La entrañable reunión gastronómica se trasladó al Centro de Mayores del barrio, donde la amistad, el tomate frito y los chupitos de orujo sellaron otra jornada inolvidable
El pasado sábado 4 de octubre, el grupo gastronómico “Almorzamos hoy?” —ese ritual sabatino que trasciende lo culinario para convertirse en celebración de la amistad— celebró su habitual encuentro en un escenario inusual: el Centro de Mayores de Santa Eulalia. La causa fue práctica: su sede habitual, La Bodeguita de Javi Gracia, se encontraba ocupada al celebrarse ese día la festividad de San Francisco de Asís. Pero el cambio de ubicación no alteró ni un ápice el espíritu de camaradería, generosidad y buen comer que caracteriza a esta reunión.
LasGastrocronicas.com estuvo allí para realizar esta amplia galería fotográfica:
La jornada adquirió un matiz especial al coincidir con la festividad de San Francisco de Asís, onomástica de Paco Hernández, director del diario digital LasGastrocrónicas.com. En su honor, los comensales le felicitaron con afecto, y él, a su vez, sorprendió a todos al obsequiarles con jínjoles —el nombre español del fruto del azufaifo, también conocido como “dátil chino”—, un gesto que subrayó su afición por los productos singulares y su vocación de compartirlos.

La mesa reunió a doce fieles asistentes, confirmados previamente a través del grupo de WhatsApp del colectivo: Javi Gracia, Pepe Almela, Duke, Jesús, Tomás, PHneutro (Paco Hernández), Javi Campuzano, Juanini, Felipe, Pencho, Pepe Galletas y Luis Orive.

A ellos se sumó, de forma inesperada pero muy celebrada, José Gil, conocido cariñosamente como “El Bicho”, ex camarero de la Pastelería Zaher en la calle Riquelme y amigo de toda la vida del grupo. Tras su llegada, prometió no perderse futuras convocatorias. A medio almuerzo, también se incorporó un amigo del grupo, el joven Dani, dueño de la tienda de Souvenirs junto al Centro de Arte Dramático en la Plaza de Los Apóstoles.
El menú, elaborado por la cocinera del Centro de Mayores, fue un homenaje a la cocina tradicional murciana y mediterránea: conejo frito —en dos versiones, con y sin tomate—, croquetas caseras, ensalada con tomate, cebolla y aceitunas, habas fritas, mejillones al vapor y, por supuesto, los ya mencionados jínjoles. Cada plato fue servido con esmero y devorado con entusiasmo, en un ambiente donde las risas competían en volumen con los brindis.

Como es costumbre, Tomás pronunció el brindis de apertura, con su habitual mezcla de picardía y sabiduría popular. Al finalizar la comida, el Centro de Mayores obsequió a los presentes con una ronda de chupitos: orujo blanco, de hierbas y crema de orujo, que sellaron la sobremesa con sabor a tradición.

Tras el almuerzo, la comitiva emprendió su peregrinaje habitual hasta el Café Bar Candi-Lejas, punto de encuentro postrero donde se sirvió un bizcocho casero elaborado por Pencho, acompañado de cafés y carajillos preparados por Jesús.

Allí, en un gesto emotivo y único, Tomás dedicó un canto lírico a Paco Hernández, en honor a su santo, arrancando aplausos y sonrisas en un rincón que, por unas horas, se convirtió en salón de ópera improvisado.
Antes de despedirse, los participantes cumplieron con otro de sus rituales: aportaron un euro cada uno para jugar dos cupones de La Primitiva, manteniendo viva la esperanza —y la complicidad— más allá de la mesa.
Con esta jornada, “Almorzamos hoy?” demostró, una vez más, que su esencia no reside en el lugar, sino en los lazos que se tejen entre plato y plato, entre brindis y brindis. Porque aquí, como bien saben sus miembros, no se almuerza: se celebra la vida.
Noticias relacionadas:
El último almuerzo del sábado: poesía, vino y chuletas en la Bodeguita de Javi Gracia




















