Isabel Alcaraz, una camarera de La Manga, ha obtenido un premio de lotería de 100.000 euros, con el Rasca Cleopatra de la ONCE, que ha sido su salvación tras enfrentar momentos difíciles ya que tuvo que cerrar su restaurante de comida colombiana, perdió su coche debido a deudas y trabajó como camarera en el restaurante La Mía María II en La Manga del Mar Menor, según publica el digital ‘El Español.com‘.
A pesar de las adversidades, Isabel encontró trabajo en el Restaurante La Mía María II, pero el lugar estaba ubicado en el kilómetro 14 de La Manga, lo que requería que ella hiciera transbordos en dos líneas de autobús para llegar al trabajo. Mantuvo su motivación pensando en sus dos hijos menores. La fortuna le sonrió cuando ganó el citado premio de lotería de 100.000 euros, que se ha convertido en un salvavidas para ella.
Isabel, de 51 años, es estos días el centro de atención entre los turistas de La Manga. Durante un breve receso en su jornada laboral decidió raspar el billete. La sorpresa fue monumental al descubrir que había ganado el primer premio. La emoción y la incredulidad se apoderaron de ella, marcando un punto de inflexión en su trayectoria.
El rasca de lotería se lo había comprado a un vendedor de la ONCE llamado Javier y sorprendentemente ganó el primer premio. Este acontecimiento ha sido la chispa de felicidad en su vida, según ha explicado la camarera, después de una serie de dificultades financieras y la lucha por mantenerse a flote.
Su restaurante de comida colombiana, especializado en arepas, tuvo que cerrar, dejando deudas con proveedores y facturas impagas de agua y luz. Isabel se vio obligada a entregar su coche debido a la deuda, lo que empeoró su situación económica. A pesar de todo, su determinación la llevó a encontrar trabajo en la hostelería.
¡Muchacha que llevas el premio!
Isabel Alcaraz, mientras estaba detrás de la barra ocupada sirviendo bebidas a los clientes, recordó la voz del vendedor gritándole: «¡Muchacha que llevas el premio!«. En primera instancia, pensó que era una broma y respondió con escepticismo. Sin embargo, el vendedor insistió, asegurando que había ganado los 100.000 euros. A pesar de su incredulidad inicial, finalmente comprobó que era cierto, lo que desencadenó una reacción de temblores en sus piernas, dejándola nerviosa y bloqueada.
Después de recuperarse de la sorpresa, Isabel se apresuró a dejar el servicio momentáneamente y corrió al banco en busca de confirmación. Aunque la sucursal ya había cerrado, entregó el billete premiado a su pareja, quien trabaja cerca del restaurante donde ella fue contratada, para que lo resguardara cuidadosamente.
En cuanto a sus planes para el premio de 100.000 euros, Isabel tenía una deuda pendiente de alrededor de 25.000 euros. Con el dinero, tiene la intención de mejorar su hogar y adquirir ordenadores para sus dos hijos, proporcionándoles las herramientas necesarias para un mejor desempeño académico. También planea destinar los fondos a otras necesidades que ella y su familia tienen en este momento.
Habiendo completado los trámites necesarios, Isabel ya ha ingresado el premio en su cuenta bancaria, conservando una fotografía del billete como un «recuerdo» de este día inolvidable en el que la fortuna cambió su destino y puso fin a su racha de mala suerte.
A pesar de ganar el premio de lotería, Isabel sigue trabajando en La Mía María II. Ella compró el boleto con la esperanza de superar sus problemas financieros y no sabía que había ganado hasta que el vendedor de la ONCE lo confirmó. La historia de Isabel es una prueba de su compromiso y perseverancia en medio de la adversidad. Una madre coraje que ha enfrentado los desafíos con valentía, ha demostrado que la fortaleza y la determinación pueden conducir a la victoria incluso en los momentos más difíciles. Su historia es un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, siempre hay esperanza y oportunidades para quienes nunca se rinden.