Este no es el primer caso en el que una familia encuentra una rana viva en el interior de su ensalada recién adquirida en el supermercado como podemos ver en este tweet de hace un par de años:
bon appetit! nothin like salad with a side of live frog 🐸 @SimpleTruth4U pic.twitter.com/KG9bPjotZ9
— Karlie Allen (@kkarliea) August 14, 2019
También se hizo viral hace pocos días la imagen de un ratón, en este caso muerto, en el interior de una bolsa de uvas adquirida en un supermercado, al parecer, francés:
Según publicó Consumer.es, ranas, lagartos, culebras, ratones y hasta pájaros son algunos de los animales que se han llegado a encontrar en el interior de ensaladas listas para consumir comercializadas en Estados Unidos, según un artículo científico publicado por investigadores de la Universidad de Illinois en la revista científica Science of The Total Environment.
Los datos fueron recogidos a partir de fotografías publicadas en Internet por los propios consumidores, así que se podría decir que su veracidad es cuestionable, aunque, por otro lado, no necesariamente falsa. De hecho, ante una situación como esta, las empresas implicadas se toman las denuncias muy en serio y estudian la posible existencia de errores o incidencias durante el procesado, porque, de ser cierta, podría poner en riesgo la salud de los consumidores ya que los animales pueden ser portadores de patógenos capaces de transmitir enfermedades.
Pero por suerte es poco probable que ocurra algo así, al menos en España, dadas las operaciones que se aplican durante el procesado de este tipo de alimentos. Y es que, como veremos a continuación, la elaboración de estos productos no es tan simple como podría parecer en un principio.
En otros casos, lo que ha aparecido en el interior de envases de alimentos constituyen una auténtica alerta sanitaria que ha obligado a las marcas a la retirada urgente del producto en las cadenas de supermercados como sucedió hace pocos días con la presencia de cristales en una marca de foigrass de Gerona, o la presencia de sustancias tóxicas, e incluso cancerígenas, en productos como helados.