad de la importancia que tiene para una persona cuidar la alimentación, dentro de un estilo de vida saludable. Por eso, si realmente nos queremos, si queremos disfrutar de una buena salud y una buena calidad de vida, tenemos que hacer una “inversión” innegociable, como es comer sano. Ello nos dará muchos años de vida y mucha vida a nuestros años.
¿Cómo puede influir la nutrigenómica en la gastronomía y en la creación de menús personalizados para promover la salud?
La nutrigenómica o ahora llamada nutrición de precisión es la ciencia que estudia la relación entre los genes y la respuesta individual a la dieta. Básicamente intenta responder a la pregunta de por qué dos personas que comen lo mismo responden de forma tan diferente a una misma dieta. El objetivo final sería generar recomendaciones nutricionales personalizadas de acuerdo con los rasgos genéticos de las personas. Sin embargo esto no es tan sencillo como creíamos porque existen otros factores que también pueden influir en la respuesta (cambios epigenéticos, microbiota intestinal, ambiente donde vive la persona, etc.) y que probablemente en el futuro y con la ayuda de la tecnología y la inteligencia artificial podamos identificar el patrón de alimentación ideal para cada persona.
Como investigador en el campo de la Nutrición y Estilo de Vida, ¿cómo ve la tendencia actual hacia una mayor conciencia sobre la calidad de los alimentos y la alimentación saludable en la sociedad?
La alimentación saludable es el arma más poderosa que tenemos para la prevención de las enfermedades crónicas y que al mismo tiempo son las más prevalentes de nuestra sociedad actual, entre las que destacan la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer. Sin embargo y a pesar de que la sociedad parece que cada vez está más concienciada de ello nos estamos alejando a pasos agigantados de un patrón de alimentación saludable, y esto se refrenda con el aumento tan alarmante de las tasas de obesidad en nuestro país. Aunque habitualmente creemos que “comemos bien” la realidad es completamente diferente, lo cual en parte se ve potenciado por una actitud autocomplaciente que nos aleja de seguir una dieta sana. En los últimos años gracias a los estudios PREDIMED y más recientemente CORDIOPREV, realizado en nuestro grupo de investigación, hemos demostrado el beneficio de la dieta mediterránea para prevenir y tratar la enfermedad cardiovascular. Sin embargo, la mayoría de los estudios demuestran que la adherencia en nuestro entorno a una dieta saludable es escasa, y ello se ve agravado por una falta de “cultura nutricional” que nos permita seguir las recomendaciones de forma adecuada. Lamentablemente la población vive de espalda a estas evidencias y debemos de buscar estrategias que sean innovadoras, realistas y a la vez sostenibles económicamente para concienciar y educar más y mejor a la la población en la importancia de la alimentación y los hábitos de vida saludables.
¿Cuáles son los mayores mitos o conceptos erróneos sobre la alimentación que le gustaría desmitificar a través de sus conferencias y charlas?
Es cierto que es un tema complejo y a la vez muy relevante, en parte porque en la actualidad mucha de la información que consume el ciudadano procede de fuentes con escasa solidez científica, principalmente de “internet” y a través de las redes sociales. El mundo de la alimentación “mueve” mucho dinero y esto hace que haya intereses muy diversos y que en la mayoría de las ocasiones no están alineados con promover la salud de las personas. Por ejemplo el simple hecho de que no se indique quién emite el mensaje ya nos tiene que transmitir cierta desconfianza. El anonimato no es una buena carta de presentación. Por tanto mi recomendación para huir de los mitos o conceptos erróneos es buscar en fuentes lo más fidedignas posibles, seleccionando la información que esté firmada por profesionales de la salud, que esté avalada y proceda de sociedades científicas o de webs de instituciones de referencia en el ámbito sanitario o del campo de la nutrición. A veces debemos de realizar una actividad detectivesca, tirando del hilo hacia la fuente primaria para verificar la credibilidad de la fuente o el mensaje.
Con la creciente popularidad de dietas específicas y estilos de vida como el vegetarianismo o el veganismo, ¿cuál es su perspectiva sobre cómo estas elecciones pueden afectar la salud y el bienestar?
La verdad es que no soy un gran defensor de aquellos modelos de dietas que son extremadamente restrictivas. Las dietas vegetarianas y veganas que no han sido equilibradas de la manera adecuada, pueden provocar la aparición de deficiencias o problemas de salud por el déficit de ciertas vitaminas y nutrientes.
Creo que un patrón de alimentación saludable, como la dieta mediterránea, suficiente y variada, en el que se puede comer casi todo con equilibrio y prudencia, evitando las grasas trans y los alimentos ultraprocesados, es la mejor opción para gozar de una buena salud. En este patrón de dieta abundan los alimentos de base vegetal, bajos en ácidos grasos saturados, colesterol y sodio, con un alto contenido en fibra, potasio y ácidos grasos insaturados, son beneficiosos y reducen la expresión de los factores de riesgo cardiovascular. La Organización Mundial de la Salud no promueve dietas específicas; cualquier tipo de alimentación puede ser saludable, mientras incluya todos los nutrientes necesarios, excluya los alimentos con demostrado riesgo para la salud y se adapte a los diferentes momentos y condiciones de vida de la persona. Todo esto lo cumple la dieta Mediterránea, que además cuenta con más evidencias científicas sobre su beneficio para la salud que otros modelos de dieta.
Como Coordinador de Investigación de la Sociedad Española de Medicina Interna, ¿cómo se aborda la relación entre la alimentación y las enfermedades crónicas en el ámbito médico y cuál es el papel de la gastronomía en este contexto?
La investigación ha sido fundamental a la hora de generar las evidencias suficientes para poder hacer recomendaciones de salud sobre el beneficio de la alimentación a la hora de prevenir y tratar las enfermedades crónicas que más afectan a la sociedad. Creo que es fundamental sensibilizar a los sistemas sanitarios de la importancia que tiene el invertir en una investigación de calidad, dado que es fundamental generar conocimiento e innovar en salud, y especialmente en el área de la nutrición, dado que es el arma más poderosa que tenemos para la prevención de las enfermedades crónicas y que al mismo tiempo son las más prevalentes de nuestra sociedad actual. Sin embargo todo este conocimiento generado por la investigación tiene que llegar al consumidor, y aquí lanzo una invitación al sector de la gastronomía, que puede representar un magnífico canal a través del cual se puede fomentar la educación nutricional, la educación del gusto y la promoción de la salud. En este sentido creo que la gastronomía puede combinar el conocimiento culinario y nutricional para convertirse en una herramienta transformadora de la salud.
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