El sol brillaba en lo alto del cielo de El Algar, un día de la Romería de la Virgen de la Fuensanta, patrona de Murcia y el día de la Virgen de Los Llanos, patrona de El Algar, cuando el mítico doctor Alfonso Cabeza Borque, a sus 84 años, decidió sumergirse en una nueva visita gastronómica. El destino elegido fue su querido restaurante Los Churrascos, regentado por el entrañable José María Alcaraz.
El doctor Cabeza, recordado no solo por su exitosa carrera médica sino también por su breve pero polémica presidencia del Atlético de Madrid en los años 80, llegó al restaurante con el carisma que lo caracteriza. A pesar de su fama, no perdió la sencillez que lo hacía cercano a la gente.
El restaurante estaba repleto de comensales, y el doctor Cabeza, lejos de esconderse en un rincón, saludó amigablemente a todos los presentes. Incluso se acercó a la mesa en la que un grupo de sacerdotes celebraba la festividad de Nuestra Señora de Los Llanos, patrona de El Algar. Allí, compartió risas y anécdotas y, sin pudor, soltó un chiste «verde» de esos que solo él sabe contar con ese toque de humor light que todos disfrutan.
Su elección gastronómica no sorprendió a los habituales de Los Churrascos, pues Alfonso Cabeza siempre opta por el mismo menú cada vez que visita el restaurante. Comenzó con una ensalada de perdiz escabechada, un plato que lo transporta a los sabores tradicionales de la región murciana. Luego, se deleitó con unas cocochas de merluza en salsa verde, un manjar que lo hizo saborear la esencia culinaria de José María Alcaraz. Todo ello, por supuesto, maridado con un verdejo José Pariente que realzó los sabores de cada plato.
La vida del doctor Cabeza ha estado marcada por la controversia, desde su polémica presidencia en el Atlético de Madrid hasta sus frases mordaces en los medios. Incluso escribió un libro sobre su gestión llamado «Yo Cabeza» en 1981. Pero detrás de esa imagen pública, se encuentra un hombre simpático y cercano que ha enfrentado sus propias batallas, como la pérdida de su esposa y su perro hace dos años, y su propia lucha contra el Covid que por poco le cuesta la vida.
Hoy, Alfonso Cabeza disfruta de la vida entre La Manga y Madrid, y Los Churrascos se ha convertido en uno de sus lugares preferidos. José María Alcaraz, el dueño del restaurante, es su amigo desde hace tiempo, y el doctor lo visita al menos un par de veces al año para saborear la riqueza culinaria de la región de Murcia y compartir risas y anécdotas.
Así, en un día soleado en El Algar, el célebre doctor Cabeza nos recordó que la vida está llena de sabores, risas y momentos compartidos en buena compañía, y que, a pesar de la fama y la controversia, siempre hay espacio para la sencillez y la camaradería en la mesa de Los Churrascos.